Este futbolista siempre me ha despertado cierta simpatía, y no estoy seguro del por qué.
Es tan indisciplinado como el "Cuau" (que a pesar de su calidad futbolística cada vez me cae peor), pero tiene cierto carisma. Tal vez se trate de su calvicie (¿es calvo o se rapa?), tal vez su rostro lo delata más humano de lo que sus extravagancias y su personalidad volátil sugieren.
Sea cual fuere el motivo, no fue suficiente para que el día de ayer evitara ponerme furioso por la manera tan boba de hacerse expulsar. Realmente no soy aficionado al futbol, y si tuviera que elegir un equipo me inclinaría por los Pumas (ya se, ya se, no dan una últimamente).
Después de haber anotado un gol, e inyectarle brío a las alicaídas Chivas, siempre queridas por mi también querido amigo Amador Hernández, perdió la cabeza y cometió una falta innecesaria que le mereció la expulsión, marginándolo de los siguientes partidos y afectando seriamente a su equipo, diezmado por la convocatoria de sus seleccionados.
Sr. Bautista, ¡cinco en conducta!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario