¡Zas! Para variar, todo le sale al revés a Fox. Hace un tiempo presumía que obtendría "the whole enchilada" (la enchilada completa) en el asunto de los migrantes indocumentados, y parece que conseguirá apenas un totopito con guacamolito, cajeteado por supuesto.
Ahora México, el que siempre paga los platos rotos del vaquero que no quiere cambiar de caballo a pesar de que flaquea, bufa y se le marchitan los belfos, enfrenta la cada día más cercana posibilidad de que nos regresen de golpe y porrazo a dos millones de paisanos.
La orientación de los últimos acontecimientos en EU respecto a las nuevas leyes de inmigración, apuntan a que todos, en el peor de los casos, o algunos, en el mejor, de los 2.4 millones de mexicanos que andan por allá trabajando como indocumentados, sean regresados en "overnight delivery" vía el DHL de la nueva política estadounidense: la deportación.
Independientemente de las bipolares declaraciones de Fox, México se verá seriamente afectado con el retorno de cientos de miles de mexicanos, a quien habrá que alimentar, darles servicios, y reincorporar a la sociedad en un tratamiento de shock derivado de la terrible, nefasta e idílica política exterior del gobierno del cambio. ¿Y las remesas que dejarán de recibirse, puntal de la política económica de Fox? ¡Puaj! También nos golpearán duro.
No es cuestión menor, debemos estar pendientes.
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