1. López Obrador, en una clásica jugada de pizarrón de la política, invitó a su adversario Felipe Calderón, a dialogar sobre el recuento voto por voto. Presa del pánico escéncio, Calderón contestó de inmediato: ¡No!, dejando escapar la oportunidad de zafarse de la explosiva situación y dejando su suerte en manos del TEPJF.
2. Gordillo dijo, y redijo, que Calderón es el presidente electo. Nadie le reconvino, ni Fox (¡but of course not!), ni Monseñor Abascal, ni el IFE, mucho menos Calderón. Empiezan a surgir las evidencias de la mano de Gordillo moviendo los hilos de Ugalde, así como su operación subrepticia dentro del PRI para acabar de enterrar a ese partido y a Madrazo a favor de Calderón, sin mencionar que Fox le entregó varios millones de pesos, supuestamente para el sindicarto, antes de las elecciones pasadas.
3. Fiel a su política de laisser faire, Fox ha dejado crecer el conflicto poselectoral, ya ni se hable de lo que NO hizo en el preelectoral. Ante este vacío de poder, hoy el PRD, a través de diputados y personajes como Porfirio Muñoz Ledo, informan a representantes y mandatarios de gobiernos extranjeros las razones de la exigencia del recuento. Dejando a un lado el cúmulo de posibles consecuencias negativas, me enfocaré en una: ¿Qué pasará si Calderón es declarado Presidente Electo? Es claro que llegará como un presidente debilitado ante la comunidad internacional.
4. Fox confía, según su Voz-cero Aguirre, en que AMLO cumplirá sus promesas y no tomará carreteras ni aeropuertos como parte de su protesta. Confiemos en que Aguirre confía en que Fox confía que AMLO confía que no pasará porque confía que ganará porque confía en el TEPJF.
5. El IFE sigue metido en la rectificación de cifras y en la brega electoral. Que ahora no fueron "x" casillas las que se abrieron, sino "x-y"; que todo fue limpio; que deveras créanme; que tengan confianza; que nos tardamos en responder porque respondemos bien (por eso luego rectifican, ¿verdad?).
6. Calderón no se halla, como dicen en mi pueblo. Primero se declara triunfador; luego se organiza encuentros para dar la impresión de que está ya trabajando como presidente electo; arma su equipo de transición (donde hay un tipejo del que hablaré en otra oportunidad involucrado en asuntos muuuuy turbios relacionados con gasolineras); fustiga la resistencia civil y lanza la suya (¡¡¿¿??!!); se niega a dialogar con AMLO sobre el recuento; luego busca bajar su perfil (¡¡¿¿Más??!!) y se va de vacaciones y se reúne con Ulises Ruiz (¡¡¿¿??!!); regresa para recibir el apoyo de ¡Flores y Gordillo!, conocidos mafiosos sindicales; acepta que Gordillo lo llame, y re-llame, presidente electo; ahora recula y dice que no, que no se le llame así porque hay que ser respetuoso de las leyes y las instituciones (¡¡¿¿!!??). Es lo malo de no pensar por sí mismo, y tener que esperar instrucciones de alguien: ¡puros bandazos!
7. ¿Alguien sabe dónde anda Monseñor Abascal? Dicen que es el Secretario de Gobernación (no se rían, es en serio).
Si la estupidez se cotizara internacionalmente regalaríamos el petróleo por ser una baratija, pues nuestras reservas probadas de estulticia, y por probar, parecen ser infinitas.
Sólo faltan 125 para que se vaya Marta y se lleve a Fox.
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