... y mucho menos terrorismo! El día de ayer fue lanzada una granada de fragmentación en una fiesta particular en el poblado de Petatlán, Gro. El saldo fue cruento y murieron dos personas, 40 quedaron heridas, de las cuales 16 de gravedad. Siendo un hecho en sí mismo muy grave, preocupa más el hecho de que uno de los heridos haya sido el chofer del presidente municipal perredista de dicha localidad Antonio Armenta Miralrío, de nombre Ignacio Estrada Rosas, cuyo cumpleaños se estaba celebrando.
No existen evidencias de que Estrada Rosas o Armenta Miralrío hayan sido los objetivos principales ni que hayan tenido relación alguna con el motivo del ataque.
Las autoridades mencionaron que podría tratarse del resultado de una riña personal, no indican si algunos de los arriba mencionados se encontraban involucrados. Pero resolver problemas personales con granadas parece una desproporción que indica un alto grado de descomposición de los valores, en el mejor de los casos, de los perpetradores, y en el peor, de la sociedad mexicana
Mientras tanto, Armando Chavarría Barrera, Secretario General de Gobierno, indicó que "... la violencia entre bandas del crimen organizado llegó a la población civil".
Si fuera cierta la presunta injerencia del crimen organizado, es una muestra más del alarmante cinismo y la absoluta libertad con que operan estas organizaciones, sin pudor ni recato por las víctimas inocentes. Todos los niveles de gobierno, municipal, estatal y federal, deben tomar providencias para que cese la ola de violencia generada por el crimen organizado, y no solamente con medidas policiales. La inseguridad se nutre de la pobreza y del pésimo nivel del sistema educativo en México, donde las materias de civismo y ética han sido prácticamente excluídas del programa de estudios oficial de la educación básica.
Pero hay una lectura más. A pesar de que las autoridades han descartado móviles políticos, no podemos dejar de ponderar el peso que tienen las actuales campañas "políticas", que más parecen de calumnias, que los tres principales candidatos a la presidencia han desatado. Los abanderados del PAN y el PRI dedican más tiempo a agredir al del PRD que a proponer soluciones para los graves problmeas que aquejan al país. Por su lado, el vilipendiado candidato del PRD no aporta nada a la democracia instruyendo al Presidente de la República con un lapidario "¡Cállese chachalaca!"
Podrán tener razón los candidatos, pero México no necesita de esas formas ni sus respectivos trasfondos. Necesita soluciones a sus complejos problemas, por lo que los votantes esperamos con ansiedad que dichos aspirantes asuman su responsabilidad y se comporten a la altura del cargo al que aspiran, que es el de gobernante de más de 100 millones de mexicanos.
Señores Calderón, López Obrador y Madrazo: les exigimos ¡pónganse a trabajar por el bien del país!
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