sábado, noviembre 14, 2015

El fenómeno ISIS

ISIS, EI, Estado Islámico. Todas son denominaciones de un fenómeno incomprensible para muchos. ISIS es un fenómeno en desarrollo, que cada día va escribiendo su historia a golpe de sangrientos asesinatos, absurdas destrucciones de monumentos históricos, repudiables violaciones masivas de mujeres, y actos salvajemente inimaginables que solo buscan provocar miedo, intenso miedo, terror.
Con ISIS ninguna posibilidad debe ser descartada, desde que reciba tenebrosas órdenes de organismos de inteligencia occidentales hasta que efectivamente sea un horripilante brazo armado de demenciales fanáticos, xenófobos y asesinos. ISIS está muy lejos de los preceptos del Islam, se ha cobijado en esa religión para justificar sus atrocidades, dañando con ello a los verdaderos profesantes de esa doctrina de fe. Llamarles fundamentalistas religiosos es hacerles un favor, como lo es calificarlos de extremistas musulmanes o islámicos, islamistas o mahometanos. Simplemente son asesinos. 

ISIS nace de Al-Qaeda, organización surgida, a su vez, del financiamiento norteamericano para combatir a los rusos cuando invadieron Afganistán y para luchar en contra del régimen de Sadam Hussein, quien también fue creación de Estados Unidos en gran medida. De ahí surgió el demonio Osama bin Laden, de quien no existen pruebas convincentes de que haya muerto a manos de sus antiguos protectores y mentores, pues su supuesto cadáver fue arrojado al mar, impidiendo que se confirmara de manera independiente su fallecimiento. Cuando un grupo de los militantes más radicales de Al-Qaeda se marcha a combatir el tiránico régimen sirio de Bashar al-Asad, es entrenado, financiado y protegido por los gobiernos occidentales, notoriamente los de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. Nace así al-Dawla al-Islāmīya, conocido en Oriente Medio como Daesh, y por el resto del mundo como el Estado Islámico (EI en español o ISIS en inglés). Con el eufemismo de “rebeldes sirios”, ISIS ha sido armado por las grandes potencias europeas y por los EEUU. Además, el papel de las grandes potencias del Oriente Próximo (Israel y la Arabia Saudí principalmente, aunque la Libia actual, posterior a la era Kadafi interpreta su parte en esta comedia de enredos).
Así, hay un aparente oxímoron en ISIS: nace gracias a las potencias occidentales pero al mismo tiempo las hace blanco de su irracional violencia. No sería la primera vez que un Frankestein se vuelve en contra de su creador, como tampoco que éste lo use para hacer el trabajo más sucio posible: asesinar impunemente. Por eso hay que atender el desarrollo de los acontecimientos, de modo que la bruma que rodea al ISIS se disipe un poco para que permita atisbar lo que en realidad sucede allá.

Y en medio de este embrollo, no olvidemos al preciado oro negro, como tampoco el factor ruso. La zona de conflicto (Iraq, Siria y el resto del Medio Oriente), está asentada sobre un inmenso mar de petróleo, que es una de las principales fuentes de financiamiento del ISIS. Esta barbárica organización no es, de ningún modo, un bastión de defensa del Islam, por el contrario, se ha apropiado de él (como lo hicieron sus antecesores) tanto para justificar sus atroces acciones en nombre de un dios cruel, despiadado y justiciero, como para reclutar a jóvenes creyentes que están dispuestos a morir (y lo hacen) en nombre de Alá.

No, este grupo criminal, sus acciones y consecuencias, no tienen nada que ver con la religión. Y un indicio claro es la migración que desde naciones europeas se está produciendo para unirse a ISIS, (quien entrena, adoctrina y luego regresa a sus países de origen a jóvenes fervorosos letalmente enajenados), tiene a Francia como el primer proveedor de muchachos deseosos de asesinar a sus compatriotas e inmolarse en el intento. El país galo ha aportado 1,200 reclutas, seguido de Alemania y Reino Unido (se estima que entre 500 y 600), Bélgica (400), Holanda (200-250), Suecia (150-180),  Dinamarca y Austria (100-150), y finalmente España (50-100) (Fuente: The Guardian). No deja de extrañar que en la lista no aparecen países de la Europa Oriental.

Como lo mencioné al principio, ISIS es un fenómeno entreverado que cotidianamente escribe su historia con letras tintas en sangre de inocentes, lo que no permite tener la perspectiva necesaria para captar todos los ángulos de este polígono infernal. Ojalá que pronto la historia llegue a su fin y que no debamos seguir sumando cruentos capítulos ni contando los muertos que van dejando inhumanamente regados por el camino.