El Economista: "Regresando al discurso que manejó durante meses, reiteró que la demagogia, el populismo y el 'engaño' hicieron que América Latina fuera 'la perdedora del siglo XX', ya que estos modelos 'cierran economías' y han detenido el progreso de la zona."
Cunde la preocupación por el cuñado cómodo. Aún no se repone del recto (sin albur) a la quijada que representó el asuntito del cuñis (no te sientas herido Dieguito, tampoco me demandes), cuando el Peje prepara el uno-dos fulminante.
Desde el ring-side, los preocupados espectadores deciden que es hora de gritar "¡Sí se puede!" para alentar a su maltrecho pupilo. Así que la Coparmex se lanzará abiertamente a hacer política, y el expresidente en funciones, también conocido como Don-key, le echa airecito a su púgil con la toallita del rechazo al populismo.
En una reunión con la prensa española en Los Pinos, Chente, entre otras cosas, volvió a culpar a la "oposición radical" por las reformas estructurales no realizadas (si yo no puedo, le echo la culpa al otro); habló de engaños y demagogia, justo antes de morderse la lengua; que podremos seguir participando en la gran fiesta del TLCAN, seguramente como meseros o acomoda coches; que no se debe "descubrir la rueda" buscando esquemas económicos alternos al suyo (pues es que el de Chente es cuadrado); y le echó porras a los bancos, tan solidarios como siempre, pero eso sí, pidió su limosnita (humildemente, but of course) para que otorguen "más esfuerzo, apoyo y crédito para el campo, los proyectos agropecuarios y el mundo rural, así como “más riesgo en operaciones con empresas minoristas (sic de Chente que confunde minoristas con pequeñas)”.
Solo le faltó agregar, "si no les molesta, claro".
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