La mañana de este lunes fueron asesinados los coacusados en la parodia de juicio que se le siguió a Saddam Hussein. Barzan Tikriti, medio hermano del Carnicero de Bagdad, y Awad Hamed Bandar, ex presidente del tribunal revolucionario, fuero colgados en ejecución de la sentencia de muerte que los Estados Unidos de Norteamérica decretaron aún antes de su aprehensión.
La defensa de ambos personajes no puede ir más allá de la de cualquier otro ser humano, pues ambos realmente cometieron crímenes atroces. Pero colgarlos después de un juicio plagado de irregularidades, desde las más burdas hasta las más sofisticadas, es simple y llanamente terrorismo de estado, vil asesinato con fines políticos.
De esta manera, Baby Bush sigue cavando su tumba y la del imperio que representa, pues ensoberbecido hasta el delirio, ha dicho que enviará más de 21 mil soldados adicionales a Irak aún en contra de la voluntad de su pueblo, del deseo de aquellos a los que se debe todo como su gobernante.
George W. Bush, dijo este domingo que está decidido a enviar un contingente adicional de 21 mil 500 soldados a Irak, aunque el Congreso, dominado por los demócratas, se oponga. Así lo declaró en entrevista para el programa 60 Minutos de la cadena CBS.
La soberanía del pueblo solamente sirve para votar, por lo demás, que no "hagan el caldo gordo" (como dijo nuestro excelso Ramírez Acuña) y que no se opongan a los designios divinos traídos a la tierra por el neomesías Bush.
Que el Dios en el que dice creer le de la lucidez para arrepentirse de tanta barbaridad, mentira y desfachatez.
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