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lunes, mayo 26, 2014

Hogwarts y The Economist

Parece que el súper ultra dúper archi chidazo gabinetazo empieza a hacer agua, como la estación Toreo del Metro que hoy se "encharcó".

Osorio estrena su título de Hogwarts desapareciendo a 16 mil desaparecidos de un salivazo, según lo dijo en un discurso hace un par de días.

Mientras tanto, ya ni The Economist cree en las habilidades y promesas del Ministro del Año Videgaray. Crecen los rumores de que la podadora ya afila las cuchillas en Los Pinos.

http://www.animalpolitico.com/2014/05/por-que-los-mexicanos-tienen-buenas-razones-para-preocuparse-por-la-economia-segun-economist/#axzz32r5NEoEX

martes, agosto 20, 2013

Goebbels revisitado

No soy afecto a creer en conspiraciones, pero reconozco el poder de las cofradías.

En lo que sí creo es en la peligrosidad de los ruines, de la codicia desmedida; en la deshumanización de quienes pregonan el sacrificio de muchos para el "bien común", que no es otra cosa que el beneficio de unos pocos. También creo en las ideologías, hoy tan desdoradas por quienes han decretado su muerte con la simple intención de que sólo la suya prevalezca. Una suerte de absolutismo por el que, ahora resulta, debemos de darles las gracias. Una auténtica "revolución de los ricos", como lo afirman y explican Carlos Tello y Jorge Ibarra en su libro (La revolución de los ricos, UNAM, 2012). Una revolución triunfante, soterrada, casi una guerrilla. Una revolución en donde se buscaba, y se ha logrado, la extinción del Estado de Bienestar de la posguerra de mitades del siglo pasado. Una revolución gestada en Suiza, que dio origen a la Mont Pelerin Society (cabeza de playa de los ricos revolucionarios revisionistas del liberalismo económico), creció en las aulas de la Universidad de Chicago, y tuvo su exitoso debut en sociedad con el otorgamiento de varios premios Nobel de Economía: 19 en 25 años. Dato curioso, el Nobel de Economía no fue creado, ni es entregado, por la Fundación Nobel, sino por el Banco Central de Suecia desde 1968. Y como es un premio a la memoria de Alfred Nobel, se apropiaron del nombre.

La doctrina conocida como neoliberalismo, se sustenta en las teorías económicas neoclásicas de finales del siglo XIX. Su propagación fue auspiciada por la Mont Pelerin Society a través de personajes como Friederich A. Hayek, Milton Friedman y Francis Fukuyama. Esa simiente se dispersó por todo el mundo. En el caso de México, cayó en terreno fértil en el ITAM, el ITESM y la UIA. En el gobierno mexicano la polinización se logró incorporando a personajes como Carlos Salinas de Gortari, Pedro Aspe, Luis Téllez, Francisco Gil Díaz, Ernesto Zedillo Ponce de León, Agustín Carstens, José Ángel Gurría y Jaime Serra Puche, entre muchos otros. En el medio empresarial mexicano, el buque insignia es el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que agrupa a CONCANACO, CONCAMIN, ANTAR, CANACINTRA, COPARMEX y diversas asociaciones financieras de bancos, seguros y casas de bolsa, entre otras organizaciones.

A nivel mundial, el neoliberalismo llevó al poder, y llegó al poder, con Margaret Tatcher, Augusto Pinochet, Ronald Reagan, Carlos Menem, Alberto Fujimori y un largo etcétera. Los mismísimos Karol Wojtyla (Juan Pablo II), Lech Walesa (líder del sindicato polaco Solidarnosc (Solidaridad)), Boris Yeltsin y Mijaíl Gorbachov sirvieron y se sirvieron del neoliberalismo, contribuyendo a la caída del Muro de Berlín y a la eliminación de contrapesos en el ajedrez geopolítico-económico mundial.

Como podemos ver en este apretado e incompleto resumen, la situación actual no es azarosa, no surgió de la noche a la mañana. La Revolución de los Ricos se ha venido haciendo durante décadas, y hoy campea triunfante sobre la pauperizada población mundial. No es tampoco un complot, una conjura, es una ideología que ha sabido demoler a la oposición, que ha sometido hasta la ignominia a las otras ideologías, borrándolas de la faz del orbe. Es una doctrina que ha avanzado montada en el absolutismo, la tiranía, el totalitarismo. Es una conjunto de verdades a medias que han tejido una gran mentira repetida hasta el cansancio por muchos, alentada por pocos y aceptada por todos: productividad, pleno empleo, máxima utilidad, modernización, apertura, libre mercado auto regulado, adelgazamiento del estado, individualización, consumo.

Goebbels revisitado, revisado y actualizado.

viernes, julio 19, 2013

Ahí está: El analfabetismo funcional.

Las redes sociales son la vitrina de muchas cosas, entre ellas el nivel educativo de los usuarios. Las faltas de ortografía son ya cosa cotidiana, aunque sean garrafales.

