sábado, diciembre 10, 2011

¿Debe Calderón ser enjuiciado?

Hay una película llamada El Abogado del Diablo basada en la novela de Andrew Neiderman y adaptada por Johanthan Lemkin al cine.

Trata de un abogado que resulta ser uno de los muchos hijos e hijas que el Diablo ha procreado con simples mortales, y que a través de su despiadada carrera ha despuntado como el mejor descendiente masculino del Demonio para formarle una familia. Sí, una familia como solamente Lucifer podría desear: uniendo carnalmente al letrado con una de sus medias hermanas, igual de "exitosa" que él, para procrear un hijo. En las escenas finales, Belcebú, protagonizado magistralmente por Al Pacino en el papel de John Milton, declama un casi monólogo que le da valor a toda la película, que a falta de dichas líneas no pasaría de ser una buena producción de Hollywood. Dice Milton, refiriéndose al rol que desempeña en la batalla entre el Bien y el Mal:

... Yo no hago que las cosas sucedan. No funciona de esa manera. Libre albedrío - es como las alas de una mariposa - las tocas y nunca levantarán el vuelo. Solamente preparo el terreno. Ustedes hacen lo demás.

Libre albedrío, ciertamente. Nuestras decisiones, las miles que tomamos a lo largo de nuestras vidas, determinan el rumbo que tomamos. Tomar un buen día la decisión de sacar a las fuerzas armadas a las calles de México, cualesquiera que hayan sido el motivo y el objetivo perseguido, fue una elección de Felipe Calderón que nos ha llevado por una senda llena de acechanzas, incertidumbres, dolor, sangre y corrupción (en su sentido etimológico de romper, separar, quebrar).

Documentarse acerca de la realidad actual de México nos enfrenta a cientos, miles de historias desgarradoras: pueblos abandonados, secuestros, extorsiones, asesinatos, profanación de cadáveres, municipios sin policía, retenes ilegales, contubernio de criminales con funcionarios, policías y ministerios públicos. Dice una máxima que el poder no se toma, se arrebata. Hoy el crimen le ha arrebatado el poder al gobierno, desmantelado las instituciones del Estado, sojuzgado a la población, paralizado la actividad económica, copado a nuestros jóvenes, tomado el control de las fuerzas púbicas de seguridad, sustituido a los tribunales, y penetrando prácticamente todos los aspectos de la vida nacional.

Es cierto que lo que hoy cosechamos se sembró durante décadas, y que Felipe Calderón fue lo suficientemente ingenuo para destapar la Caja de Pandora sin la menor precaución, planeación o previsión. Al chilazo, como decimos popularmente. No podemos soslayar el contexto internacional en que nuestro país se desenvuelve, desde la enorme crisis financiera global hasta los siempre perversos intereses de los Estados Unidos, sin desdeñar los afanes neocolonialistas de España: la Hidra de Lerna, de mil cabezas de aliento venenoso.

Pero lo anterior, más que disculpas que son esgrimidas por el régimen de Calderón, debieron ser focos de atención a considerarse cuidadosamente antes de lanzarse a una guerra sin pies ni cabeza. Echar un cerrillo encendido a un pozo de gasolina para que las llamas la consuman, no es la manera más lógica de deshacerse de ella.

Intentemos por un momento olvidarnos de las miles de víctimas. Veamos la situación en términos totalmente materiales. Amplias regiones del país están bajo el absoluto control del crimen, principalmente del que tiene capacidad de organización. Mediante el fácil expediente de comprar lealtades so pena de pagar con la vida, los narcotraficantes han doblegado a gobernadores, jueces, alcaldes, policías y demás servidores públicos. Multitud de pueblos, municipios, rancherías, caseríos, caminos vecinales, carreteras y territorios carecen ya de autoridades civiles. General Terán en Nuevo León es un buen ejemplo: las fuerzas del orden han desaparecido por miedo, intimidación, asesinatos y cohecho. Hoy, General Terán no tiene policías. En otras regiones no hay Ayuntamientos constituidos: munícipes, regidores, síndicos, directores de área, y demás puestos están vacantes debido a las amenazas, muchas veces cumplidas, de los criminales. Otros relatos dan fe de los retenes ilegales en las carreteras del país, que son levantados cuando se les advierte que el ejército pasará por ahí, para reinstalarse una vez que la presencia militar desaparece. Los comerciantes deben pagar "protección", desde pocos miles hasta millones de pesos para conservar sus vidas y su patrimonio. Una vez pagada la extorsión, patrullas policiales custodian los negocios.

Otro vértice del problema lo constituyen los enormes ejércitos de que disponen los criminales, mucho más numerosos, mejor armados y con una base social mejor arraigada en la sociedad que las fuerzas castrenses que se les enfrentan. ¿De qué van a vivir millones de jóvenes con una educación deficiente, necesidades económicas urgentes y cero posibilidades de tener una vida productiva digna? Los jóvenes al servicio de los criminales refieren que es la única manera de ganar dinero. Con más de 53 millones de pobres, el abasto de soldados está garantizado.

En la total indefensión, la disyuntiva es clara para muchos: plata o plomo, o aceptan integrarse a actividades ilícitas o acabarán muertos. La desigualdad y la impunidad campean por todo el país. Las plazas públicas están vacías en un estado de excepción de facto aplicado por la temerosa población. La eclosión criminal ha provocado el colapso del Estado.

Los problemas mencionados líneas arriba no se resuelven con las armas, hay un trasfondo que debe ser atendido antes de empezar a echar tiros. Y solamente se abordaron unos pocos.

Hace pocos días Javier Sicilia le decía a Carmen Aristegui en su noticiario nocturno en CNN en Español que el país está balcanizado debido a que amplias franjas del territorio nacional están en poder de los criminales, y remataba diciendo que a él le constaba pues lo pudo ver durante el recorrido de las Caravanas por la Paz de las que fue notable integrante.

A modo de conclusión, aventuro una respuesta a la pregunta que titula estas líneas: Sí, Felipe Calderón debe ser enjuiciado por entregar el país al crimen organizado, por propiciar el colapso del Estado, por dejar desprotegidos a millones de mexicanos y por ser el principal responsable de la muerte de miles de compatriotas, criminales o no.

Lejos de rectificar, en sus infinitas soberbia y vanidad, Felipe Calderón porfía en la desastrosa fórmula, que lejos de arrojar resultados positivos ha postrado a la nación.

La vanidad es mi pecado favorito - John Milton

domingo, octubre 09, 2011

La guerra que viene

El sistema capitalista ha vivido durante 500 años, pero se encuentra en una fase de agotamiento terminal. La acumulación de capital ha llegado a extremos suicidas al despojar a la enorme mayoría de la población mundial de su bienestar. El cinismo con que esto viene ocurriendo durante los últimos 20 años ha sido percibido, y en realidad lo es, como una enorme y descarnada burla. El 1% de la población ha acaparado la riqueza mediante saqueos impúdicos de países y pueblos, cancelando el futuro para el 99% restante. Immanuel Wallerstein augura al menos dos décadas más de agónicos estertores para el modo productivo que nos ha llevado a la aspiracional adoración del vellocino de oro.

No se necesita mucho para demostrar la decadencia del capitalismo, ya que las evidencias se acumulan por todos lados. Podemos encontrarla desde las pistas que nos dejaron siglos atrás Hegel, Marx, Bakunin y Engels, entre otros, hasta las páginas de los periódicos de hoy mismo, en donde se consignan los síntomas del delirio imperialista, entendido como la fase culminante del capitalismo: enormes crisis estructurales y protestas masivas en Grecia, España, Chile, Túnez, Islandia, Francia, y ahora en el corazón mismo de la bestia: Wall Street en los Estados Unidos.

El eje de las protestas es uno, en despecho de las diferencias culturales y geográficas: la cancelación de oportunidades de bienestar, especialmente para las futuras generaciones. Jóvenes que han debido hipotecar su porvenir para pagar sus estudios universitarios en un sistema educativo privatizado para luego no encontrar trabajo; pensionados y jubilados que sobreviven en condiciones cercanas a la miseria; legiones de desempleados víctimas de la "eficiencia" y la "productividad" globalizadas y globalizadoras; millones de agricultores, campesinos y familias expulsados de los campos hacia las ciudades por la pobreza; la polarización social que conduce al resurgimiento de los neonazis y la extrema derecha en el Viejo Mundo como fuerza política (y ni qué decir acerca del ultra conservador Tea Party en los Estados Unidos); sistemas de salud privatizados que dejan en la indefensión a millones de personas en aras de aniquilar el "nocivo" tutelaje del estado; las "auto reguladas" fuerzas del mercado marcando el paso de la actividad económica mundial; los enormes fraudes de los fondos de riesgo con los que las más poderosas, e impúdicas, entidades financieras mundiales han quebrado al sistema monetario internacional, echando a la calle a cientos de miles de familias al arrebatarles sus casas por una falsa crisis hipotecaria inducida dolosamente; el "rescate" de esas mismas firmas financieras por parte de gobiernos de todo el mundo con dinero público; vastas extensiones de tierras de siembra acaparadas por multinacionales, junto con sus respectivos aprovisionamientos de agua, con la complicidad de los gobiernos de todo el orbe; la depredación de los recursos naturales, incluido el petróleo, nos ha colocado a la vera de una crisis ambiental de escala mundial.

La lista podría continuar por un buen rato, pero estos ejemplos ya son lo suficientemente demostrativos, y apocalípticos, para ilustrar la situación actual que guarda el "orden mundial". "Hacer más con menos" es el mantra del imperialismo, sin importar que en el proceso las ganancias sean privadas y las pérdidas se adosen a las sociedades.

Pero entonces surge la pregunta: ¿Qué sigue? Decía la filosófica Mafalda que lo difícil no es romper el sistema, sino saber qué hacer con los pedazos. Y parece que ni los unos ni los otros tenemos claro este punto. La kakistocracia mundial se ha quedado sin ideas (por ejemplo, a Grecia le piden que se de un tiro en la sien con la pistola de la profundización de los recortes a los gastos sociales y a las inversiones productivas para entonces acudir a rescatarla), mientras que la gente de a pie intentamos comprender qué está sucediendo. Una pancarta en las protestas llevadas a cabo recientemente en Wall Street rezaba: Debido a los recortes en los gastos, la luz al final del túnel ha debido ser apagada. ¿Debemos desempolvar a Marx? ¿Debemos inventar un nuevo sistema productivo? ¿Debemos arroparnos en el amor para coexistir con la naturaleza y eliminar la desigualdad, como propone Leonardo Boff? ¿Bastará solamente con suavizar y reinventar al capitalismo? ¿Qué hacer? se preguntaba Lenin.

