La Jornada: "Un mes antes de las elecciones presidenciales, la Secretaría de Energía (Sener) comenzó a promocionar entre los inversionistas nacionales y extranjeros las 'oportunidades' de inversión en el sector energético mexicano. El atractivo del sector petroeléctrico para los capitales privados sobre todo internacionales radica en que representa el 8.4 por ciento del producto interno bruto (PIB); 12.5 por ciento de las exportaciones y una tercera parte de la recaudación fiscal del país.
Por medio de la Dirección General de Promoción de Inversiones, la Sener puso a disposición de los potenciales inversionistas diversos proyectos para la construcción de centrales eléctricas mediante inversión financiada, así como para el transporte, almacenamiento y distribución de gas natural.
En el catálogo de oportunidades de inversión, sobre todo en Petróleos Mexicanos (Pemex), la Sener señala: 'Se han identificado 817 oportunidades de inversión en exploración en la plataforma continental del Golfo de México', sin precisar mediante qué mecanismo, porque hasta ahora las actividades de exploración y explotación de crudo están reservadas, por mandato constitucional, exclusivamente al Estado."
Es la misma secretaría por la que pasó fugazmente Calderón. La misma que controla gran parte de las empresas paraestatales que asignaron contratos s Zavala a través de algunas de las muchas empresas que de la red que ha tejido este incómodo cuñado.
Hoy exportamos petróleo y compramos gasolina y gas, entre muchas otras cosas. Esta es la razón de que sean tan caros, y parte de la explicación de que suban de precio mes a mes.
Aún no hay declaratoria de presidente electo, y la maquinaria panista ya se mueve para seguir entregando los recursos del país. Catorce millones de mexicanos que votaron por Calderón (supuestamente, pues no hay forma de comprobarlo hasta no abrir los paquetes electorales) no pueden estar equivocados, o al menos no totalmente. Ya lo decía ayer Beatriz paredes con Brozo: todos los proyectos (de los partidos contendientes) son parcialmente correctos.
Pero sin lugar a dudas, el gobierno panista se equivoca al intentar seguirle dando la vuelta a nuestra Carta Magna: los recursos naturales, principalmente los energéticos, son propiedad de todos, absolutamente todos los mexicanos.
Como copropietario de dichos recursos, voto en contra de la política foxista y calderonista en materia energética.
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