domingo, febrero 12, 2012

Acusa sindicato a la UE y el FMI de chantaje y amenaza con arrestar sus representantes

El sindicato de policía más importante de Grecia, que aglutina a dos tercios de esa fuerza griega, acusa a los organismos internacionales de “chantaje, y de manera encubierta abolir o erosionar la democracia y la soberanía nacional”, por lo que amenaza con girar órdenes de aprehensión en contra de sus representantes en el país helénico.

En una carta firmada por la Federación de Policía de Grecia, asegura que “dado que ustedes han continuado con esta política destructiva, les advertimos que no podrán hacernos pelear contra nuestros hermanos. Nos rehusamos a enfrentarnos a nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros hijos o cualquier ciudadano que protesta y demanda un cambio de política”.

Mexicanos, un lastre, no un contrapeso

@FelipeCalderon ha permitido (¿intencionalmente?) que el crimen organizado se apodere de regiones enteras del país. Hernández en La Jornada del 12 de febrero de 2012.

No puede dejar uno de preguntarse si el caos que vive México ha sido inducido, pues revisando cada aspecto de la vida nacional no es posible encontrar saldos favorables en ninguno de ellos. En el empleo, el país demanda 1.2 millones de plazas cada año y CalNerón ha generado menos de la mitad, y de ese número, la amplia mayoría son empleos temporales, sin prestaciones, sin seguridad social y sin generar antigüedad. En la salud, tanto el IMSS como el ISSSTE han sido desmantelados lenta pero constantemente privilegiando un engendro llamado Seguro Popular, cuya cobertura es muy limitada en cuanto al número de enfermedades y a la disponibilidad de medicamentos. En la economía, México ha caído a niveles de ingreso per cápita y de equidad en la distribución a niveles de países africanos. En la educación también nos hemos rezagado dramáticamente. Echó a la calle a miles de personas durante los conflictos de Luz y Fuerza y Mexicana de Aviación, por sólo mencionar dos. Al menos 7 millones de jóvenes no estudian ni trabajan, por lo que su destino será, con toda seguridad, el crimen organizado. Está entregando los recursos naturales del país, algunos no renovables, a empresas extranjeras en áreas reservadas al Estado mediante trampas legales, notablemente en el área de petróleo y derivados. En su guerra contra el crimen organizado han muerto entre 50 y 70 mil mexicanos, tanto delincuentes como ciudadanos honrados; cientos de miles han abandonado sus hogares y propiedades debido al vacío judicial que hay en amplias regiones del país; los huérfanos de guerra se cuentan por decenas de miles. La corrupción no solamente no ha disminuido, sino que ha aumentado tanto en magnitud como en descaro, siendo el ejemplo más patente y reciente la mal halada Estela de Luz. La política exterior mexicana, antes motivo de orgullo con la Doctrina Estrada, es ahora una comedia de yerros y enredos. El amiguismo ha cundido en todas partes, especialmente en el círculo íntimo de la Presidencia de la República y en el gabinete presidencial, incluyendo el ampliado, lo que ha deteriorado seriamente la fortaleza del Estado y su eficacia. La política ha sido reducida a una serie de elementales reglas para repartirse el botín de la hacienda pública destinada al financiamiento de partidos y órganos políticos. La impunidad es ya una política de estado.

La lista, por desgracia, no ha terminado, pero sí mi paciencia y la suya.

Por supuesto que CalNerón no es el único responsable; por supuesto que muchos de los males se gestaron décadas atrás; por supuesto el próximo presidente del país no podrá arreglar semejante desastre. Seamos claros, al menos los últimos cinco sexenios, desde Miguel de la Madrid hasta el actual, han sido encarnados en un grupo de pillos apátridas, y al menos los dos últimos, de Vicente Fox y de CalNerón, en un grupúsculo inepto, frívolo, inculto, inexperto, insensible y mercenario.

¿Debemos entonces llevar a Los Pinos a un super héroe, a un mesías, a un caudillo? Y si es así, ¿a quién? ¿Quién es ese prohombre o esa promujer? ¿Y si no existiera tal Iluminado o Iluminada, nos debemos abandonar a nuestra suerte, tan mala que es?

Gane quien gane, sin importar las siglas partidistas, solamente podrá ser una o un buen presidente apoyándose en la participación ciudadana; en la vigilancia popular; en la exigencia cívica del cumplimiento de la ley. Durante décadas hemos convertido a nuestros representantes en nuestras nanas, les hemos delegado enteramente la tarea de gobernar, les hemos dado discrecionalidad total en la rendición de cuentas y de resultados. Carta blanca al tlatoani en turno. Eso debe de acabar, México está al borde del abismo y sus ciudadanos somos un lastre, no un contrapeso.

Ni Vázquez Mota, ni López Obrador, ni Peña Nieto podrán sacar adelante al país con un peso muerto enorme, asfixiante. O participamos o asistiremos como convidados de piedra al desgarramiento de la Nación.