Gracias a los dioses celestiales, no tengo la respuesta a estas preguntas. Lo que sí creo saber es lo que NO debemos hacer. La enajenación de la clase gobernante para con sus gobernados, que ha conducido al estado actual de las cosas, tiene su génesis en el alejamiento de los ciudadanos de la participación política. Les dimos manga ancha a los políticos para que nos "representaran", y todo ha sucedido menos dicha representación. Los políticos crearon, a la vera de nuestra apatía, una nueva clase social parasitaria: la clase política. Lo que menos debemos hacer es dejar que este esquema continúe. Dicho de otra manera, la primera acción que debemos emprender es la participación ciudadana. El precio que hemos pagado por nuestras omisiones ya es demasiado alto, como para elevarlo más. Si persistimos en nuestra inacción inevitablemente llegaremos a una guerra, que bien puede librarse entre los países dominantes para acabar de apropiarse de la riqueza de los países dominados, o bien, de los gobiernos y estados en contra de sus propios ciudadanos. ¿Y porqué el desenlace tiene que ser necesariamente una guerra, en caso de prolongarse la situación actual? El capitalismo, y sus conductores en turno, nunca se han caracterizado por su humildad, por lo que la posibilidad de que rectifiquen está cancelada desde ahora. Distribuir la riqueza que han acumulado salvajemente no está en sus planes, ni siquiera para tirarnos migajas que calmen nuestros ánimos. La historia nos ha mostrado, sobre todo la moderna, que cuando los estados prósperos entran en crisis, recurren a la redistribución de los recursos y las hegemonías mediante conflictos armados, incluso a nivel mundial. Hoy, los sectores más duros de las oligarquías del orbe reclaman el inicio de hostilidades a mayor escala para encontrar un nuevo orden internacional sin poner en duda la viabilidad del sistema capitalista. Inglaterra y los Estados Unidos son la mejor muestra de lo anterior al cultivar, alentar, estallar y mantener conflictos regionales en Palestina, Iraq, Kuwait y Afganistán, por citar solamente algunos ejemplos. Aquellas naciones han defendido, mediante la agresión, un orden unipolar monetarista, basado en la chatarrización del dólar y acumulando monstruosos déficits fiscales. Por otro lado, las guerras siempre han aceitado convenientemente la maquinaria económica de las naciones hegemónicas, y hoy más que nunca, buscan desesperadamente la generación y apropiación de más riqueza para paliar sus crisis estructurales.
Sin redistribución de la riqueza, sin nuevas ideas y con severas crisis fiscales y financieras, ¿qué les queda a los países dominantes? La guerra, solamente la guerra, no por necesidad, sino por avaricia y pereza. ¿En contra de quién? En contra de quien se oponga, y solamente pueden oponerse otras naciones o sus propios ciudadanos. La virulencia con que los gobiernos, supuestamente de diferentes signos políticos, han respondido a las protestas pacíficas en España, Grecia o Estados Unidos, lo demuestra. El futuro nos ha alcanzado, y solamente la acción individual puede desembocar en movilizaciones masivas que pongan freno a la escalada del conflicto. A los gobiernos siempre les ha sido más difícil disparar en contra de sus ciudadanos que contra soldados y civiles de otros países. Nuestra labor es, entonces, impedir que la brecha entre gobernantes y gobernados se ahonde, permitiéndoles a aquellos considerarnos extranjeros en nuestra propia tierra.

Las herramientas para la acción individual están ahí, a nuestro alcance, desde las nuevas tecnologías hasta los canales institucionales largamente existentes. Alzar nuestra voz para que la clase política nos escuche; organizar boicots de consumidores; recurrir a la solidaridad para instrumentar acciones colectivas son algunas de las armas efectivas que podemos utilizar, so pena de que el siguiente paso sea tomar las armas y enfrascarnos en luchas fraticidas.

domingo, agosto 14, 2011

Discurso de Javier Sicilia a las puertas del Senado Mexicano

Frente al Senado de la República, al termino de la Caminata Pasos por la Paz.

Javier Sicilia.

Quiero compartir con todos los que estamos aquí un poema de Elsa Cross, "Sangre": "No se lava la sangre./ El agua que la toca se vuelve roja,/ el aire esparce sus sueros ácidos./ No se lava la sangre./ Si se juntara toda/ correría escalones abajo,/ iría como un río/ entre sus cauces negros/,/ ensordeciendo,/ anegando,/ empañando la vida". En nombre de nuestros muertos y desaparecidos, cuya memoria obliga a no olvidar su sangre derramada que sigue corriendo, pido un minuto de silencio.

Nuestro país está profundamente herido a causa de una guerra atroz entre bandas criminales, un Estado erosionado por la corrupción, y un gobierno extranjero que no ha dejado de alimentarla en nombre de sus armas y de su consumo de drogas.

Cada mañana nos enteramos de nuevas muertes -50 mil, 60 mil…--, y de nuevos desaparecidos -10 mil, 11 mil…--. Son las cifras de una aritmética de la crueldad, el horror y el desprecio que no pueden ocultar más el profundo drama que vivimos en México.

Ese dolor y esa sangre de nuestros muertos que nos hiere y nubla la mirada son más elocuentes que todos los gritos, que todas las consignas, porque han derribado los muros de una estadística que, en su frialdad numérica, en su "parte de guerra", ha pretendido despojarnos de los lazos más íntimos que definen la memoria y que son los nombres y los rostros de nuestros muertos. Nadie puede guardar un secreto sin que llegue a descubrirse, y lo que los poderes han querido ocultar durante más de cuatro años detrás de las puertas de las estadísticas, de las oficinas de sus bunkers, de los sótanos del crimen organizado, ahora grita en las calles, en las carreteras, en los zócalos, en los recintos del Estado y en las ventanas de los medios de comunicación.

Con esa memoria recobrada que clama por la paz y la justicia, las víctimas, a lado de muchos hombres y mujeres de buena voluntad, hemos caminado juntas cruzando los territorios de los asesinos y nos hemos levantado ante ellos para señalar la imbecilidad de sus crímenes e impedir que el infierno en el que han convertido sus vidas se propague más destruyendo a nuestros jóvenes y a nuestros niños. No aceptamos el hostigamiento, la amenaza ni el chantaje de quienes atentan y destruyen el alma de nuestras comunidades y la libertad de lo cotidiano y de sus ritmos.

Con esa misma memoria, que clama por la paz y la justicia, y que cree en esa primera raíz de Occidente --que Sócrates nos enseñó como una forma de encontrar la verdad--, el diálogo, llegamos también al Alcázar del Castillo de Chapultepec a ejercer hasta ahora con dos de los Poderes de la República -el Ejecutivo y el Legislativo-- esa práctica que puede ser una llave de la paz si se respeta y dignifica a todos. Allí les dijimos que la corrupción de las instituciones y la manera en que ejercen el imperio de la violencia legítima, no está abonando a la paz y al Estado de Derecho, sino a la lógica criminal y a la ley del más fuerte que ahonda la muerte y el dolor. Les señalamos también que las casas de los ciudadanos -- frente una de las cuales nos encontramos hoy-se han vuelto bunkers impenetrables que han impedido que la palabra de la ciudadanía -cargada de dolor y de incertidumbre, pero también de hartazgo, se escuche-. Hemos pasado del "Ya basta", al "Si no pueden renuncien", y de éste al "Estamos hasta la madre". ¿Cuál es, si no rectifican el rumbo de la política la siguiente consigna que tendrán que escuchar? Le hemos expresado también, con el testimonio del sufrimiento de las víctimas, que nos encontramos en una emergencia nacional que puede llevarnos del nihilismo al autoritarismo: dos formas de lo inhumano que no sólo nos harán perder nuestra incipiente democracia, sino que instalan por muchas décadas el horror que padecemos.

En esos diálogos, firmes, fuertes, verdaderos, pero respetuosos -como los verdaderos diálogos deben ser--, fuimos testigos del manotazo autoritario e insensible del Presidente de la República, pero también de la apertura del corazón para buscar juntos, en mesas de trabajo, la atención a las víctimas y, aunque de manera apenas enunciativa, la disposición a cambiar el rumbo trágico de esta guerra. Con los Legisladores, fuimos testigos también de una apertura del corazón que los llevó a aceptar con síes contundentes nuestras demandas sustantivas --sí a un Ley de Víctimas, sí a una Comisión de la Verdad, sí a un aumento sustantivo para que ninguno de nuestros muchachos deje de acceder a la educación, sí a la aprobación de la Reforma Política, y dos silencios ambiguos: el primero a nuestro perentorio rechazo a la Ley de Seguridad Nacional, cuya raíz busca legitimar el horror de la guerra y abre paso a la militarización del país; el segundo, al pendiente que tenemos desde hace 17 años con los pueblos indígenas, y cuyo rostro ominoso es la traición a los Acuerdos de San Andrés y la destrucción sistemática, en nombre del capital, de sus territorios y de sus culturas.

Por desgracia, hemos sido también testigos, en nombre de los intereses partidocráticos de los legisladores, del reiterado ejercicio del albazo y la simulación --formas en las que la palabra se traiciona y que han ido construyendo esa espantosa desconfianza que los ciudadanos tenemos por nuestros políticos--. Esa forma de usar la palabra en vano llevó a los diputados a aprobar, fuera de los plazos marcados por el diálogo en el Alcázar, la iniciativa en lo general de una minuta de Ley de Seguridad Nacional que institucionaliza la guerra, que convierte un error de gobierno en una política de Estado y que, lejos de abonar por la paz y la reconstrucción del tejido social, garantizará la continuidad de la confrontación armada, la multiplicación de las víctimas y la extensión de la violencia y la impunidad a todo el país y por muchos años más.

Por ello pospusimos el diálogo. Necesitamos construir un mínimo de confianza que nos permita escucharnos y creer lo que nos decimos. Repetir que al Congreso pocos, muy pocos le creer, no es una denostación, ni un insulto, es -la estructura de sus instalaciones lo dice con el peso de la arquitectura-una realidad que debe alarmarnos, porque cuando la representación ciudadana se vacía de contenidos, es decir, de confianza, la legitimidad se pierde y las instituciones se desmoronan.

