Con apuros, la selección teutona dobló a los ticos por 4-2. A pesar de que el marcador fue contundente, los alemanes no pudieron convencer.
Por lo tanto, continúan las dudas acerca de si el anfitrión podrá colarse a la final. Si la memoria no me falla, es la primera vez en por lo menos cinco mundiales que los de casa no son favoritos para llevarse la corona del balompié mundial. Con más ganas que recursos, la Selección de Costa Rica llegó a poner en apuros a sus similares de Alemania no debido a su juego ofencivo, sino que salieron con cinco defensas, lo que entorpeció el juego por ratos.
No obstante, realmente los centroamericanos no traían nada para inquietar a los europeos. Al paso del tiempo, la fuerza alemana, muy disminuída, acabó poniendo las cosas en claro. Quizá lo que más debe preocupar a los seguidores de la selección germana es la defensa, que se mostró irregular y hasta porosa.
Alemania no pudo haber quedado satisfecha con su selección. Pero no debemos menospreciar al anfitrión, cuyo tradicional juego ordenado, recio y preciso puede llevarlos más lejos de lo que muchos creen. Del lado de los ticos, Wanchope se convirtió en el goleador, al obtener los dos tantos que le dieron un poco de dignidad a la derrota.
Por su parte, la selección de Ecuador sorprendió sacando una relativamente fácil victoria de 0 -2 sobre los compatriotas del extinto Juan Pablo II. Los polacos se vieron animosos pero desordenados desde el principio, a diferencia de la zaga suramericana que se plantó bien y empezó a desesperar a los europeos.
En mi opinión, el secreto de la campanada ecuatoriana se debió a la disciplina de sus zagueros. Estos cerraron la puerta a cal y canto, lo que fue agotando la paciencia de la selección de Polonia e incrementando su nerviosismo. De esta manera, el contragolpe estaba cantado, y eso se demostró con los goles anotados por Ecuador. A pesar de ser un partido cerrado, pudo entrentener dignamente.
Resultados de hoy y juegos de mañana.
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