sábado, septiembre 30, 2006

El conflicto electoral mexicano en San Sebastián

Mientras el gobierno federal festeja el fin del conflicto postelectoral (juar, juar!), Calderón sigue a salto de mata y Oaxaca amenaza con explotar, los mexicanos siguen luchando por recuperar su dignidad.

En el Festival de Cine de San Sebastián, actores e intelectuales mexicanos se manifestaron en contra del fraude electoral que llevó a Felipe Calderón a la Presidencia.

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En la primera foto "... la actriz Dolores Heredia muestra una manta de apoyo a Andrés Manuel López Obrador. En compañía de Carlos Payán, Demián Bichir y Armando Hernández, la protagonista de la película Fuera del cielo, del director mexicano Javier Patrón efectuó la manifestación de rechazo a los resultados de los pasados comicios presidenciales".


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En la segunda, ambas tomadas por Jorge Aragón Luna, Dolores Heredia es acompañada por Demián Bichir y por Armando Hernández. Heredia desplegó la protesta impresa en su vestido, que le arropaba con dignidad e ingenio.

No es poca cosa lo que sucede, ni es un acto simbólico la protesta de los histriones mexicanos en España. En Estados Unidos, se le da carta de naturalización a la tortura; en México el Gobernador del Banco de México, el inefable Guillermo Ortiz, festeja los muros que nuestros vecinos levantan y dice que es para que los mexicanos se queden (a fuerzas) en nuestro país. Por su parte, Monseñor Abascal dice que la paciencia se agota en Oaxaca y que se recurrirá a "los instrumentos del estado".

En su corta e ideologizada visión pretende amenazar con "los instrumentos del estado", eufemismo que utiliza para la represión violenta, de un conflicto que no han querido solucionar echando mano de los verdaderos instrumentos del estado: el diálogo, la interlocución, la justicia, las leyes y la autoridad.

Hacen bien Heredia, Bichir y acompañantes en protestar en España, pues si lo hicieran en México, "los instrumentos del estado" serían usados en su contra.

Si a estos métodos recurre un presidente legítimo, cuyo triunfo fue inobjetable en el 2000, que podemos esperar de un presidente cuestionado, cercado, acotado y de una personalidad volátil, débil y gris, como lo es Felipe Calderón, quien tendría que gobernar al 100% de los mexicanos a pesar de que el 70% de los electores no votó por él.

¿Realmente gobernará para todos? Es poco probable, pues no se ha cansado de repetir que el sendero que transitará será el de la "continuidad", o sea, más desempleo, más pobreza, más privatización de los bienes de la nación, más IVA en alimentos y medicamentos, etc.

En el sexenio de Fox, personas que conozco y que votaron por él a los dos años estaban arrepentidos, y ahora algunos de ellos votaron por Calderón (parece que no entendieron la lección). ¿Les sucederá lo mismo? ¿En dos años, o menos, estarán arrepentidos? ¿Tendremos que pagar nuevamente todos los mexicanos por sus errores? Me temo que así será.

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