jueves, junio 22, 2006

Brasil, ¿"hexacampeao"?

Ronaldo anota el primer gol de Brasil.
Foto de AP vía espndeportes. Clic para agrandar.


Sin duda, Ronaldo resurgió de sus cenizas. Hoy el astro brasileño se sacudió los prejuicios, los temores y las críticas, volviendo a ser el jugador que todos esperábamos ver.

En un evidente cambio de actitud, Ronaldo se dedicó a jugar con su efectivo desparpajo, su maestría y su instinto asesino. Hizo historia al dejar atrás a su renombrado compatriota Pelé y empatar a otra leyenda del futbol mundial: Gerhard Müller. Esto lo logró al anotar los goles 13 y 14 de su carrera como jugador mundialista, encumbrándose, junto con el teutón, en la cima de los máximos goleadores en estos torneos.

Ronaldo aún tiene posibilidades de quedar solo en una nueva cima histórica, si es que llega a anotar un gol en lo que resta del mundial, pues la selección brasileña se encamina hacia una nueva final.

Hoy también a la selección de Brasil le cambió el rostro. Más dinámica, más emotiva, más letal. Es cierto que el rival, por más resistencia que opusiera, poco podría hacer en contra de la magia del futbol carioca. Japón saltó a la cancha con el deseo de demostrar que podía faltarle el respeto al pentacampeón, e incluso ganarle. Para demostrarlo, se fue arriba en el marcador al minuto 33 por conducto de Keiji Jamada.

Hasta ese momento, los nipones se habían podido defender con efectividad a los embates de los brasileños, en donde por momentos parecía que se encontraban en una práctica de tiros a gol, pues aparecían por todas partes rematando de diferentes maneras, y en algunos casos no concretando por falta de puntería, y en otros por la intervención del decente portero oriental Kawaguchi.

El estadio explotó con el júbilo de los hijos del sol naciente al lograrle anotar a Brasil e irse arriba en el marcador. Por un momento, toda una nación soñó que podrían ganarle al gigante de Suramérica.

Era obvio que no se podía descontar a la verdeamarelha, y ésta se hizo presente en el marcador con una muy buena pincelada de futbol. Ronaldinho, desde su banda izquierda y a unos metros del área grande nipona, centra a segundo palo donde Cicinho se encontraba solo. Este, en vez de cabecear a gol, o intentar bajar el balón, recentra al palo contrario donde andaba rondando Ronaldo. Este ir y venir del balón, en dos toques, desconcertó totalmente a los japoneses, por lo que Ronaldo pudo dar un corto salto, donde se le notaron los 500 g. de más que el preparador físico de los verdiamarrillos asegura que tiene, para vencer fácilmente al arquero Kawaguchi.

Con este gol, Ronaldo llegó a 13 en su carrera mundialista, dejando atrás a Pelé, quien veía el partido desde las tribunas, y colocándose como el segundo mejor romperedes en la historia de los mundiales, solamente abajo de Müller.

A partir de ese momento, solamente hubo un equipo en la cancha. Así se fueron al descanso igualados 1-1.

Al minuto 8 del complemento, Juninho Pernambucano fusiló el arco nipón con un fuerte derechazo para poner arriba a Brasil. Gilberto, quien tomó el lugar del legendario Roberto Carlos iniciando el cotejo contra Japón, le dio la razón a Parreira al anotar un gol al minuto 59, en esta ocasión con un zurdazo desde fuera del área grande de Japon.

Ya no había duda de que las aguas habían regresado a su cauce. Y para despejar toda posible duda, Ronaldo volvió a aparecer anotando. A todo lo largo del partido, el astro había estado buscando incesantemente el gol, así que en una de las tantas llegadas que tuvo, mareó a los japoneses haciendo una especie de pared sobre el lado derecho de los linderos del área grande nipona. Cuando recibió la devolución de Juan, giró sobre sí mismo, desbalanceó a la defensa y fusiló nuevamente la valla oriental, decretando su tanto 14 en mundiales, así como el marcador final de 4-1.

La alineación inicial de Brasil registró cambios importantes, pues Parreira sentó a Roberto Carlos (Gilberto), al capitán Cafú (Cicinho), Emerson (Gilberto Silva), Zé Roberto (Juninho Pernambucano) y Adriano (Robinho). Estos cambios le dieron más movilidad al equipo, así como más dinamismo y peligrosidad.

Todos sabíamos que Brasil estaba para más, y hoy nos regaló ese futbol que es admirado en el mundo entero. Enhorabuena para Brasil por su retorno al buen futbol, así como para Ronaldo, que se sacudió las telarañas, sobre todo en su mente, y jugó como siempre lo debería de hacer.

