jueves, enero 29, 2009

Ya viene el Super Bowl

El fútbol americano (o simplemente football como le llaman en EU) es el único deporte al cual soy realmente aficionado.

Con tristeza he visto la forma en que las autoridades deportivas y educativas del país han arruinado este excelente deporte. Para la mayoría de la gente es una actividad brutal, que ni siquiera merece el calificativo de deporte. No puedo negar que el contacto físico que conlleva puede ser brutal (una lesión en mi espalda que ha perdurado a través de los años da fe de lo anterior), pero tiene otras características que lo hacen muy valioso, sobre todo para la forja de personas de bien (he visto niñas jugar en las categorías infantiles, por lo que evito especificar género).

Una de las más importantes es la disciplina. A veces raya en lo militar, pues los afanes y habilidades individuales deben ser controladas para usarlas a favor del beneficio colectivo. Jugar americano no es un hobby, es una filosofía de vida: duros entrenamientos, sacrificios, dolorosas derrotas, esfuerzo personal y colectivo, constancia, tolerancia, humildad, etc. Es un deporte que refleja al 100% a la vida. No hay ganacia sin esfuerzo, no hay derrota sin lucha, no hay victoria sin lágrimas.

Nunca bajar los brazos aunque se vaya perdiendo por 40 puntos o más, nunca decir no podemos. Esa es la escencia del fútbol americano. Quizá es la razón de que sea criticado como un deporte agresivo. Si no darse por vencido ante las adversidades y enfocar las energías a un objetivo es ser agresivo, entonces sin duda lo es.

Bueno, por todo eso y más es mi deporte favorito. Y viene la gran fiesta mediática del fútbol americano en los EU: el Super Bowl o Super Tazón. Normalmente este juego de campeones (el campeón de la conferencia Americana en contra del monarca de la conferencia Nacional) no es tan bueno como los juegos mismos de campeonato en cada conferencia, pero aún así es apetecible.

Este año se enfrentan los pundonorosos Acereros de Pittsburgh a los sorprendentes Cardenales de Arizona. En el papel, los de amarillo y negro se ven mucho más fuertes que los pájaros rojos, pero no hay nada escrito en cuanto al resultado final. Yo voy con los Acereros y estaré ondenado mi Toalla Terrible para animarlos.

Go Steelers!

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