Nuestro Movimiento es de paz y la paz no es posible sin el diálogo. Por ello, y a pesar de quienes, lo traicionan o se niegan a ejercerlo, no renunciaremos a él. Las señales de sensibilidad que el poder legislativo ha enviado en los últimos días nos ha llevado a iniciar un proceso de enlace con él para establecer las condiciones en que reanudaremos el diálogo el próximo miércoles 17 de agosto. Nuestra posición, sin embargo, en el orden de la Ley de Seguridad Nacional, detenida ahora para su aprobación o rechazo, como un acto de buena voluntad a la demanda ciudadana, por los propios diputados, no sólo es irreductible, sino que pugnará, como ya lo hicimos en el Alcázar del Castillo y como lo hemos hecho a lo largo de esta marcha, por una Ley de Seguridad Ciudadana y Humana que tome en cuenta a la gente para la reconstrucción del tejido social de la nación.

La Ley de Seguridad Nacional debe replantearse desde su raíz y con una disposición por parte del cuerpo legislativo a escuchar y asumir otras propuestas, otros enfoques, otras lecturas que nos ayuden a encontrar los equilibrios necesarios donde la seguridad de los ciudadanos y la paz sean los ejes principales. La propuesta presentada por la UNAM va en ese sentido.

No entendemos el diálogo sin el uso de la razón, el apego a la verdad y la búsqueda del bien común, con un compromiso claro con la palabra empeñada que sólo puede honrarse cuando se vuelve realidad. La palabra tiene que encarnarse, de lo contrario sólo es un ruido en la boca o, en el mejor de los casos, una buena voluntad que revela lo que debe ser, pero que, de no hacerse carne en los actos y en la vida, se evapora como el agua.

Nuestra presencia aquí, en la Cámara de Senadores, es el rechazo de nuestros cuerpos y de nuestros corazones a la guerra, a la militarización del país, a la injusticia, a la impunidad y al olvido.
Llamamos a los poderes de esta nación a que juntos, sin traicionar la palabra, poniendo nuestros ojos en el corazón herido del país, construyamos la paz.

Llamamos también a los señores de la muerte a que en nombre de esa hermosa palabra vuelvan sus ojos a su corazón y detengan su crueldad, su odio, sus ansias de poder. Nada, nada de lo que puedan desear vale más que una vida. En nombre de ella, del tremendo dolor que han causado y se han causado, pidan ustedes también perdón a la nación -su nación--, a ustedes mismos y a las víctimas a las que tanto han dañado, y volvamos a encontrarnos allí, en la paz, en ese suelo que permite lo único que hace posible la vida y que se llama amor. Dejen de matar, dejen de degollar, dejen de destruir la vida. Con sus actos están desangrando a su propio país, a su tierra y destruyendo la vida de los suyos. Las muertes que llevan a cuestas son las losas de sus propias tumbas Cada vida que respeten, señores de la muerte, será entonces un latido en sus corazones y acrecentará la fuerza y la riqueza de la conciencia que rechaza la muerte y sólo sabe del afecto, de la amistad y de la entrañable e irrepetible humanidad de cada uno. Dejen que la vida vuelva a respirar y depongan y entreguen sus armas.

Llamamos, por último, al gobierno y a los ciudadanos de los Estados Unidos para que tomen conciencia de la sangre que su consumo de drogas, su industria armamentista y su equívoco desprecio por nosotros, han derramado en nuestra patria, para que en nombre de la paz y del amor nos pidan también perdón y detengan esta guerra, cuyos muertos les reclaman desde nuestro dolor. La relación asimétrica y desigual entre México y EU está sometiendo la seguridad nacional de nuestro país a sus manuales y lógicas militaristas que están sembrando sufrimiento, horror y muerte. No se trata de negar su colaboración frente al crimen organizado y sus carteles, sino de evitar que la lógica de su poder militar y sus intereses globales impongan el diseño de seguridad de nuestra nación. Allí están como prueba de ello su fallido "rápido y furioso" -que en su nombre lleva su destino- y las 2000 armas que diariamente entran en nuestro territorio para asesinarnos. Somos amigos, pero no cómplices de sus industrias ni de sus estrategias de muerte.

Seguiremos exigiendo el cumplimiento de las seis demandas fundamentales del documento que leímos el 8 de mayo en la plaza de la Constitución, porque es un hecho incuestionable que la ceguera política de la clase dirigente de nuestro país y sus franjas de corrupción y complicidad permitieron que anidara el crimen en las venas de la nación. Seguiremos, por lo mismo, caminando, consolándonos, uniéndonos en la paz y partiremos la segunda semana de septiembre hacia el sur del país. Recordemos que allá, hace unos lustros, en las montañas de Chiapas, se erigió un de los más altos y profundos ejemplos de dignidad que sigue iluminando la oscuridad del país. Aparecieron los rostros y los nombres negados de los pueblos indios que estremecieron a la nación y nos recordaron las profundas raíces de la injusticia que se arraigaron en México. Los zapatistas, con respeto, independencia y hermandad no han dejado de acompañarnos desde las primeras horas de nuestro caminar. Allá también habitan las experiencias desoladoras de nuestros hermanos centroamericanos que golpean nuestras conciencias y agregan sus dolores a nuestros corazones. Partiremos para abrazarlos, para estar cerca de ellos y hacerles saber que no estamos, que ya nunca más estaremos solos.

Aunque a veces nos tropecemos, aunque a veces nos equivoquemos, seguiremos sumando voces y corazones para que este dolor, como lo dijimos cuando empezamos a caminar, no sirva para sembrar el odio y fomentar el crimen, sino para encontrar el amor, la paz y la justicia que perdimos.

Concluyo con unos versos de un poema de Efraín Bartolomé:
"Habla por mi lengua de mis abuelos […]/ No me dejes callar cuando sienta el peligro/ no me dejes mentir/ no me dejes caer/ no".

¡No a la Guerra! ¡Sí a la Paz con Justicia y Dignidad!

Frente al Senado de la República, 14 de agosto de 2011.

México Distrito Federal

jueves, junio 23, 2011

Activismos a la medida

No sirvió de nada. Solamente bla, bla, bla. Fue una burla. Fue una farsa. ¿Porqué se abrazaron? ¿Qué le pasó a Sicilia? ¿Un escapulario? ¡Qué indignación! Me decepcionó Sicilia. El Movimiento debe radicalizarse.

Estas fueron algunas de las expresiones que de inmediato se dieron al término de la reunión de hoy entre los representantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad y el Poder Ejecutivo. Incluso durante el desarrollo del mismo ya circulaban las mofas, las descalificaciones. Perdidos entre los árboles nos empeñamos en no ver el bosque. Me explico.

  1. Me imagino que quienes critican el rumbo que ha tomado el Movimiento esperaban un asalto al Castillo de Chapultepec, con un Sicilia empuñando un libro de versos y una plumilla entre los dientes al grito de "¡Que no quede uno vivo!" lidereando con su embestida el apaciguamiento de la ira popular degollando funcionarios federales. De otra manera no me explico la decepción que les causó un acto cívico.
  2. Demeritar las participaciones de Julián LeBaron, Ma. Elena Herrera, Salvador Campanor, Norma Ledezma, Araceli Rodríguez y otros más, reproduce la insensibilidad y la desatención de las autoridades que tanto hemos criticado.
  3. No soy historiador, más bien soy un Experto de Nada, pero me parece que el intercambio que tuvo verificativo entre representantes de la sociedad civil sin partido político y sin bandera electoral, con el titular del Poder Ejecutivo y miembros de su gabinete en un acto público no tiene precedentes en el país, sobre todo en su carácter de denuncia de viva voz, en donde cupieron las réplicas a los funcionarios públicos. Tal vez me equivoque, ya habrá quien me enmiende la plana, pero no me cabe la menor duda de que ha sido un evento histórico.
  4. El disenso es intrínseco a la política, y no duden que el Movimiento y sus simpatizantes estamos haciendo política, por lo que las voces críticas no deben ser acalladas sino alentadas a aportar. Nada me gustaría más que entre la cascada de denuestos se filtrara alguna propuesta, alguna aportación, alguna acción.
  5. Hemos criticado acremente al titular del Ejecutivo por negarse a oírnos. Hoy lo hizo con algunas de las voces que nos han movilizado, lo que me parece meritorio, pero también pudimos escucharle a él. Podremos estar de acuerdo o en desacuerdo con sus dichos, podremos o no creerle, pero hablar de democracia, de justicia, de dignidad sin respetar a la contraparte es cinismo puro.
  6. Una frase me indignó enormemente: Los monólogos del Consuelo, calificó alguien al encuentro de hoy. Solamente tiene parangón con otra siniestra y vergonzante que hace referencia a los "shots" de tequila.
  7. En este mundo de apatía en el que habitamos los mexicanos se incuba la satanización a quien descolla, a quien es diferente, a quien se atreve a hacer algo. ¿Cuántos de nosotros podemos convocar a decenas de miles a marchar por las calles, a viajar por las carreteras? ¿Cuántos de nosotros conseguiríamos una reunión pública con el Presidente de la República para hablar de tú a tú? De nosotros depende potenciar lo que ya está en marcha o detenerlo, de nadie más, no nos engañemos.
  8. Hubo acuerdos y ofrecimientos de parte de la Presidencia de la República, insuficientes, pero existieron. La lección que debemos sacar es que la movilización ciudadana sí da frutos.

Creo que el Movimiento por la Paz, que insisto que no es Sicilia ni es de Sicilia, debería abrir una ventanilla para recibir las peticiones de los inconformes para diseñarles movimientos sociales a la medida de sus deseos y necesidades, que supongo deberán cumplir el requisito de hacer activismo desde la comodidad de su casa.

miércoles, junio 22, 2011

Sicilia: De traiciones, coherencia y expectativas

Mañana se reúnen representantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad con el titular del Poder Ejecutivo y varios altos funcionarios de su gabinete.

