jueves, febrero 08, 2007

El caldo, las albóndigas y las tortillas

Su Excelsa Majestad, el Emperador Felipe El Cruzado, está pagando muy, muy caro su boleto de entrada a Los Pinos, y como siempre, a nuestra costa.

Por más que el fundador de Calderópolis, sede del imperio PAN-Ibérico, hace desesperados esfuerzos para parecer un chico rudo, la realidad, esa que no se puede censurar, le desteje en dos segundos lo que le ha llevado semanas construir.

Cual Penélope tropical, Su Eminencia nomás no puede evanzar en el tramado de su ... ejm!, ¿como decirlo?, pues eso que pretende que se llame gobierno.

Ya lo decía yo mucho tiempo atrás, los compromisos adquiridos para ¿derrotar? a su némesis, el famoso cual vilipendiado Peje, amenazaban con rebasarle, pues sin la altura de un verdadero estadista, estaba inerme ante las presiones de los lobos que más temprano que tarde le cobrarían los favores otorgados.

No hay forma de ocultarlo, Calderón se tambalea como presidente, igual que como lo hizo como candidato. Aún con la escenografía del ejército y de sus diatribas en contra de países soberanos, cada vez se le ve más acorralado.

Haré un sucinto recuento:

  • Los torpedos que su propio presidente de partido, Manuel Espino (el mismo que lo bautizó como el "pelón chaparrito de lentes"), le lanza incesantemente con su "gabinete paralelo". ¡Vaya, ni López Obrador ha sido tan eficiente haciéndole sombra al gobierno de Calderón!
  • El sainete de los operativos de seguridad: cero detenciones importantes y varias represalias sangrientas, como la más reciente en Acapulco.
  • El Tortigate, cocinado desde finales del año pasado y que le explotó en las manos sin saber cómo reaccionar. Para acabarla, su secretario de Economía acabó de embarrarla al decir que no podía hacer nada ante la ola especuladora.
  • ¡La Profe! ¡Ah, La Profe! Esa medusa qué sí entiende el juego sucio de la política y no se ha cansado de chamquear al Hijo Desobediente. Ahora se reúne con Calderón y con miembros de su gabinete para saldar cuentas, sobre todo la derivada de la tremenda parranda electoral en el antro de mala muerte Ugalde's, donde desinhibido totalmente, se entregó a todos los abusos y excesos. Ahora hay que pagar los platos rotos, las botellas consumidas y los servicios de las meretrices.
  • La Dulce Arrocito también ha metido sus facturas a revisión y ahora pide se le paguen. Feliz porque se le entregaron a capos apresados durante el gobierno de otro, ahora Condi Rice le pide a Calderón que haga más con respecto al asunto de la migración y mejore las condiciones fronterizas. Y ya sabemos que cuando Condi pide algo, en realidad lo exige.
  • Oaxaca, con un gobernador que desafía todas las leyes de la física pues cae para arriba, y la pederastia del gober precioso, otro que cae p'arriba, han sido los personajes de algunas de las últimas fotos que se ha tomado Calderón: abrazando la dudosa reputación de dichos personajes y apapachando a la impunidad.
  • Sus pleitos gratuitos de cantina con los gobernantes de naciones soberanas, como Lula da Silva de Brasil y Hugo Chávez de Venezuela, cuando minutos antes, en la euforia de la borrachera les decía: "¡Te quiero un chingo carnal, me cae!". Si no se controla, que no se consuma, Don Felipe.
¿Hay necesidad de seguirle?

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Cartones - Hernández

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