Independientemente de los aspectos académicos, que merecen un análisis por separado, los gobiernos neoliberales ha buscado, y logrado, reducir a su mínima expresión materias fundamentales como el Civismo.
No lo voy a negar, cuando era niño, y luego adolescente, el civismo me parecía innecesario. Al paso de los años valoré lo que significaba, por lo menos para mí: un marco ético para las relaciones entre individuos, entidades varias, como gobienro y empresas, y sociedad.
Fiel a su costumbre, la SEP ha hecho en lo oscurito reformas sin el consenso de especialistas ni de la sociedad.
... el nuevo mapa curricular que deberá aplicarse en el próximo ciclo escolar 2006-2007 reduce a dos años la enseñanza de historia, ética y civismo, destina un solo curso para geografía de México y el mundo, además de que compacta las materias de física, química y biología, en una sola asignatura denominada ciencias.
¡Esto sí que es una enchilada completa! Y lo es, porque nos pasará a enchilar a todos (disculpen el albur, a cuál más soez). La historia no es algo digno de estudiarse con detenimiento: ¿a qué intereses sirve este propósito? Quien no conoce la historia está condenado a repetirla, y de la peor forma posible. No resulta lógico que una materia cuyo objeto de estudio se incrementa con el paso de cada minuto se compacte de esa manera. ¿Qué eventos se borrarán de nuestra memoria nacional? Palidezco de imaginar la respuesta.
Acerca de la ética y el civismo, es claro que estorban para los planes privatizadores de las últimas administraciones del gobierno mexicano. Si para el gobierno estas asignaturas no son relevantes, para el Estado resultan de la máxima importancia.
Si definimos a gobierno y estado como: "El Gobierno es el conjunto de los órganos directores de un Estado a través del cual se expresa el poder etático por medio del orden jurídico", tenemos que la temporalidad del Gobierno no debiera afectar la estructura básica del Estado. Pero estas medidas sí afectan los fundamentos del Estado.
De esta manera, Fox deja un legado ruinoso y parcializado a las generaciones venideras en materia de Educación. Es, en la práctica, una Traición a la Patria.
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