Estamos en plena época navideña, cuando el Hijo Desobediente Ejecutivo empieza a preparar sus presupuestos para el próximo año y le hace su cartita al Santa Clos Legislativo.
Orgulloso debe de estar el Emperador Felipe El Cruzado porque está aprendiendo a hacer trucos de gente grande: manda su Reforma Fiscal al Congreso sin incluir el IVA a medicinas y alimentos, pues será un priísta (¿quién será el Judas?) el que proponga dicha modificación.
Y para demostrar que no es llamarada de petate, que no es garbanzo de a libra, que no es chiripada, que ya aprendió, ahora va sobre la Informalidad: impuesto de 2% a la Informalidad.
No, no nos cobrarán impuestos por vestir de mezclilla o salir en pants a dejar a los niños, se trata de combatir la evasión fiscal gravando el excedente al acumulado mensual de depósitos en efectivo mayores a $20,000. Se supone (¿en serio?) que con esto se dará una lucha frontal (¿otra?) en contra de la economía informal.
O sea, escupefuegos (o tragafuegos, según el área de especialización), payasitos nalgones, limpiadores de parabrisas, malabaristas y demás profesionales del espectáculo callejero, ya no podrán depositar sus ganancias en sus cuentas bancarias, so pena de que Hacienda les grave los excedentes a $20,000 que depositen por mes.
Otros que deben estar preocupadísimos con la iniciativa son los piratas de todo tipo (audio, video, software, ropa, calzado, etc.), pues ahora deberán guardar bajo el colchon su abundante lana generada de negocio tan noble. Ni se digan las quesadilleras, los taqueros de estaciones del metro, infantes vendedores de chicles, voceadores, boleros, los "viene-viene" (cuidadores callejeros de autos o vigilantes en estacionamientos públicos), y todo el ejército de pequeños empresarios que no pagan impuestos. Esos apátridas encontraron la horma de su zapato.
Tendrán que cancelar sus cuentas bancarias o pedirle a su contador que busquen formas de seguir evadiendo al fisco.
Como dirían del otro lado de la frontera: "Way to go, _______ (coloque el nombre de su preferencia: Felipe (Calderón), Agustín (Carstens), o el que le guste más para estos efectos). No tiene caso combatir a los grandes evasores. Tampoco simplificar la recaudación, desde la apertura de una empresa o negocio hasta la declaración. Ni hablar de la generación de empleos.
También sería una tontería incentivar a las PyMES, o fomentar la creación de microempresas mediante créditos productivos, o reactivar la banca de desarrollo, o ....
No, lo mejor es pegar palo (de ciego) a los "Informales". Esto abrirá, exitosamente, un nuevo frente del Mariscal Felipe El Breve (de ideas) en contra de todos, sí todos, los mexicanos, "para vivir mejor" con el gobierno (¿¿¿???) de la continuidad.
Mientras tanto, los banqueros seguirán como los principales convidados al festín: deberán retener el impuesto y enterarlo al ministerio encargado de las arcas nacionales "cuando y como ésta (Hacienda) lo determine".
¡Chanfle! La suposición (o suposiciones) de que la gente por gusto y libre elección se refugia en la economía informal es poco menos que estúpida.
Way to go, yes sir, way to go!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario