Faltaba más, sobraba menos. Los políticos en Washington también le entran a la pederastia, pero como paladines del primer mundo, lo hacen a través de Internet. Nada de conversaciones telefónicas grabadas, eso es de nacos.
Mark Foley, representante federal republicano, equivalente a nuestros gloriosos diputados federales, fue balconeado por ABC News con evidencia cibernética de sexo en línea con menores de edad, específicamente los jóvenes ayudantes en el Congreso estadounidense, a quienes se llama pajes.
El tal Foley se hizo famoso defendiendo la causa de los menores acosados sexualmente por vía cibernética, o sea, nada que ver con nacos decadentes y enfermos como Mario Marín y Kamel Nacif, pues hasta donde sabemos, ellos practican la pederastia a la antigüita: en vivo y a todo sudor.
Pues este Foley, según ABC News, mientras el Congreso votaba asuntos de vital importancia para los EU, como los fondos para la guerra de Irak, se echaba un faje cibernético con un paje.
Para maximixarle la desgracia a los píos, impolutos y persignados republicanos (cualquier pareceido con el PAN no es mera coincidencia), Foley salió del clóset y declaró que era gay. Esto nada tendría de malo, excepto si se es una figura prominente del ultraderechista Partido Republicano, como en el caso del Sr. Foley.
También por allá se empieza a estilar el cinismo máximo de no renunciar cuando el poítico en cuestión es agarrado con las manos en la masa, como en el caso de corrupción del representnte (diputado) republicano Bob Ney. Dicho personaje republicano se negó a renunciar después de declararse culpable de haber intercambiado favores políticos a cambio de dinero, en el marco del superescándalo de corrupción del cabildero Jack Abramoff.
Así que el gober precioso Marín y el gober insepulto Ruiz no tienen nada de qué avergonzarse. Renunciar no es la opción, sino aguantar a pie firme para seguir mamando del presupuesto.
Estos vodeviles de perversión y corrupción son solamente dos ejemplos de lo que está sucediendo en Washington durante la administración de Baby Bush, otro rancherote bragado, ignorante y necio como las mulas que me supongo cuidará en su rancho (cualquier parecido con el esposo de la señora Marta no es mera coincidencia).
La lista es demasiado larga para que un estómago decente la aguante, pues va desde los archiconocidos contratos de "reconstrucción" de Irak hasta los adalides del antiterrorismo teniendo encerronas para jugar póker y retozar con prostitutas. Eso sin olvidar los casos en que los contratistas del ejércitos de los iuesei les mandaban comida descompuesta a los soldados en el frente de batalla. Por igual existen evidencias de que hubo movimientos sospechosos de dinero, seguros y propiedades horas antes de los avionazos del World Trade Center de NY, involucrando incluso a la autoridad portuaria de la Gran Manzana, responsable del megacomplejo atacado por ¿Bin Laden?
Dichas evidencias de que se conocía de antemano el ataque del 11 de septiembre han sido usadas como prueba por quienes sostienen de que fue una operación encubierta del gobierno de Baby Bush.
Desde el punto de vista muy personal de este ignorante Experto de Nada, siempre me ha parecido muuuuy sospechosa la manera en que se derrumbaron las torres, una detrás de la otra, en perfecta sincronización, derechitas y sin afectar edificios contiguos. Tan perfecta fue su caída que me hizo recordar los videos de edificios demolidos de manera controlada con explosivos: un chorro de polvo pero ni siquiera las ventanas se rompen en las construcciones cercanas.
Caulquier parecido con el México de Vicente Fox no es pura coincidencia. Y curiosamente, es a lo que Calderón promete darle continuidad.
El veterano periodista Bill Moyers, presidente del Schumann Center for Media and Democracy, escribió recientemente que Washington "es una ciudad ocupada, un pueblo bajo dominio empresarial y el gobierno es una subsidiaria servil de los patrones de gran riqueza"
Esto y más sucede en el Washington de Baby Bush.
Technorati tags: corrupción, Washington, Bush, Fox, Calderón, pederastia, terrorismo
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