jueves, mayo 26, 2011

Los motivos persisten

Hace unas pocas semanas decenas de miles de mexicanos salimos a la calle con una exigencia: No más sangre.

Lo que nos motivó no fue la intención de demandar que se detenga el combate al crimen organizado, sino que se haga de la manera correcta. Las vías policíacas y militares son apenas una parte mínima de ese combate, no la médula del mismo. Quienes pedimos una rectificación en el modelo actual lo hemos dicho muchas veces, y tendremos que seguir haciéndolo ante la distorsionada interpretación gubernamental: La violencia genera más violencia. Invertir en educación, salud, programas de empleo y de disminución de la pobreza, cultura, vivienda, y sobre todo, en programas de rescate de la juventud mexicana son urgencias que deben atenderse de inmediato. De igual manera, el combate a la impunidad, la desigualdad, la corrupción y el lavado de dinero son fundamentales.

Diezmar las tropas del crimen organizado mediante oportunidades de empleo digno y bien remunerado, educación, cultura y recreación es la mejor forma de hacerlo, no a balazos. Descuidar esos rubros simplemente ha empujado a decenas de miles de jóvenes (y no tan jóvenes) mexicanos a buscar medios para sobrevivir, aunque sean ilegales. Desdeñar la instrumentación de estos programas fortalece a las organizaciones criminales.

Pero esto implica un cambio de rumbo en prácticamente todos los ámbitos: social, político, económico, de salud, etc. Significa remplazar un sistema de gobierno que ya no funciona. Así lo han entendido los jóvenes españoles que se han plantado en plazas y calles para protestar por un sistema que no los oye pero los usa; que no les da empleo pero les exige que voten y paguen impuestos; que les niega todo y les pide todo a cambio.

El movimiento que aún se gesta en España, y que ha empezado a difundirse en Europa, tiene sus antecedentes en las pasadas protestas sociales en Finlandia y el Medio Oriente, y aparenta tener su continuación más inmediata en las manifestaciones de ayer en Grecia. Tampoco hay que quitar el ojo del Perú, pues sus jóvenes empiezan a salir a la calle a protestar en contra de un sistema político corrupto y que no los representa.

Salvadas las necesarias diferencias dadas por el contexto de cada nación, todas comparten un primordial elemento común: un Estado que ya no responde a las necesidades de amplias franjas de sus habitantes, principalmente los jóvenes. Si grave es que los gobiernos sean secuestrados por tecnócratas, monetaristas y neoliberales, más lo es la descomposición a la que han llegado los Estados al renunciar a su papel rector y abandonarse a las hostiles fuerzas del mercado.

No es dado pensar que el cambio vendrá de los actores que han postrado gobiernos y Estados. Los cambios tendrán que venir de la propia sociedad organizada que deberá buscar nuevos caminos hacia el bienestar, la paz y la prosperidad. Es una re edición de la lucha de clases pero caracterizada por los de arriba y los de abajo, no por los de la izquierda y la derecha pues han acabado confundiéndose.

No es descabellado pensar, aunque resulte poco probable que se concrete, que así como los mercados son globales, así deberán ser ahora las reformas sociales: globales. Las redes sociales como Twitter y Facebook han jugado un papel muy significativo en la articulación y sostenimiento de los diferentes movimientos sociales que mencioné anteriormente, tanto a nivel local como internacional. Pero aunque no deben ser menospreciadas, su valor histórico real aún está por verse.

México no va a cambiar con una marcha, pero sí se han sembrado semillas que bien cultivadas podrán dar frutos en su momento. La participación ciudadana en acciones y movimientos es fundamental para llegar a resultados tangibles. Es un largo camino pero hay que recorrerlo, pues los motivos que nos llevaron a las calles persisten, e incluso, amenazan con profundizarse. En días recientes se ha tenido noticia desde varios medios de comunicación que felipe calderón (así, con minúsculas) ha sondeado la posibilidad de suspender las próximas elecciones en Michoacán debido a la violencia que prevalece en el estado. No se necesita mucha imaginación para suponer que sería la antesala para hacer lo mismo a nivel nacional en el 2012. Así se confirma que la crisis de representación, la cerrazón gubernamental, la violencia desmedida y las crisis económicas recurrentes responde a una agenda oculta, lejos de los intereses nacionales. Como dicen los jóvenes españoles en sus pancartas: No es crisis, es desfalco.

Preparémonos pues para una larga batalla, pues la kakistocracia no soltará el poder, habrá que arrebatárselo. Por lo pronto, apoyemos la Caravana por la Paz que inicia el próximo 4 de junio y culminará en la flagelada Ciudad Juárez el 10 de junio. Para participar o hacer donaciones visiten la página del movimiento.


No hay comentarios.: