La tecnología P2P (Peer to Peer o De Igual a Igual) es ampliamente utilizada, y es probable que muchas personas la han usado sin saberlo. Si tenemos y usamos programas como Morpheus, Ares, Warez, LimeWire, Azureus, BitTorrent, BitComet, uTorrent, e-Donkey, y una larga lista más, entonces también hemos ingresado, navegado e intercambiado archivos en redes P2P.
Pero, ¿qué es eso? Como su nombre lo indica, es cuando dos o más elementos iguales, en este caso computadoras, se conectan y comunican. Cualquiera de los programas antes mencionados funcionan de la misma manera, aunque con variaciones del cómo y cuándo. Por ejemplo, si yo tengo instalado Morpheus en mi PC, al arrancar el programa típicamente me conectaré a la red de Morpheus. El programa busca por Internet la dirección del servidor que controla el tráfico y a los usuarios conectados, su nombre técnico es clientes. Es como cuando llegamos a una fiesta y nos anuncian, así todos sabrán que estamos presentes. De esta manera, mi PC al conectarse al servidor se anuncia, y éste a su vez "le avisa" a todos los demás computadores conectados a la red.
Supongamos entonces que quiero descargar un archivo de música, un MP3. Usando la función de búsqueda, escribo el nombre de la canción y doy la orden de buscar. El servidor sabe ya cuales archivos existen en la red y dónde están (en qué PC se encuentran). Por lo tanto, me regresa una hoja de resultados de mi búsqueda para que yo elija el archivo que desee y empiece a descargarlo. En ese momento, el servidor de la red me conecta a la PC o PC's que contienen el archivo y empiezo a leerlo, de manera que al final quedará grabado en mi propio equipo. Al terminar, el programa da aviso al servidor y me ubica como uno más de los computadores que tiene el archivo disponible. No está de más decir que aunque yo no lo sepa, es muy probable que me encuentre teniendo acceso a equipos domésticos de otros individuos como yo en diversas partes del mundo. Algunos clientes me permiten saber en qué país se encuentra ubicada la PC que comparte el archivo que estoy descargando, e incluso, de aquellas que se conectan a la mía.
Para finalizar, basta aclarar que los archivos que uno comparte a través de este tipo de red NUNCA son almacenados en los servidores de la misma. La función más importante de éstos es decirnos dónde podemos encontrar lo que buscamos y darnos el acceso.
Eso es el mundo P2P. Pues bien, éste se encuentra bajo fuego, principalmente en Estados Unidos y España. Recientemente diversas asociaciones de casas disqueras, estudios de cine, fabricantes de software, etc., han demandado a sitios muy conocidos de P2P, e incluso, han hecho arrestos. No es ilegal compartir archivos sin fines de lucro en la mayoría de los países, así que se han valido de una treta para proceder en contra de ellos. La mayoría de estos sitios tienen publicidad para poder pagar los gastos de mantener en funcionamiento sus servidores, en muchos casos son anuncios de casinos virtuales y pornografía. Con el pretexto de que obtienen una ganancia por esa publicidad en un sitio P2P, concluyen que si están violando la ley. Como se puede ver, el argumento está muy tirado de los pelos, y posiblemente no prosperen las demandas. Pero no es eso lo que buscan quienes las promueven. Su objetivo es intimidar a los administradores de las redes P2P al igual que a sus usuarios. Muchos podrán ya haber concluído que se trata de una lucha en contra de la piratería. Pues sí ... y no. Como no tienen argumentos legales para alegar piratería, pagan enormes sumas de dinero para que despachos de abogados encuentren la forma de inventar delitos para fundamentar las demandas.
No discutiré aquí si el P2P fomenta la piratería, pues es un tema muy extenso y de múltiples aristas. Lo que es innegable es que, dado que los vacíos tienden a llenarse espontáneamente, hay un vacío entre lo que los creadores, intérpretes, productores, autores e intermediarios ofrecen y lo que la gente quiere. ¿Se trata fundamentalmente del elevado precio de los CD's, libros, DVD's, películas, etc.? Es probable. ¿Es la solución criminalizar las demandas de un mercado que no están escuchando? Lo dudo.
Quienes han promovido las demandas se califican como empresarios y gente de negocios que se ven seriamente afectados por la actividad de las redes P2P. ¿Realmente son empresarios y gente de negocios APTOS? ¿Quién en su sano juicio desoye las demandas del mercado? Tal vez se trata más de un afán desmedido de lucro, de una pereza extrema que les impide buscar nuevas formas de comercialización que satisfagan a quienes han dejado de ser consumidores de sus productos para convertirse en socializadores de los mismos. Han caído fulminados por las fuerzas del mercado, por la oferta y la demanda que tanto defienden, alaban, adoran y preconizan, debido a su infinita incapacidad para entender las nuevas formas que la sociedad ha dado a dichas fuerzas.
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