martes, enero 30, 2007

Chucha Calderón

¡Sí Chucha! ¡Cómo no! Las expropiaciones son malas, dice Calderón. ¿Qué sería de México sin la expropiación petrolera decretada por Lázaro Cárdenas?

De entrada, las remesas de los indocumentados mexicanos en los EU serían nuestra principal fuente de divisas. Pero no es cosa ligera que Felipe El Nono, El Cruzado, El Hijote de la Mancha, descalifique las expropiaciones. Entre otras cosas, descalifica de un plumazo el pasado histórico de México, así como el pasado reciente.

Las expropiaciones, (o nacionalizaciones, según sea el caso), le dieron a México independencia energética durante décadas. El petróleo y la electricidad son las más sobresalientes.

Como es sabido, Felipe El Cruzado quiere entregar estos recursos de la Nación, y otros más, a manos privadas, renunciando a la responsabilidad histórica del Estado a administrarlos en nombre de todos los mexicanos.

Más recientemente, aunque no tan exitosas como los anteriores ejemplos, han pasado a ser parte de la Nación bancos, carreteras, ingenios azucareros, etc., bajo diferentes circunstancias.

El caso de los bancos es muy especial, pues su nacionalización respondió por un lado a medidas mesiánicas adoptadas por José López Portillo, y por el otro, al ejercicio extremo del poder del Estado.

Pero cualquiera de los casos anteriores del pasado reciente le ha costado miles de millones de pesos a los mexicanos, más lo que falta todavía por pagar. Uno de los responsables de la gran deuda que aqueja a México es Felipe Calderón. El votó a favor de convertir en deuda pública, en deuda de TODOS los mexicanos, los pagarés firmados, sin sustento legal, por el gobierno de Zedillo para salvar a los bancos mexicanos, que hoy están prácticamente todos, en manos extranjeras. Sí, Calderón siendo diputado coordinó la bancada panista, que dirigía, para convertir al FOBAPROA en IPAB, endosándonos una deuda BILLONARIA a los mexicanos.

Tal vez este remordimiento de conciencia lo lleve a hacer peligrosas generalizaciones. Pero debemos notar que la forma, no el fondo de las nacionalizaciones y las expropiaciones, es lo que ha dañado al país en el último cuarto de siglo.

Nunca los mexicanos tuvimos que pagar, como hoy, los errores de nacionalizaciones y expropiaciones mal hechas, regidas por criterios económicos y políticos ajenos al bien del país. Nunca México ha renunciado de manera tan infame a la protección de su patrimonio, como lo hemos visto desde el gobierno de Miguel de la Madrid.

Calderón también sufre de verborrea, de grave confusión mental y de una falta de imaginación alarmantes. Está obligado a rectificar, pues debe gobernar para el 100% de los mexicanos, no solamente para el tercio de ellos que votó por él, o peor aún, para el puñado de personas que le llevaron al poder.


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El Universal - Cartones

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Saludos, Manuel!! Aquí entrando a ver tu blog. Me da gusto que tengas una definición muy clara y argumentos! Hay muchas personas que critican y la verdad no sostienen el por qué lo dicen.
Muchos saludos y buen puente (si es que te subiste)
Katia D'Artigues