La selección femenil de Irán se anotó un gran triunfo, no contra su rival con el que empató 2-2, sino contra el conservadurismo islámico. Logró jugar en un estadio en Irán al haber sido levantada la prohibición de que las mujeres entren a uno.
No obstante, la nota de La Jornada menciona que tanto las iraníes como sus rivales alemanas debieron jugar con velos y trajes de entrenamiento, que a mi gusto lucen como pants.
Pero hubo un ligero detalle, se prohibió la entrada a hombres. Es de dar risa si no fuera una realidad en este siglo XXI.
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