En otro encuentro del grupo E, los sorprendentes ghaneses dieron cuenta del altivo equipo estadounidense al son de 2-1. Los norteamericanos no fueron ni la sombra del equipo que había sido en otros mundiales, así como en los encuentros de preparación. En mi opinión, la era Arena ha llegado a su fin. Los africanos sacaron adelante el orgullo de su continente al ser el único equipo de esa región que pasó a octavos de final. El otro equipo africano que aún tiene posibilidades de colarse a la segunda ronda es Túnez, que juega el viernes contra Ucrania.

Este partido no tuvo mayor relevancia a lo ya mencionado, quizá con excepción de la desaparación en la cancha del pelafustán de Landon Donovan, quien no pudo sostener con sus actos lo que su bocaza había proferido. Con este resultado Estados Unidos se va a su casa con toda justicia, pues su actuación fue muy mala en relación a otras aparaiciones mundialistas y a lo que se esperaba de ellos en esta justa.

Otro de los juegos del día, con tres encuentros trepidantes más el sorpresivo triunfo de Ghana, fue el de Italia enfrentando a la República Checa. Los checos nos había hecho subir nuestras expectativas muy altas después de derrotar contundentemente por 3-0 a los EU. Pero pronto se vió que eso era la máxima altura que alcanzarían en este mundial. Perdieron 0-2 con Ghana y cayeron este 22 de junio ante Italia 0-2.

Buffon animando a Nedved.
Foto de AP vía espndeportes. Clic para agrandar.

El seleccionado checo tuvo en Pavel Nedved su máximo exponente, quien le dio dignidad, honor y bravura al juego de los europeos. Prácticamente fue el único miembro de su cuadro que se comportó a la altura de las circunstancias, tanto así que al término del partido los seleccionados italianos se acercaron a mostrarle sus respetos. Honor y reconocimiento desde aquí a Pavel Nedved.

Italia no cambió su juego, a veces actuando a medio gas, a veces apretando el acelerador a fondo. Sin espectacularidad pero con eficacia, los azzurri se fueron al frente con un descomunal salto del defensa Marco Materazzi para cabecear un centro que venía del lado derecho del ataque italiano para vencer en buena lid la meta chceca al minuto 26.

El seleccionado de la otrora Checoslovaquia no encontraba la fórmula para articular ataques, y solamente el esfuerzo de Nedved logró inquietar a los del adriático. El ejemplo de la mala actitud mental de los checos fue Jan Polak, quien en diez minutos se hizo acreedor a dos tarjetas preventivas, lo que le ganó la expulsión. En la agonía del juego, al minuto 87, un contragolpe italiano desfondó una fatigada defensa de los euroorientales, y desde la media cancha Filippo Inzaghi partió con el balón, solamente acompañado por dos de sus colegas italianos, pues las piernas checas no pudieron alcanzarlos jamás. Inzaghi tenía múltiples opciones para definir, pero decidió hacer la jugada personal, que por poco falla, y ante un solitario portero checo, intentó la gambeta que estuvo a punto de fracasar, y logró el segundo y último gol de partido. Con este 2-0 sobre la República Checa, Italia avanza a octavos de final y los checos regresan a casa.

Tal vez el partido más emotivo de la jornada lo protagonizaron Australia y Croacia. Con una desastrosa actuación del inglés Graham Poll, quien pretendió fungir como árbitro, el partido no tuvo control, tanto así que al final hubo tres explulsados y el croata Stjepan Tomas metió la mano descaradamente en dos ocasiones en su propia área, y solo en una de ellas Poll marcó penal. Este árbitro deberá hacer sus maletas de inmediato y no pitar más en una copa del mundo.

Apenas corría el minuto dos cuando Croacia ya estaba arriba en el marcador por conducto de Darijo Srna. El seleccionado de la Mancomunidad de Australia no se amilanó y se lanzó al abordaje de la meta europea. Las emociones fueron intensas por aproximaciones de ambos equipos, aunque indudablemente Australia estaba jugando mejor y había tenido las oportunidades de gol más claras. Poco antes del descanso, al minuto 39, Craig Moore anotó por los canguros mediante el cobro de una pena máxima. Con el marcador empatado a uno, se fueron al descanso.

En el complemento, los balcánicos se fueron rápidamente arriba otra vez con gol de Nico Kovac al minuto 56. Fue hasta el 79' que Harry Kevell le dio el pase a los mancomunados a los octavos de final al anotar con un derechazo desde el área central. En ese momento acabó el partido, pues hubo poco futbol y tres expulsiones, floreciendo el caos que a todo lo largo del partido el nefasto árbitro Poll había estado sembrando, al grado de no darse cuenta de que a Simonic le mostró ¡tres tarjetas amarillas!, lo que le ganó finalmente la expulsión.

Tabla de resultados del 22 de junio de 2006.

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