Nadamos en petróleo (aunque pronto solamente chapotearemos), nuestra principal fuente de divisas es el oro negro, PEMEX está entre las compañías más rentables del mundo, pero a pesar de todo lo anterior, el gas sigue subiendo, al igual que la gasolina. ¿Hay lógica en esto? Solamente la neoliberal.
El desmantelamiento de PEMEX sigue inexorablemente su marcha, iniciada desde el gobierno de Miguel de la Madrid. Se le siguen recortando atribuciones en el manejo de los hidrocarburos, no se invierte en ese rubro, no refinamos, somo importadores de los productos terminados. En fin, en poco más de 24 años nos hemos colocado, como Nación, en un papel de extrema debilidad en el renglón de hidrocarburos y derivados.
Este proceso seguirá con el silente Calderón. ¿Para esto votamos los mexicanos? ¿Para matar la cultura, socavar la educación, continuar desempleados y entregar los energéticos del país?
El capitalismo salvaje no tiene límites y nosotros hemos eliminado los que habíamos creado desde principios del siglo pasado. La presión sigue subiendo en la olla, veremos hasta donde llega antes de explotar.
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