jueves, julio 23, 2009

Icarus

Recuerdo que cuando era niño el PAN era una oposición con poca fuerza y escasa representatividad, aunque ambas muy sólidas. Sus votantes eran pocos, pero comulgaban con el ideario político de ese instituto.

En los lejanos 60-70's, Acción Nacional estaba inspirado por un ideario emanado principalmente de sus fundadores, cargado a la derecha pero con fuertes valores éticos y morales. Era la alternativa perfecta para el México de aquella época, pero por desgracia, no había democracia. Tenían un proyecto de nación, sin duda.

Pero en sus ansias de volar, de alcanzar el sol, consideraron que perdiendo lastre es como lo lograrían. De esa manera se fueron deshaciendo de su ideario, de su ideología, de sus valores. Efectivamente eso les permitió llegar al sol en el año 2000, pero en el proceso, se les quemaron la esencia y las alas; la sustancia y la visión; la ética y el nacionalismo. Dejaron el alma atrás y la carcaza remanente conservó su movimiento. De lo que no se percataron es que se movían hacia abajo, hacia la tierra, en picada. El movimiento es de caída, no de avance.

No importaba que no compartiera su visión, lo importante era tenerlo, que formara parte de la pluralidad necesaria para que una democracia pueda vivir. Ni siquiera me importaría que hubiera logrado la presidencia sin vender su alma al diablo, pero la remató, la abarató.

Extraño al PAN digno, valiente, congruente, cívico, inteligente, luchador. Extraño al PAN con el que se podía debatir, confrontar ideas, disentir. Me extraña este PAN vacío, inerte, yerto. Me asusta este PAN.

Ícaro llegó al sol.

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