Esta reunión es para muchos una traición, una claudicación del Movimiento ante un gobierno sordo, negligente, mitómano e insensible. ¿Se debe o no dialogar? Bueno, depende de lo que se busque. Desde un principio Javier Sicilia, el dolorido emblema del Movimiento, ha dejado en claro que la violencia no se combate con más violencia; que la prioridad son las víctimas, sus familias y amigos, y en última instancia, el país todo; que se buscan justicia, paz y dignidad. Aún más, revisando el texto original del Pacto Nacional tenemos que las principales exigencias eran:

  1. Verdad y Justicia, en donde caben el esclarecimiento de los asesinatos, desapariciones, secuestros y todos los delitos que han agraviado a la sociedad. Además, se establecía un plazo de tres meses para que las autoridades de todos los niveles presentaran a los responsables de ocho casos emblemáticos.
  2. Fin a la estrategia de guerra y asumir un enfoque de seguridad ciudadana. Se pedía explícitamente evitar "la participación del ejército en tareas policiales", pero en ningún lado se exigía la vuelta inmediata a los cuarteles. Además, se convocó a un Encuentro Nacional de la sociedad civil para compartir experiencias de seguridad ciudadana y defensa ciudadana autogestiva.
  3. Combatir la corrupción y la impunidad. En este punto se proponen cambios a la actual estructura de justicia, incluyendo al Ministerio Público y al Poder Judicial, con un enfoque de vigilancia ciudadana. Así mismo, se pide al Congreso de la Unión que elimine el fuero en casos de corrupción, delitos del orden común y crimen organizado.
  4. Combatir la raíz económica y las ganancias del crimen. Básicamente se alude al combate al lavado de dinero, el desmantelamiento de las redes financieras del crimen organizado y la participación ciudadana en la denuncia de casos de riqueza inexplicable.
  5. Atención a la juventud y recuperación del tejido social. Explícitamente se pide que el Sindicato de Trabajadores de la Educación, el desprestigiado SNTE cuyo liderazgo real recae en la nefasta Elba Esther Gordillo, saque las manos de las políticas educativas en México. También se exige un programa de emergencia para atender a la juventud en los rubros de educación, cultura, empleo y salud, además de incrementar la oferta educativa de calidad en todos los niveles, especialmente en el bachillerato y la enseñanza superior.
  6. Democracia participativa, democracia representativa y democratización de los medios de comunicación. No hay mucho que explicar aquí ante la enajenación de nuestros supuestos representantes populares, la crisis de representación, el botín en que se ha convertido la política y la poderosa presencia de los poderes fácticos.

Ésta es la médula del Pacto Ciudadano, incompleto y parcial, que no parcializado, como es de esperarse cuando se busca convocar a amplios sectores de la población agraviados por la situación de país; cuando en escasas semanas se articuló un conglomerado de personas por sobre los intereses particulares; cuando la urgencia de actuar ante una Emergencia Nacional se privilegia sobre la reflexión que no tiene cabida si se tiene que hacer sobre 40 mil cadáveres. Se nos advirtió que era un documento que podría ser enriquecido con las aportaciones de la ciudadanía, ejercicio que se llevó a cabo en Ciudad Juárez, Chihuahua, con los resultados que todos conocemos: un documento pobremente consensuado, integrado a las carreras y que incorporó propuestas radicales, por lo que ni Tirios ni Troyanos quedaron satisfechos. Como en su momento advertí, la diversidad y pluralidad del Movimiento constituyen su principal virtud y su más grande defecto.

Estoy seguro de que el problema no es lo que contiene el Pacto, sino lo que, a juicio de muchos, le falta.

Entonces, ¿dialogar con el gobierno es traicionar la escencia del Movimiento? Más allá de filias y fobias personales, y basándome en el Pacto Nacional originalmente propuesto y abrazado por muchos de nosotros, no veo elementos para afirmarlo. Comparto y apoyo muchos de los agregados polémicos que se hicieron en Ciudad Juárez, mismos que han cimbrado al Movimiento, lo han dividido y amenazan con debilitarlo al haber sido rechazados públicamente por Javier Sicilia, y supongo que por muchos de sus allegados. Pero debo admitir que la premura con que se incorporaron les resta virtud, pues la inmensa mayoría de quienes apoyamos al Movimiento no tuvimos la oportunidad de asistir y dar nuestra opinión. El Pacto original no plantea el desconocimiento de las Instituciones Republicanas, por el contrario, les hace apremios; no divide, convoca; no polariza y sí invita a la participación ciudadana. Dialogar, entonces, no debe excluir ni inhibir las exigencias de la sociedad, que con firmeza está obligada a ponerle un alto a la descomposición que vivimos en múltiples ámbitos. Negociar prebendas sobre los osarios, sobre los sudarios, sobre las fosas clandestinas, sobre los lagos hemáticos, sobre la memoria criminalizada de miles de víctimas sí representaría una afrenta más.

El interés de la Patria debería ser suficiente para que superemos nuestras agendas personales o de grupo; el futuro clausurado de nuestros hijos, de la niñez mexicana, debe podernos más que nuestras diferencias; el dantesco panorama, cultivado durante generaciones con nuestras indiferencia, ignorancia y apatía, al que hemos condenado a nuestros jóvenes es una culpa que nos convoca a lavarla, no a profundizarla.

Vivimos una real Emergencia Nacional y hacemos intentos por quemar en leña verde al único que, con calidad moral, ha levantado la voz, la propia y la de las víctimas. Deshonramos a quienes viajaron miles de kilómetros para recoger testimonios desgarradores, para secar las lágrimas de los deudos y vertir las propias. Denostamos a quienes andando hicimos eco del dolor propio y ajeno, quienes inundamos las calles con un sólo reclamo: No más sangre.

Javier Sicilia no es el Movimiento por la Paz, el Movimiento no es exclusivamente de Sicilia, como tampoco de Álvarez Icaza, ni de LeBaron, ni de los muchos a los que les hemos dado nuestra representación, a quienes hemos aplaudido. El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad es de todos los mexicanos agraviados, de quienes hemos llorado escuchando las historias de impunidad, de horror, de injusticia; es de todos los que queramos participar. Nosotros somos los únicos que podemos traicionarlo, somos los únicos que podemos matarlo, somos los únicos que podemos acallarlo. Es la hora de las decisiones.

technorati tags:
 
del.icio.us tags:

martes, junio 14, 2011

De putas, marchas y otros asuntos

La violencia de género ha evolucionado, se ha hecho de nuevas coartadas, se ha sofisticado.

Pero también se sigue presentando bajo argumentos manidos, bárbaros, ignorantes, insulsos, cínicos y cobardes. Uno de estos argumentos, producto de la pereza mental y la pobreza de ideas, detonó un movimiento internacional que tuvo su epicentro en Canadá y múltiples réplicas en México, Argentina, Nicaragua, Estados Unidos y Europa, por citar algunas. La premisa es simple: las mujeres son violadas por vestirse como putas (sluts fue el término que se usó). Así lo expresó un funcionario de la policía de Toronto de nombre Michael Sanguinetti, que por desgracia no pecó de originalidad. Ya en su momento, el entonces Procurador de Justicia del Estado de Chihuahua escurrió el bulto de su ineficacia con la misma lógica, aunque suavizada, pues usó la palabra "prostituta". Y ejemplos abundan, el más reciente es el del alcalde de Novolato, del estado mexicano de Sonora, Evelio Plata, quién vio en la prohibición de las minifaldas la solución a los embarazos no deseados en las jóvenes sonorenses. Estos conceptos no resisten el menor análisis, así que no me detendré en ellos.

Las afirmaciones de Sanguinetti fueron duramente criticadas, y a pesar de que se disculpó las mujeres canadienses se lanzaron a la calle en una movilización bautizada como "Slut Walk", en donde se reivindicaban el derecho a la libre elección de la vestimenta; la libre sexualidad femenina; el rechazo a la violencia de género, desde el acoso sexual hasta la violación; el derecho a elegir sobre la maternidad; y en las marchas mexicanas, la demanda a detener los feminicidios en nuestro país, entre otras cosas.

Las organizadoras de la movilización en México, entre quienes destacan Minerva Valenzuela (@ladelcabaret) y Areli Rojas (@Barbieroja), la bautizaron "La Marcha de las Putas". Esta denominación es contestataria y provocadora, pues toma el adjetivo peyorativo para sacarlo del contexto misógino en que se utiliza comúnmente para convertirlo en denuncia explícita de la violencia que predomina en nuestras sociedades patriarcales, fálicas y violentas. Puede ser que en la marcha haya habido presencia de prostitutas de oficio, pero también, como algunas lo pregonaron con cortante ironía, quienes son putas por elección, rindiendo honores a su sexualidad. Pero el leitmotiv, evidenciado en las consignas, las pintas corporales y las pancartas, fue la exigencia de poner un alto a la violencia de género. La erotización comercial de la mujer ha fortalecido su cosificación, su transformación en un commodity (para estar a tono con la sacralización del libre mercado que tantas penurias nos ha traído, y que amenaza con traer más en su lenta agonía). De esta manera, el papel de la mujer en nuestras sociedades ha cambiado mucho pero no ha cambiado nada, y este siglo XXI sigue reproduciendo los viejos esquemas sexistas que debimos haber dejado atrás hace muchas centurias.

Desde temprana edad los roles son establecidos consciente e inconscientemente, de buena o de mala fe, por tradición o por ignorancia; por comodidad o por conveniencia. Y el caldo de cultivo es inmejorable para que prosperen: crisis de todo tipo y magnitud, destacando las económicas, las sociales y las políticas. En México el fenómeno de los feminicidios fue el preludio de la violencia inhumana y sin razón que nos aqueja. Nunca como antes las mujeres son simples satisfactores de las pasiones más bajas: se les usa, se les mata y se les desecha. La basura se tira en recipientes, a las mujeres se les abandona en llanos, solares, baldíos, ríos, veras. Son nuestra basura visible, son nuestra vergüenza inocultable. Hablar de valores a estas alturas parece banal y abre flancos que son atacados sin misericordia, pero su pérdida nos ha llevado al cinismo, a la insensibilización, al desperdicio de décadas, de talentos y de oportunidades. Los jóvenes que ven clausuradas sus oportunidades de vida son los más vulnerables, por lo que ellos se convierten en verdugos de fusil y pene, en ejecutores que lanzan balas y semen; mientras que ellas cumplen el doble papel de víctimas y victimarias.

No se puede menos que saludar una iniciativa como la de la Marcha de las Putas. Saludarla y apoyarla. Cada fibra del tejido social que se restañe contribuye a salir del profundo abismo en que nos encontramos, demás de que históricamente la sociedad tiene una gran deuda con las mujeres. En este México en donde la polarización es la norma y los consensos son urgentes, debemos iniciar un gran debate incluyente y dialéctico, respetuoso e inteligente para decidir cómo debe ser la convivencia entre seres humanos iguales en derecho y distintos en género.

Haz clic para visitar la galería de fotos de La Marcha de las Putas.


lunes, junio 06, 2011

La rueda gira

Nada más ayer advertía de los ominosos signos que apuntan a un malhadado desenlace del sexenio de felipe calderón (con minúsculas) cuando nuevos acontecimientos abonan la posibilidad.

Ayer mismo quedó registrada la precandidatura de la famosa Cocoa Calderón al gobierno de Michoacán. El fin de semana estuvo pleno de frivolidad en la cuenta de Twitter de calderón (@FelipeCalderon): entre el 4 de junio y hoy hizo seis tweets, tres de los cuales fueron enteramente fútiles (ver imagen).

Clic para agrandar.
Captura tomada del TL de @FelipeCalderon el 6 de Junio de 2011 a las 18:30

No nos engañemos, estas banalidades pueden ser la antesala de una peligrosa rabieta, pues mientras el Distrito Federal recibía a la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad (con etiqueta o hashtag en Twitter #CaravanaMX) y se hacían actos en varias ciudades del país para conmemorar el segundo aniversario del crimen por negligencia en la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, calderón se regocijaba de que el actor Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, elogiara a su esposa, Margarita Zavala Gómez del Campo.

Y la rueda sigue girando. El domingo por la noche patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSP) allanaron sin orden judicial y con lujo de violencia las oficinas de la organización Centro de Derechos Humanos Paso Norte, participante en la Caravana por la Paz, o la Caravana del Consuelo como la llama el poeta Javier Sicilia, siendo la principal responsable de la logística para recibir a la mencionada Caravana en Ciudad Juárez, en donde deberá firmarse el Pacto Nacional el próximo 10 de Junio. Las explicaciones de la SSP son ofensivas, por decir lo menos: cuando perseguían a un narcomenudista se refugió en las instalaciones del Centro Paso Norte, por lo que irrumpieron en ese domicilio. Tras la irrupción Sicilia exigió una postura oficial de calderón hacia el movimiento por la paz, mientras que Pietro Ameglio, prominente integrante del movimiento y persona muy cercana al poeta, calificó el acto como una provocación.

Y la rueda sigue girando. De suyo el allanamiento es grave, pero más cuando se alega que un narcotraficante se refugió en las instalaciones del Centro Paso Norte, pues abre amenazadoramente la puerta a acusaciones de nexos de la organización con el crimen organizado. Y sabemos que cuando el gobierno quiere sembrar pruebas y fincar falsas imputaciones lo hace sin rubor, aunque luego recule, se le venga abajo el teatro o fracase por la ineptitud de los ministerios públicos y su policía.

Y la rueda sigue girando. En la más reciente visita de calderón a Ciudad Juárez se desafió abiertamente a la ciudadanía no solo de esa ciudad, sino del país entero: se celebró un desfile militar cuando la nación clama en sentido contrario.

Y la rueda sigue girando. El alcalde de Chihuahua, ciudad capital del estado del mismo nombre, ha declarado el "estado de emergencia en seguridad" por el asesinato de seis policías en una semana, y solicitó al gobierno federal su "apoyo decidido", lo que sea que eso signifique. Llama la atención de que sea la capital del estado en donde se firmará el Pacto Nacional la que se declare en emergencia. Igualmente llama la atención la débil justificación, sin menospreciar la vida de ninguno de los servidores públicos caídos.

Y la rueda sigue girando. Ernesto Cordero, supuesto favorito de calderón para la candidatura a la Presidencia de la República (reproduciendo el ceremonial del dedazo presidencial tantas veces criticado por ellos y su partido en el pasado), se vuelve a enredar con declaraciones inverosímiles que abren otro flanco de ataque en su contra: el salario mínimo ha recuperado su poder adquisitivo en la década de gobiernos panistas y alcanza para comprar más cosas. Insostenible e indefendible la afirmación del secretario de Hacienda, ya veremos mañana su propio desmentido, entre tanto pareciera que Cordero será sacrificado como tal y que la candidatura del PAN sigue en el aire, o quizá escondida bajo la manga de su presunto protector.

Y la rueda sigue girando. Desde que el mismo felipe calderón era candidato a la presidencia, y cuando su campaña hacía agua de manera escandalosa al grado de que fue severamente regañado por los empresarios regiomontanos en un acto público - lo que obligó al relanzamiento de su campaña tal como lo ha hecho el domingo Felipe Bravo Mena - no tuvo empacho alguno en apostar a crear enconos y divisiones entre los mexicanos para ganar. La innoble maniobra de calificar a Andrés Manuel López Obrador como "un peligro para México", orquestada por el publirrelacionista español ultraconservador Antonio Solá, logró sus objetivos: sembrar una profunda división en el país y allanarle el camino a la silla presidencial. Una vez ahí retomó el camino de la violencia al sacar al ejército a las calles para combatir al crimen organizado. Luego de 40 mil muertos, magros resultados y ninguna expectativa de triunfo al corto plazo, el michoacano defiende su postura atacando a quienes piden claudicar en la lucha (cosa que nadie ha pedido), hablando de buenos y malos mexicanos (lo que en esa lógica a estos últimos les conculca sus derechos) y transfiere a los ciudadanos la responsabilidad de protegerse.

Y la rueda sigue girando. Alejandro Poiré Romero, designado pomposamente por calderón secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional y del gabinete de Seguridad (vocero de seguridad nacional en palabras llanas) se ha dado desde hace un par de semanas a la tarea de desmentir hebdomadariamente los 10 mitos, a su juicio, de la lucha por la seguridad. En lugar de buscar un acercamiento con la sociedad para dialogar, el titular de poder ejecutivo optó por defender unilateralmente sus tesis con dibujos animados de pobre factura (en donde los malos son morenos y los bueno de piel blanca) aportando datos absurdos, como el de que para prevenir las adicciones se cuenta con 300 centros Nueva Vida en todo el territorio nacional, lo que da una media de un centro cada ¡¡6,500 km cuadrados!! Hoy pueden consultar la "destrucción" del segundo mito en la página de la presidencia.

Cuando el gobierno se atrinchera en la cerrazón, solamente podemos esperar lo peor. No descartemos pues un golpe de estado desde el Poder Ejecutivo para implantar un estado de excepción que le permita perpetuarse en el poder.


domingo, junio 05, 2011

La guerra sucia para el 2012 ha iniciado

La detención de Jorge Hank Rhon ni es trivial, ni anecdótica ni se circunscribe a un pleito más entre las mafias partidistas.

Desde el momento mismo en que se dio la noticia de su detención se escapó un tufo que a lo largo de las horas siguientes al hecho se ha vuelto pestilencia. Es claro que Hank Rhon es indefendible, ni como político ni como persona, y como sujeto de derecho que lo defiendan sus abogados. Las piezas de este rompecabezas se han ido acomodando, y lo seguirán haciendo en los días venideros. Primero se rumoreó, hace unos días, que habría detenciones políticamente explosivas, quizá de un ex gobernador priísta. Luego, tras la detención de Hank Rhon hubo denuncias inmediatas de que ni policías ni fuerzas armadas que participaron presentaron las órdenes judiciales que ampararan la actuación. El comunicado del gobierno no ayudó nada: una llamada ciudadana anónima fue la causa del operativo (parece que sin las llamadas ciudadanas anónimas nadie sería aprehendido en este país, tal es el caso de los presuntos asesinos de Juan Sicilia, este caso y muchos otros, lo que evidencia la casi inexistencia de las investigaciones ministeriales, policiales y de los órganos de inteligencia). El bajo perfil del detenido, alejado de la escena política pública desde hace tiempo (aunque señalado desde siempre como cómplice del crimen organizado, beneficiario del saqueo de las arcas públicas y feroz acosador de periodistas adversos), pero relacionado con grupos de poder en el Estado de México da una pista más de lo que se busca. Dos piezas más de este escueto recuento: las declaraciones de prominentes panistas de que las complicidades empezarán a desvelarse y la inmediata reacción del equipo de campaña de Eruviel Ávila, candidato a la gubernatura del Estado de México por el PRI, negando todo vínculo financiero con Hank Rhon.

¿Por qué debe preocuparnos a los mexicanos este aparente acto de justicia? Pues porque no es un acto de justicia, sino una carambola autoritaria y politiquera que busca golpear varias bandas: las próximas elecciones estatales en Michoacán y en el Estado de México; las elecciones federales del 2012 (en todas, el posicionamiento del PAN es de pena ajena, tanto en la intención de voto como en la imagen de los candidatos, precandidatos y aspirantes tempranos); los jaloneos legislativos en torno a, principalmente, la Reforma Política y a la Ley de Seguridad Nacional, en donde el titular del Poder Ejecutivo y su partido han sido vapuleados, engañados, zarandeados y chamaqueados ... y lo que les falta; y porque felipe calderón (en minúsculas) no se distingue por su planificación, prevención, concertación y tino en las lides políticas. Sus jugadas le ha resultado siempre, como dice la voz popular, en tiros por la culata.

Pero este nuevo gesto autoritario, que no de autoridad, se da en el contexto de crecientes reclamos sociales de justicia, equidad, y armonía republicana, como es el caso del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad o el segundo aniversario del crimen por negligencia de la Guardería ABC en Hermosillo. Lo que quizá se deseaba mostrar como una respuesta a la exigencia de terminar con la impunidad, la corrupción y el baño de sangre en el país, queda desvirtuado por la forma en que se ha manejado, sobre todo si se confirma que no se tenían las órdenes judiciales correspondientes, lo que terminaría en una liberación forzada por el desaseo jurídico o fallas en la integración del expediente, como ya ha sucedido en incontables ocasiones.

De suyos preocupantes estos signos, quedan empequeñecidos ante el mensaje de que el gobierno federal está dispuesto a jugar sucio para rescatar para sí el poder en el 2012. Las recientes revelaciones de los intentos de calderón por suspender los comicios en Michoacán por la falta de garantías; de las pretensiones de su hermana Cocoa para ser gobernadora de ese estado y de su esposa Margarita de contender por la presidencia en un futuro quizá muy, muy cercano; de la búsqueda de una candidatura de unidad partidaria en los ya citados comicios estatales de Michoacán; de debilitar las garantías individuales, ciudadanas, humanas y constitucionales en los términos en que se pretendió hacer pasar las reformas a la Ley de Seguridad Nacional; son nada más que experimentos para tomarle el pulso a la sociedad de cara a un estado de excepción decretado en aras del interés nacional, cuando lo que menos les interesa es eso justamente.

Incluso las supuestas querencias de calderón hacia Ernesto Cordero, destapado ya como contendiente a la candidatura presidencial del PAN para el próximo año, se perciben más como una cortina de humo detrás de la cual pudiera estar escondida la primera dama. Y el culpable de esto es el propio secretario de Hacienda al torpedear sus propias aspiraciones con declaraciones que un día lo dejan mal y al otro lo dejan peor, como las famosas palabras de que los mexicanos pueden tener casa, coche y hasta pagar escuela particular con seis mil pesos al mes o aquellas otras de que México dejó hace mucho tiempo de ser un país pobre. Y de sus propios desmentidos de que no dijo lo que dijo más vale ni hablar.

Así como buscó la legitimación con las armas en cuanto llegó a la presidencia, así ahora pretende hacer su "quinazo" en las postrimerías de su sexenio (ya no critiquemos el personaje seleccionado ni los modos con los que se le pretende crucificar, sino el "timing", la falta de oportunidad) montado sobre el mismo principio de que la violencia de estado es sinónimo de autoridad moral.

Frustrado, repudiado, aislado y sometido a los poderes fácticos, no debemos menospreciar a felipe calderón, caracterizado por su obsesión por el control, su inmadurez política rayana en lo infantil, sus aires de grandeza salpicados de místicas elucubraciones inspiradas en pasajes bíblicos y su irascible personalidad, además de su supuesto alcoholismo nunca desmentido por él. Un arrebato colérico que ponga en jaque a la Nación no es algo descabellado ni debe tomarse a la ligera.


jueves, mayo 26, 2011

Los motivos persisten

Hace unas pocas semanas decenas de miles de mexicanos salimos a la calle con una exigencia: No más sangre.

Lo que nos motivó no fue la intención de demandar que se detenga el combate al crimen organizado, sino que se haga de la manera correcta. Las vías policíacas y militares son apenas una parte mínima de ese combate, no la médula del mismo. Quienes pedimos una rectificación en el modelo actual lo hemos dicho muchas veces, y tendremos que seguir haciéndolo ante la distorsionada interpretación gubernamental: La violencia genera más violencia. Invertir en educación, salud, programas de empleo y de disminución de la pobreza, cultura, vivienda, y sobre todo, en programas de rescate de la juventud mexicana son urgencias que deben atenderse de inmediato. De igual manera, el combate a la impunidad, la desigualdad, la corrupción y el lavado de dinero son fundamentales.

Diezmar las tropas del crimen organizado mediante oportunidades de empleo digno y bien remunerado, educación, cultura y recreación es la mejor forma de hacerlo, no a balazos. Descuidar esos rubros simplemente ha empujado a decenas de miles de jóvenes (y no tan jóvenes) mexicanos a buscar medios para sobrevivir, aunque sean ilegales. Desdeñar la instrumentación de estos programas fortalece a las organizaciones criminales.

Pero esto implica un cambio de rumbo en prácticamente todos los ámbitos: social, político, económico, de salud, etc. Significa remplazar un sistema de gobierno que ya no funciona. Así lo han entendido los jóvenes españoles que se han plantado en plazas y calles para protestar por un sistema que no los oye pero los usa; que no les da empleo pero les exige que voten y paguen impuestos; que les niega todo y les pide todo a cambio.

El movimiento que aún se gesta en España, y que ha empezado a difundirse en Europa, tiene sus antecedentes en las pasadas protestas sociales en Finlandia y el Medio Oriente, y aparenta tener su continuación más inmediata en las manifestaciones de ayer en Grecia. Tampoco hay que quitar el ojo del Perú, pues sus jóvenes empiezan a salir a la calle a protestar en contra de un sistema político corrupto y que no los representa.

Salvadas las necesarias diferencias dadas por el contexto de cada nación, todas comparten un primordial elemento común: un Estado que ya no responde a las necesidades de amplias franjas de sus habitantes, principalmente los jóvenes. Si grave es que los gobiernos sean secuestrados por tecnócratas, monetaristas y neoliberales, más lo es la descomposición a la que han llegado los Estados al renunciar a su papel rector y abandonarse a las hostiles fuerzas del mercado.

No es dado pensar que el cambio vendrá de los actores que han postrado gobiernos y Estados. Los cambios tendrán que venir de la propia sociedad organizada que deberá buscar nuevos caminos hacia el bienestar, la paz y la prosperidad. Es una re edición de la lucha de clases pero caracterizada por los de arriba y los de abajo, no por los de la izquierda y la derecha pues han acabado confundiéndose.

No es descabellado pensar, aunque resulte poco probable que se concrete, que así como los mercados son globales, así deberán ser ahora las reformas sociales: globales. Las redes sociales como Twitter y Facebook han jugado un papel muy significativo en la articulación y sostenimiento de los diferentes movimientos sociales que mencioné anteriormente, tanto a nivel local como internacional. Pero aunque no deben ser menospreciadas, su valor histórico real aún está por verse.

México no va a cambiar con una marcha, pero sí se han sembrado semillas que bien cultivadas podrán dar frutos en su momento. La participación ciudadana en acciones y movimientos es fundamental para llegar a resultados tangibles. Es un largo camino pero hay que recorrerlo, pues los motivos que nos llevaron a las calles persisten, e incluso, amenazan con profundizarse. En días recientes se ha tenido noticia desde varios medios de comunicación que felipe calderón (así, con minúsculas) ha sondeado la posibilidad de suspender las próximas elecciones en Michoacán debido a la violencia que prevalece en el estado. No se necesita mucha imaginación para suponer que sería la antesala para hacer lo mismo a nivel nacional en el 2012. Así se confirma que la crisis de representación, la cerrazón gubernamental, la violencia desmedida y las crisis económicas recurrentes responde a una agenda oculta, lejos de los intereses nacionales. Como dicen los jóvenes españoles en sus pancartas: No es crisis, es desfalco.

Preparémonos pues para una larga batalla, pues la kakistocracia no soltará el poder, habrá que arrebatárselo. Por lo pronto, apoyemos la Caravana por la Paz que inicia el próximo 4 de junio y culminará en la flagelada Ciudad Juárez el 10 de junio. Para participar o hacer donaciones visiten la página del movimiento.


Pacto Nacional

Este es el texto del Pacto Nacional por un México en Paz con Justicia y Dignidad tomado del sitio del CENCOS.

El documento surgió de la Marcha Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad que culminó el pasado ocho de mayo del 2011 en una magna concentración en el Zócalo del Distrito Federal, así como en decenas de ciudades de México y el extranjero.

Por favor difúndanlo a través de sus redes sociales virtuales y reales.

Pacto Nacional

I RAZONES DE URGENCIA

Ante la emergencia nacional, hoy más que nunca resulta necesario tomar medidas urgentes para detener esta guerra con su escalada de violencia y regenerar el tejido social y comunitario.

Este momento histórico adverso y profundamente violento es resultado de estructuras económicas y sociales que generan desigualdad y exclusión Aquí impera la muerte lenta causada por la miseria la pobreza el desempleo la falta de oportunidades para el desarrollo pleno de nuestras vidas y por la destrucción del ambiente.

La guerra contra el narcotráfico es una manifestación de políticas y acuerdos internacionales que sitúan a México como el campo de batalla donde a los pobres de este país y Centroamérica les toca pagar una alta cuota de vidas humanas para que las drogas lleguen a su destino y consoliden grandes negocios.

Frente a este escenario el Estado ha optado por una estrategia militar para enfrentar al crimen organizado y la protesta social privilegiando un proceso de militarización intensivo y extensivo de la seguridad pública no sólo por el amplio despliegue de las fuerzas militares en territorio nacional sino también por la creciente presencia de los mandos castrenses en la dirección de las policías civiles.

Resultado de esta estrategia que pone en el centro la confrontación violenta es una guerra civil donde mexicanos matan mexicanos generando 40 mil ejecuciones en lo que va del sexenio.

Sólo en el mes pasado en abril se contabilizaron mil 427 asesinatos considerando los cuerpos hallados en las narcofosas Las víctimas civiles se cuentan ya por miles en todo el país más de 230 mil personas desplazadas 10 mil huérfanos la Redim calcula 30 mil aunque no es una cifra oficial 10 mil secuestros de migrantes más de 30 alcaldes asesinados.

Un componente fundamental que explica esta escalada de violencia y guerra es la enorme corrupción y su infiltración en el Estado en todos sus niveles.

La impunidad es otro de los factores que determinan lo que hoy sucede en el país 98 3 de los delitos quedan impunes Tenemos un sistema de procuración e impartición de justicia incapaz de investigar y sancionar a quienes cometen los delitos y la violación de derechos.

II VISIÓN COMÚN CON EXIGENCIAS MÍNIMAS Y COMPROMISOS

1 Exigimos esclarecer asesinatos y desapariciones y nombrar a las víctimas

Proponemos a la sociedad y planteamos la exigencia y mandato a las autoridades acciones de corto y mediano plazo que inicien un nuevo camino de paz con justicia y dignidad.

A.- Se deben esclarecer y resolver los asesinatos las desapariciones los secuestros las fosas clandestinas la trata de personas y el conjunto de delitos que han agraviado a la sociedad Determinar la identidad de todas las víctimas de homicidio es un requisito indispensable para generar confianza.

B.- Exigimos a las autoridades estatales y federal la resolución pública que presente a los autores intelectuales y materia les de algunos de los casos emblemáticos que han agraviado a la sociedad entre ellos la familia Reyes Marisela Escobedo y su hija Rubí Bety Cariño y Jirí Jaakola las niñas y niños de la guardería ABC la familia Le Barón los jóvenes de Villas de Salvárcar los jóvenes de Morelos.

C.- Convocamos a la sociedad civil a rescatar la memoria de las víctimas de la violencia a no olvidar y exigir justicia colocando en cada plaza o espacio público placas con los nombres de las víctimas.

2 Exigimos poner fin a la estrategia de guerra y asumir un enfoque de seguridad ciudadana

A.- Se debe cambiar el enfoque militarista y la estrategia de guerra de la seguridad pública y asumir una nueva estrategia de seguridad ciudadana con enfoque en los derechos humanos.

B(I).- Exigimos que antes de dos meses los Congresos locales aprueben la reforma constitucional en derechos humanos y sea publicada para darle plena efectividad y que en el mismo plazo se instituya el mecanismo de protección de periodistas y defensores de derechos humanos.

B(II).- Exigimos que no se aprueben leyes o normas que conculquen los derechos humanos y las garantías individuales bajo el concepto de seguridad nacional y que no se aprueben las modificaciones propuestas al dictamen de la Ley de Seguridad Nacional.

3 Exigimos combatir la corrupción y la impunidad

A.- Se requiere una amplia reforma en la procuración y administración de justicia que dote de verdadera autonomía al Ministerio Público y al Poder Judicial que establezca el control ciudadano sobre las policías y los cuerpos de seguridad avance en la reforma de los juicios orales y establezca sistemas más efectivos de control judicial que reduzcan la discrecionalidad en los procedimientos y resoluciones de fondo La justicia no puede seguir al servicio de intereses y cálculos políticos También se requiere legislar para generar la capacidad y atribuciones de investigación y consignación de funcionarios públicos de los tres órdenes de gobierno en casos de corrupción.

B.- Exigimos que en máximo 6 meses el Congreso elimine el fuero de legisladores y funcionarios de los tres órdenes de gobierno en materia de actos de corrupción delitos del orden común y de crimen organizado.

