El gobierno hecha las campanas al vuelo debido a que en el primer semestre del 2006 se crearon más de medio millón de empleos, 546,338 para se exactos. Esto parecería ser muy bueno, pero si se levanta un poquito la cobija, se da uno cuenta de que la buena nueva no es tan buena.
En junio de 2006, el IMSS registró 13 millones, 632 mil 363 trabajadores. Para empezar, la mayor parte de los empleos creados fueron temporales. Tomando como base el período de enero a junio de este año, el 57% fueron empleos temporales (309,908), mientras que el 43% fueron puestos fijos (236,430).
Esto significa que las empresas le huyen a los pasivos laborales derivados de impuestos, prestaciones, obligaciones laborales y demás costos que encarecen hasta en un 50% el costo de contratación. Por su parte, los empleados quedan en niveles de supervivencia, pues no generan para sí ningún beneficio a largo plazo: ni pensiones, ni jubilación, ni ahorro, ni estabilidad laboral. Lo primero que se me ocurre preguntar es ¿qué hará el país con esa población cuando llegue a la edad de retiro? La respuesta es obvia, la sociedad deberá asumir los costos, pues el gobierno ha desmantelado el sistema de pensiones, y las empresas no están generando relaciones laborales que les den derechos para el retiro.
El mayor crecimiento en el empleo se da en los estados de Quintana Roo, Baja California Sur, Nayarit, Querétaro y Sonora, en las áreas de turismo, servicios y construcción. Esto nos indica que el desarrollo manufacturero está estancado, en el mejor de los casos.
En diciembre de 2000, fecha en que nos cayó el Chahuiztle, o sea, el expresidente en funciones tomó el cargo y acentuó su ingesta de Prozac, los empleos existentes eran 12.7 millones. Al corte de junio, llegan a 13.6 millones, en número redondos. En poco menos de seis años se generaron 900 mil empleos, a razón de 150 mil por año.
La variación de diciembre de 2000 a junio de 2006 es de 7.09%, para una tasa anual de 1.18%. La tasa de crecimiento poblacional de 2000 a 2005 fue del 1%. Siendo extremadamente simplista, los empleados generados por Fox apenas si alcanzaron a cubrir el crecimiento poblacional, dejando un remanente positivo del 0.18%, lo que en términos prácticos equivale a nada. Imaginen el resultado si metemos en la ecuación los millones de mexicanos que han emigrado como indocumentados a los EU en el sexenio de Fox, 400 mil por año.
De esta manera, el empleo en México durante el (des)gobierno foxista no creció. Calderón promete más de lo mismo. ¡Pa' su ...!
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