Como en todo conflicto bélico, y siguiendo las enseñanzas de nuestros vecinos del norte, se ha procedido al control de la libertad de expresión, la censura, pues. Dado que es una tarea de seguridad nacional en un clima de combate, supongo que Calderón tiene la medida plenamente justificada en su mentecilla.
Ayer José Gutiérrez Vivó denunció que le mandaron un recadito de la Presidencia:
... están castigados. Vamos a ver cómo se comportan. Si quieren difundir nuestra información, bien; si no, también. Cuando consideremos que hay un buen comportamiento, entonces se arreglará una entrevista con el presidente Calderón.
Por su parte, Carmen Aristegui ha sido sacada del aire en Sky y a Ricardo Rocha le quitaron su noticiario matutino. La primera solamente tiene presencia en W Radio y el segundo en su noticiario de la tarde, después de las medidas decretadas, supongo, en un Consejo de Guerra.
Mientras tanto, acorde a los tiempos bélicos que vivimos, se ha recortado presupuesto de áreas no prioritarias para la guerra, como la cultura.
En efecto, el comandante en jefe ha recortado en 30% el presupuesto destinado a la cultura.
Suerte que estoy demasiado viejo (bueno, ni tanto), pues seguramente nuestros jóvenes pronto serán llamados al frente.
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