4 Exigimos combatir la raíz económica y las ganancias del crimen

A.- La criminalidad y su violencia tiene como su motor las ganancias derivadas del narcotráfico los secuestros la trata de personas la extorsión la venta de protección y demás delitos que después reinyectan los recursos en la economía mediante el lavado de dinero Exigimos un combate frontal al lavado de dinero y activos de los delincuentes mediante la creación de unidades autónomas de investigación patrimonial en coordinación con fa Unidad Federal de Inteligencia Financiera que permitan reunir material probatorio para formular acusaciones y dictar sentencias por los actos de negocios ilegales.

B.- Exigimos la presentación de un Informe a la Nación sobre los resultados de la investigación patrimonial y el lavado de dinero que muestre los casos más notorios que se han sancionado en este sexenio y sobre el avance en la integración de las Unidades de investigación sobre lavado de dinero de las 32 entidades federativas y la federal.

5 Exigimos la atención de emergencia a la juventud y acciones efectivas de recuperación del tejido social

A.- La seguridad ciudadana no se resolverá con armas y violencia Exigimos una política económica y social que genere oportunidades reales de educación salud cultura y empleo para jóvenes porque son las y los principales víctimas de esta estrategia Exigimos la recuperación del carácter público de la educación y romper el control corporativo que ejerce la cúpula del SNTE sobre la política educativa así como el incremento inmediato en los recursos destinados a las acciones sociales de seguridad ciudadana al menos en la misma proporción de los destinados a las fuerzas armadas y de seguridad pública.

B.- Exigimos que en los próximos 3 meses se establezca un programa especial de emergencia nacional para y de jóvenes que invierta las prioridades del presupuesto garantizando al menos lo mismo que se destina a seguridad para la construcción de escuelas y el aumento de la matrícula en educación secundaria media superior y superior un sistema universal de becas para estudiantes de secundaria EMS y superior de escuelas públicas así como recursos para proyectos culturales deportivos productivos y sociales realizados por los propios Jóvenes y sus organizaciones como actores de reconstrucción del tejido social en sus barrios comunidades y unidades habitacionales.

6 Exigimos democracia participativa

Mejor democracia representativa y democratización en los medios de comunicación. La seguridad requiere democracia y nuevos medios de participación ciudadana Exigimos que se amplíen los medios e instrumentos de participación ciudadana en los asuntos públicos mediante el reconocimiento institucional de la consulta popular las candidaturas independientes la revocación de mandato, la contraloría social y las acciones colectivas.

Se requiere una política de Estado en materia de telecomunicaciones que rompa en el menor tiempo posible los monopolios y genere una amplia democratización y apertura no sólo a la competencia sino al fortalecimiento de los medios públicos.

Exigimos a la Cámara de Diputados que en un periodo extraordinario a más tardar en dos meses apruebe la minuta de reforma política constitucional aprobada por el Senado que establece la consulta popular la iniciativa legislativa las candidaturas independientes y la reelección inmediata de legisladores y alcaldes.

III PARA INICIAR EL CAMINO

Proponemos dos momentos para lograr esto:

-Un pacto ciudadano entre los miembros de la sociedad civil y;

-En un segundo momento, una serie de planteamientos y de mandatos de exigencias a los gobernantes a los líderes de los partidos políticos y a los factores de poder.

Este momento requiere la participación de todas y todos el Pacto de la sociedad civil implica un esfuerzo de unidad y organización de la sociedad civil nacional para que tengamos una voz y acciones con el fin de parar esta guerra y la violencia social corrupción e impunidad que nos está destruyendo como personas y como nación.

El 10 de junio nos reuniremos en Ciudad Juárez con las Comisiones de Verificación y Sanción que la sociedad civil nacional establecerá en este tiempo con especialistas y gente honorable para cada uno de los 6 puntos.

Durante este periodo hasta el 10 de junio las Comisiones con las aportaciones del resto de la sociedad civil irán especifican do con más detalle las acciones correspondientes a cada exigencia.

Invitamos a toda la ciudadanía en las comunidades barrios colonias lugares de trabajo a aportar en esta discusión y construir espacios de reflexión y acción colectiva nacional permanentes.

Hacemos además un llamado a nuestros compatriotas que radican allá y al pueblo de los Estados Unidos de América para que apoyen nuestra movilización y exijan al gobierno y al Congreso de ese país que detengan el flujo de armas hacia México y el lavado de dinero.

Firmalo aqui: http://www.petitiononline.com/paz2011/petition.html


lunes, mayo 09, 2011

El gesto de Calderón

Hace unos minutos felipe calderón (así, en minúsculas) publicó en su cuenta de Twitter (@FelipeCalderon) las siguientes palabras:



Clic para agrandar.

A pesar de ser un gesto mínimo, y quizá insuficiente, es trascendente pues permite adivinar una voluntad para rectificar su política de combate al crimen organizado. Tardía sin duda, esta respuesta motivada por la presión social, puede cristalizar en el cese del baño de sangre que cubre al país, pero más importante, el retorno de las condiciones que permitan seguir construyendo un Estado de Derecho y el respeto a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Ya mis opiniones me han hecho acreedor a epítetos fulminantes y descalificaciones instantáneas en Twitter, lo que me indica que aún los ánimos inflamados por el calor dominical no se han serenado. Justamente a esto me refería en mi publicación anterior cuando dije que la diversidad era fortaleza y debilidad.

Si tenemos la habilidad para entender que los mensajes de calderón son una posibilidad de rectificación, entonces podremos establecer condiciones y compromisos que se verá forzado a cumplir. Enredado en compromisos, infiltraciones, estilos personales y carencias, no es dado pensar que abiertamente aceptará errores y omisiones, por eso le concedo mucha importancia a sus mensajes.No debemos ignorar las presiones a las que ha aceptado someterse y que provienen de nuestro vecino incómodo. Como muestra creo que bastarán las recientes declaraciones de la Asociación Nacional del Rifle de los Estados Unidos (NRA por sus siglas en inglés) en donde se muestra claramente que la sociedad estadounidense difícilmente reconocerá, menos aún asumirá, su responsabilidad en el estado actual que guarda el tráfico de drogas en el mundo y especialmente en México.


Finalmente no se trata de salvarle a él ni a su imagen, como tampoco rescatarle las elecciones que desde hoy tiene perdidas. Se trata de corregir el rumbo del país, al garete y en un mar embravecido. Eso salimos a exigir a las calles, nos debemos dar la oportunidad de averiguar las verdaderas intenciones de quien hoy es el Presidente de la República, aún a despecho de nuestras filias y fobias.

Reflexiones sobre la Marcha Nacional

Durante dos días tuve el honor de participar directamente en la Marcha Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad (hashtag #MarchaNacional) convocada por Javier Sicilia.

Aún es muy pronto para conocer los alcances reales de esta manifestación ciudadana realizada por miles y miles de personas en México y en el mundo. No obstante, comparto algunas reflexiones que he traído en la cabeza por días.

1. La Marcha Nacional es solamente el comienzo de algo cuyos alcance y efectos aún están indefinidos. En la medida en que los mexicanos sigamos participando se irán configurando ambos.

2. Verdaderamente me entristece mucho ver algunos de los calificativos y opiniones vertidos en Twitter por muchos usuarios honestos: no servirá de nada; activistas por un día; algo andarían haciendo (los abatidos en esta carnicería nacional); y cosas por el estilo. Este tipo de frases ilustran desesperanza, falta de confianza y poca comprensión de nuestros derechos ciudadanos. Así mismo, son representativos de la enorme masa que, con supuesta indiferencia, ve pasar esta oportunidad histórica de mejorar al país. En lo personal opino que son  manifestaciones del bloqueo emocional que millones de mexicanos realiza cotidianamente de la hosca realidad que vivimos, ahora y por décadas. Es pues, una evidencia del grave daño que padecemos.

3. Mención aparte merecen quienes cuestionan con argumentos los posibles resultados que arrojará esta movilización. No está de más decir que comparto sus inquietudes de que la inercia se pierda, que el movimiento se diluya, que no haya resultados concretos a este maravilloso y bello ejercicio ciudadano. Lo único que puedo responderles es que en  nuestras manos está el destino de esta manifestación de rechazo al horror, la impunidad y la corrupción. Acerquémonos a la organización del movimiento, participemos, intentémoslo.

4. No puedo dejar de regocijarme con la diversidad de participantes en la marcha: jóvenes, muchos jóvenes; ancianos llevando a cuestas bancos y sillas para reconfortar sus cansados huesos de cuando en cuando; personas en sillas de ruedas aguantando estoicamente el sol y el calor; familias completas marchando, los niños en andas, en carriolas, en triciclos, en bicicletas, a pie; indígenas caminando junto a ojiverdes rubios; heterosexuales e integrantes de distintas comunidades de la diversidad sexual pisando el mismo asfalto; radicales y moderados codo a codo; automovilistas saludando el paso de la marcha; gente que se arranca a aplaudir cuando los contingentes circulan frente a ellos; personalidades públicas caminando entre los anónimos ciudadanos. Pero esta misma diversidad es fortaleza y debilidad, así que hay que poner atención en el delicado balance.

5. Este ejercicio ciudadano perderá, inevitablemente, fuerza y envión. La Marcha Nacional del 8 de Mayo ha sido una cima y debemos entenderla así. Esto no debe desesperarnos ni entristecernos, la lucha debe ser cotidiana. Ahí radica la verdadera fuerza, no en los egos e intereses que empezarán a desinflarse.

6. No podemos pedirle más a Javier Sicilia, ni caudillo ni mesías puede ser. Él ha hecho lo que le dicta su conciencia, ha sido la voz que aglutinó lo que millones de mexicanos pensamos porque así lo decidió. El movimiento por la paz con justicia y dignidad debería ser capaz de continuar con él o sin él. Ese es uno de los retos. Ayudará mucho seguir contando con su participación y liderazgo, e insisto, pero no podemos pedirle nada más.

7. De felipe calderón (así, con minúsculas) no podemos esperar nada, lo que se consiga tendrá que arrebatársele debido a sus oscuros compromisos, a su estrechez de miras, a su personalidad volátil y errática, a su corta estatura política, a sus nulas dotes de estadista y a sus demonios particulares.

8. En lo personal, saqué algo en claro de estos días extraordinarios: nunca me cansaré de luchar por México.

jueves, abril 14, 2011

El Mago de los Sueños y la Familia Telerín

Hace muchos años, cuando a la televisión mexicana le quedaba algo de decencia, en lo que hoy es Televisa se transmitía al término de la barra infantil una caricatura.

