Su Serenísima Majestad Felipe IX desoye los consejos de su secretario de Gobernación de no hacer caldos gordos.
Pero el general, comandante, mariscal y supremo conquistador del voto inútil no ha hecho reclamos acerca de la inseguridad en México, que Ramírez Acuña siga durmiendo tranquilo. No, más bien es su empecinamiento a seguirle dando coba a López Obrador. RTC censuró anuncios del "presidente legítimo", TV Azteca no transmite el programa de AMLO en Puebla, Nuevo Léon, Tamaulipas, Tlaxcala, Colima, Veracruz, Baja California Norte, Guanajuato, Chihuahua y Tabasco, y se auguran enfrentamientos con Ebrard sazonados con pejealuciones.
Mientras tanto, López Obrador sigue instalado en su desgastada, poco imaginativa y aburrida estrategia: no se si iré por la candidatura presidencial (¿les suena conocido?); un programita de televisión nuevamente en el feudo de Salinas Pliego; ignorar olímpicamente sucesos como Oaxaca, la tortilla y el impoluto Gil Díaz, etc.
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