Pues el sexenio de Fox no se acaba. Lejos de resolver el conflicto, la Secretaría de Gobernación encabezada por el ultraderechista Francisco Ramírez Acuña, hace mutis al problema de Oaxaca.
Eficientes y solícitos, los funcionarios de Gobernación no hicieron ningún compromiso ante los representantes de la APPO ante los cuales se sentaron, supuestamente, a negociar la solución. Dijeron que no podían hacer nada "para no violar la autonomía" del estado y mejor recomendaron que tramiten amparos. ¡Pero qué estupidez más grande! Los garantes de la seguridad nacional interna se declaran incompetentes. Por lo menos es de celebrar su honestidad: reconocen que no sirven para nada.
Es evidente que se trata de un giro de tuerca más en la guerra sucia que el gobierno de Calderón, así como lo hizo el de Fox, libran en contra de los propios ciudadanos a quienes supuestamente gobiernan. Se cruzan de brazos y que sea lo que Dios quiera. Esto es motivo suficiente para exigir la renuncia de esa camarilla facciosa que habita Bucareli.
Por otro lado, el IFE destina una partida de más de 968 millones de pesos para recompensar a sus funcionarios bajo el eufemismo de "compensación garantizada". Es un insulto para México, sobre todo tomando en consideración que el salario mínimo "aumentó" $1.90 por día. La gratificación del IFE representa casi 510 millones de días de aumento de salario mínimo o casi 10 millones de días del nuevo minisalario. ¿Es razonable?
La"lógica" empresarial de este ¿nuevo? gobierno sigue demostrando ser un desastre, pues es el mismo criterio con el que esa runfla de codiciosos maneja sus empresas: empresarios ricos y empresas pobres (y de los empleados, ni hablar).
Por eso México tiene altos, altísimos costos de producción y no puede ser competitivo. Los recursos no se reinvierten, no se moderniza a las empresas, no se capacita, en fin, el mismo escenario que a nivel nacional hemos visto desde los lejanos tiempos de Miguel de la Madrid, los mismos vicios exacerbados en las administraciones de Fox y del incipiente Mini Me mexicano, Felipe Calderón.
Y para demostrarlo, ahí están los pretendidos recortes a la educación, la cultura, cero inversión en PEMEX (que les acaba de salvar el presupuesto de ingresoso), etc.
Ya quisiera ver a un empresario oyendo a su Director de Recursos Humanos diciendo: no puedo hacer nada para resolver el conflicto con los trabajadores, que tramiten amparos (¿verdad Ramírez Acuña?).
Son estúpidos, apátridas y codiciosos. Esa laya "empresarial" detenta el poder en México.
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