El personaje principal era El Mago de los Sueños, encargado de sumir a los niños en las brumas del sueño y de los sueños. Le acompañaba un grupo de niños de diversas edades al que se le llamaba La Familia Telerín. Pues bien, estos personajes han sido reeditados en quien hoy detenta la Presidencia de la República y la runfla de pirrurris (pudientes niños mimados sin oficio ni beneficio) que conforman su gabinete.

felipe calderón (en minúsculas) encarna a El Mago de los Sueños porque en su febril imaginación ha construido una presidencia exitosa, que proporciona bienestar a los mexicanos, que reduce la pobreza, que genera empleos, que libra una fragorosa batalla contra los delincuentes y que la va ganando. En fin, puros sueños, puros espejismos, pura autocomplacencia. Para un espíritu enano es imprescindible vivir en la fantasía; para un alma mezquina es menester la displicencia y el elogio. Por eso manotea y reclama a la ciudadanía que le demande finalizar una guerra mal planeada, mal ejecutada y mal ponderada. Por eso nos manda directamente a reclamarle a los delincuentes, pues él está haciendo lo que debe de hacer. Por eso se olvida que tiene un mandato constitucional emanado del pueblo que lo obliga a velar por la seguridad del país y sus habitantes. Por eso distorsiona el reclamo público de corregir el camino y lo asume como la demanda de claudicar.

De equívoco en equívoco, calderón resiente las críticas, pero es insensible al dolor de miles de mexicanos que han perdido a un ser querido, a un amigo, en una de las innumerables escenas de horror que se reproducen a lo largo y ancho del territorio nacional. Se sulfura por la incomprensión de sus acertadas acciones, según su alucinada mente, pero desdeña los miles de huérfanos que su guerra va sembrando. Demanda participación de la ciudadanía cuando todos sabemos el alto grado de infiltración de los cuerpos policíacos de toda índole, desde la federal hasta la municipal: denunciar es casi una sentencia de muerte. Iracundo, cual es su penosa costumbre, fustiga a quienes le exigimos una estrategia integral, multidimensional para combatir al crimen organizado, pero criminaliza a priori a los caídos: se matan entre ellos (los criminales), tenían nexos criminales, son ajustes de cuentas.

No es una guerra, coincido con el mendaz michoacano, es un genocidio.

Mientras tanto, su gabinete se debate entre la confusión producto del micro management que tanto gusta a su jefe; la indolencia (pues al fin no pasa nada si no hacen nada ya que nadie les pide cuentas); y más recientemente, a practicar sus sonrisas más vacuas, a renovar su repertorio de lisonjas, a nerviosamente coquetear con la candidatura presidencial mientras el país se cae a pedazos.

Nadie expone planes de gobierno, nadie habla de cómo enfrentará los grandes retos que tiene México, nadie se preocupa por voltear a ver al electorado. Bajo el maquillaje necesario para rendirse ante las cámaras de televisión se esconden cadáveres políticos, insuficiencias solapadas, habilitaciones improvisadas como funcionario público, el amiguismo y la estulticia: Yo soy el gallo y ganaré la presidencia, dice un tipo que fue engañado miserablemente en el "rescate" de una aerolínea cuya quiebra ha dejado un tufo a corrupción y desempleadas a miles de personas; con seis mil pesos de salario las familias mexicanas pagan hipoteca, auto y escuela privada, declara otro burocratilla de cuarta; en México no hay crisis dice ufano un especialista en economía neoliberal.

La superficialidad se convierte en plan de gobierno y la simulación en informe de actividades.Ni el patrón ni los peones sirven para maldita la cosa. Sí, son una runfla de párvulos malcriados, ignorantes, berrinchudos, egocéntricos, serviles y sumisos. Sí, son una pandilla de escuincles babosos, no por la edad, sino por la irresponsabilidad que los identifica. Sí, son como una bizarra Familia Telerín.

sábado, abril 09, 2011

Hipnosis y kakistocracia

Cinco meses sin escribir en este espacio. Demasiadas cosas pasando en el país, únicas y repetitivas al mismo tiempo, con tal rapidez que me dejaron pasmado.

Como si fuera una obsesión, durante los últimos años le he dado seguimiento, primero divertido, luego preocupado y ahora desesperado, a las pifias constantes de felipe calderón (con minúsculas). Constatar en la realidad que lo que parecía iba a salir mal resultó peor de lo esperado es un golpe del que me ha costado reponerme, porque además se repite cotidianamente embalsamado junto con los 40 mil muertos de una batalla sin sentido ni objetivo; se repite empapado en la sangre de inocentes, decapitado por la brutalidad inhumana de los delincuentes, ahogado en el cinismo gubernamental en todos los órdenes.

Mucho criticamos el actuar y las omisiones de quien ocupa la titularidad del Poder Ejecutivo, arrimado a los rincones, viviendo sus fantasías, disfrutando de sus "juguetes" clase Jack Bauer. Un niño inmaduro, berrinchudo con mucho poder formal pero empantanado en sus delirios. Pero ¿qué decir de nosotros, los ciudadanos, que contemplamos inertes esta comedia de errores y horrores sin chistar? ¿Qué decir de nuestros "representantes" en el Poder Legislativo? ¿Qué decir de los impartidores de Justicia en el Poder Judicial? ¿Qué decir de los partidos políticos que han abdicado a los ideales, las ideas y las ideologías para montarse en el jamelgo de los beneficios personales al corto plazo, en la rebatinga de privilegios y prebendas, en el festinamiento de la hacienda pública?

Alguien dijo hace poco, un ciudadano de a pie, que la izquierda ha abandonado su ideología mientras que la derecha no lo ha hecho ni un ápice. Este diagnóstico, fulgurante y oscuro a la vez, radiografía con escalofriante precisión lo que no solo en México está ocurriendo, sino en todo el mundo.

Durante siglos, con diferentes pieles y nombres, la pugna entre pobres y ricos ha movido la rueca de la historia. Hoy el libre mercado, el consumismo como realización personal, el monetarismo rampante, la acumulación brutal de riqueza, la desigualdad lacerante, el capitalismo salvaje, la "pinche competitividad" (citando a Javier Sicilia en su carta abierta a políticos y criminales) han sustituido dicha lucha, muchos años conocida como lucha de clases, término hoy en desuso y casi vergonzante.

Como muestra tenemos los escandalosos fraudes financieros, la indignante e indigna especulación financiera que arruina naciones (Grecia y México pueden dar dolorosa constancia de esto), la adoración del vellocino de oro, sea negro o amarillo, que alquímicamente se transmuta de bendición a maldición postrando pueblos enteros bajo las armas y las botas. La lucha ya no es de ideologías sino de carteras.

Mesmerizados por las falsas promesas del neoliberalismo, naciones enteras se han entregado al ejercicio de flotar al garete entre las fuerzas del mercado. Sus gobernantes pasaron de entender de bienestar, salud, educación, empleo, garantías, seguridad, soberanía a solamente comprender de maximización, eficiencia, empoderamiento, competitividad, privatización, adelgazamiento, macroeconomía e indicadores financieros. La gente se convirtió en números y solamente hacen sentido mientras figuren en las estadísticas, no importa si son de pobreza, asesinatos, daños colaterales, inmigrantes ilegales o desplazados por la violencia. La ciudadanía ya no es fin ni medio, es un estorbo. Hay que proveer servicios, seguridad, salud, educación, cultura, y todas esas estupideces que no generan plusvalía ni superávit, a menos que sean puestas en manos privadas. Por eso se les llama tecnócratas, por eso el término se ha convertido en peyorativo, por eso se han conformado en una kakistocracia (el gobierno de los peores).

Madurar durante meses los pensamientos anteriores, darles forma, asimilar el absurdo cotidiano, el horror que se ha vuelto habitual a fuerza de la administración de la desgracia ajena que hacen los gobernantes (parafraseando nuevamente a Javier Sicilia), me mantuvo silencioso, callado, taciturno.

Pero salir a marchar el miércoles pasado junto con miles de personas en diversos puntos del país y en ciudades del extranjero me devolvió la voz, me determinó a fortalecer la esperanza mediante la acción, a contrapelo de la desesperanza que la kakistocracia se ha afanado en sembrar entre nosotros.

"Estamos hasta la madre", "Ni un muerto más", "No más sangre", "No es nuestra guerra", "Queremos paz" son algunas de las consignas que vibraron en miles de gargantas ese feliz día, que se estamparon en mantas, carteles, afiches, camisetas, rostros, miradas y conciencias. "La indiferencia también es un crimen" se leía en cartulinas portadas por jóvenes manos huérfanas de futuro. Ancianos portando a cuestas bastones, sillas plegables y su vejez marchando junto a una mujer en silla de ruedas; niños en los hombros de sus padres enarbolando banderas de México; adultos avergonzados por permitir el desastre que flagela al país gritando a todo pulmón y ofreciendo su corazón. No todo está perdido.

Reitero y refrendo que los ciudadanos somos la última línea de defensa contra la violencia deshumanizada, contra la acumulación de riqueza obscena, la desigualdad vergonzosa, la procaz enajenación de los políticos, el fusco manto de la corrupción que nos cubre y atenaza, la despiadada impunidad que nos corroe, el desamparo social, político y económico al que nos hemos condenado nosotros mismos. Por nuestra propias manos yertas hemos muerto.

Si no queremos convertirnos en un montón de osarios sobre los que gobernarán o reinarán políticos facciosos y criminales deshumanizados, y nuevamente abrevo en las aguas de la multicitada carta de Javier Sicilia, el conjuro es la participación. Opciones hay muchas, simplemente han sido secuestradas, por lo que individuos y organizaciones luchan por reconquistarlas. Escribirle a nuestro diputado, llamarle a nuestro senador son prácticas inéditas para los mexicanos, pero existen y pueden usarse. Una carta, un correo electrónico, una llamada pueden hacer la diferencia. No debemos menospreciar el peso de la acción individual que construye la acción colectiva. La tecnología también está de nuestro lado, pues podemos enviar mensajes por Twitter a nuestros representantes, a los funcionarios federales y locales, a quienes están ahí para servirnos, no para servirse de nosotros. Basta escribir el nombre del funcionario o legislador en un buscador de Internet y seguramente encontraremos su cuenta en Twitter, pues todos están montándose en esta herramienta, sobre todo por los tiempos electorales que se avecinan. También se puede consultar la lista de legisladores en la página electrónica de las cámaras que conforman el Congreso de la Unión.

Iré recopilando una lista de herramientas, que publicaré aquí, como datos, direcciones y organizaciones con las que se pueda participar en esta guerra cívica y pacífica contra las facciones que llevan a cabo su guerra inhumana y sangrienta.