lunes, junio 10, 2013

Yalun Wang y la OJUEM

Yalun Wang, una pequeña pianista de 9 años de edad, interpretando con la Orquesta Juvenil Eduardo Mata de la UNAM el Concierto para piano #3, op. 50 en Re mayor de Dimitri Kabalevsky el pasado 27 de mayo del 2013 en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario. Disfruten esta maravillosa experiencia.

Yes, we stand

Estados Unidos voltea a todas partes buscando culpables de ocasión, patiños del cadalso, chivos expiatorios. Busca afanosamente a quién endilgarle el fardo de sus errores y omisiones, de sus excesos y perversiones. El Destino Manifiesto tocando la puerta, de todos y en todas partes, ahora incluso, hasta las de su misma casa. Barack Obama llegó a la presidencia disfrazado de cordero, de blanco cordero para más ironía. Y mintió. Y ha mentido. Y seguirá mintiendo. Su credibilidad ya es poca, pero ¿a quién le importa? Su cinismo ya es equiparable al de Bush, sus métodos son los mismos, su abuso del poder es comparable. Pero con un agravante mayúsculo: su actuar es perverso pues es inteligente y calcula sus movimientos.

Parafraseando un cartel que encontré en Internet, el que acompaña esta nota, el "Yes, we can" se convirtió en "Yes, we scan". Las libertades civiles y los derechos humanos nunca han estado en mayor peligro que ahora. La sociedad adormilada, drogada, enajenada con una guerra interminable contempla cómo escurren las gotas de sangre de la daga que tiene clavada en el corazón; perdida en el teclado de su teléfono ultra inteligente de enésima generación, en la pantalla táctil de su tableta. La pantalla de la televisión se ha complementado, a veces sustituido, por la de los dispositivos cibernéticos.

"Yes, we scam", pues la farsa se ha develado en toda su magnitud, el fraude democrático en toda su crudeza, el timo libertario en su purulenta sordidez.

Basta la decisión de una sola persona para cimbrar los cimientos del poder bastardo, de la democracia espuria, de los derechos arrogados, de las libertades abrogadas. Hay gente que ya dio los primeros pasos abriendo nuevas sendas, ventilando los entresijos del infecto poder privado, pues ha mucho que dejó de ser público, lo que les ha costado persecución, difamación, cárcel e imputaciones amañadas. Hay que decidir qué haremos con ese ejemplo, con el derecho, aún vigente, de decir "Yes, we stand".

miércoles, junio 05, 2013

Somos terroristas

He descubierto que pertenezco a un grupo terrorista.

Mañana cumplimos cuatro años sembrando el terror, provocando sudores fríos, ojos desorbitados, rostros pálidos, mohínes y gestos de disgusto.

Cada que salimos a marchar pidiendo justicia hay rostros que se contraen en una mueca hórrida. Cada vez que compartimos una nota hay manos que se crispan. En cada ocasión que sacamos el tema en las redes sociales, los señores del poder se mesan los cabellos y sueltan a sus perros. Sí, somos terroristas de la memoria porque espantamos al olvido, y los sicarios nos responden, con voz untuosa poseedora de la verdad: Dejen el amarillismo y permitan que esos niños descansen. Somos terroristas de la palabra, por eso intentan acallarnos: Nada le devolverá la vida a esos niños, guarden silencio. Somos terroristas de la justicia porque llevamos cuatro años invocándola, y en pánico, los saltimbanquis del poder hacen piruetas y cabriolas asegurando que sí hubo malos procederes pero nadie es imputable. Somos los terroristas del poder porque vigilamos a quienes hemos convertido en depositarios de la soberanía del pueblo, y se espantan cada vez que los encaramos. Somos los terroristas de la verdad porque no dejamos de buscarla, sobresaltando a los Carontes del infortunio.

¡Salud terroristas, la justicia llegará!