Y no hablo de las personas que por una u otra razón escriben "Haber si puedo ir" o "Haz visto". Tampoco hablo de la expresión cultural (sin adjetivos) de intercambiar letras y números intercalados con mayúsculas y minúsculas con ¿intencionales? erratas y repeticiones de letras (Io No z3 sii eNtiiend3n lO ke diiiGo). Mucho menos de expresiones lúdicas, algunas de las cuales me hacen reír mucho, como el famoso ola ke ase. Hablo de los medios de comunicación que usan portales y cuentas de redes sociales para difundir su contenido. Y en esa canasta se pueden incluir políticos y empresas, pero no son motivo de esta reflexión.

Quizá debido a la premura por publicar primero, la sintaxis se ausenta cada vez más de sus notas y boletines, y debemos de sortear una lamentable jerigonza para poder conocer la noticia que quieren comunicar, o incluso, para entender un solo párrafo. La gramática en general es una víctima inocente que, como Prometeo, es masacrada a cada minuto sin poder morir. Esto quizá sería una anécdota del descuido de redactores, editores, reporteros y administradores de los portales o las cuentas en redes sociales, pero creo que va más allá.

Se ha dado a conocer que la SEP ha soltado las amarras de millones de libros de texto gratuito con centenares de faltas de ortografía (y quién sabe qué otras calamidades más llevan esas cajas de Pandora oficiales). Año con año, esos libros empeoran: imprecisiones históricas, cuestionables reivindicaciones y loas a personajes de la historia reciente del país, ejercicios incomprensibles por estar mal redactados, instrucciones que no se apegan al modelo expuesto. En fin, cada edición es un deplorable compendio de fallas y omisiones. Por otro lado, los planes de estudio tienden a querer parecerse cada vez más a los de otros países que han probado su ineficacia y limitaciones, cercenando materias como civismo y ética. Hace unos días leía una noticia en donde decían que se evalúa eliminar la enseñanza de las matemáticas en el nivel primario porque "los tiempos han cambiado". ¡Joder, y de qué manera! ¡Hasta los recién graduados de las universidades sufren para redactar un párrafo con mediana decencia!

 Cada vez es más evidente que nuestros "gobernantes" quieren cerrar la pinza de una economía maquiladora, de obreros baratos y mal preparados, con una educación deficiente. No se cansan de cantar las virtudes de una mano de obra más barata que en China: que atraerá inversiones extranjeras, que nos dará ventajas competitivas. Pero a final de cuentas se busca que la jodidez de muchos sea el detonante del despegue de unos cuantos. Niegan la realidad: los países que han logrado sobrellevar las recurrentes crisis económicas con cierto grado de éxito son aquellos que se han enfocado en crear empleos de alta tecnología, como aeronáutica, nanotecnología y computación, por sólo mencionar tres áreas.
 
Las redes sociales demuestran que están teniendo éxito en su política destructiva, y ahí están los últimos tres presidentes que hacen gala de su ignorancia y estulticia; ahí están los medios de comunicación para dar constancia de la degradación del lenguaje; ahí están los egresados de las prestigiadas universidades privadas, como la punta del iceberg, que batallan para comprender un texto; ahí está el analfabetismo funcional como política de gobierno. Ahí están.

martes, enero 08, 2013

El precipicio fiscal de EU

El imperio se desmorona y aprieta el nudo gordiano de su economía.

La deuda pública de los Estados Unidos es equivalente al PIB de un año, esto es, resulta impagable. Es como si una persona que gana 100 mil pesos al año debe esa misma cantidad. Para pagarla deberá dejar de comer, vestir, pagar impuestos, doctores, escuelas, etc.

Los principales tenedores de deuda son las potencias rivales de EU: China y Rusia, entre otros. México tiene un buen pedazo de esa deuda. Algunos analistas financieros hablan de "default" (dejar de pagar a los tenedores de la deuda).

¿Dónde están las montañas de dinero que maneja ese gobierno? La mayor parte se encuentra apuntalando el nocivo y depredador sistema financiero: bancos, corredurías, administradoras de fondos, casas de bolsa, etc. Sí, el dinero de los norteamericanos se usa para mantener las desorbitantes ganancias de los intermediarios financieros. Es un problema nada fácil de resolver, lo que demanda nuevos paradigmas económicos, en donde tal vez el remedio sea tan malo como la enfermedad, con la diferencia de que el primero rompería los círculos viciosos existentes.

A la llamada crisis del "precipicio" fiscal, sólo le administraron un par de aspirinas. En un par de meses más se retomará el tema (es el plazo durante el cual las medidas paliativas estarán vigentes), que no es otro que el techo de endeudamiento, o dicho en buen romance, posponer (que no evitar) la quiebra del gobierno estadounidense.

lunes, junio 04, 2012

El peso no se devalúa por las encuestas

Esta es la nota que Rogelio Ramírez de la O, propuesto como secretario de Hacienda por López Obrador, envió al candidato para informarle de las razones reales de la drástica caída del peso. Se publicó originalmente en la cuenta oficial de Twitter del candidato de la coalición Movimiento Progresista. Por su extensión más allá del límite de los 140 caracteres que el servicio de micro blog tiene, se publicó usando el servicio de TwitLonger. La reproduzco aquí en caso de que la fuente original desaparezca.

Rogelio Ramírez de la O. me escribió esta nota sobre la fluctuación cambiaria, la cual comparto con ustedes
EL PESO SE HA DEPRECIADO DEBIDO A LOS PROBLEMAS EN EUROPA
El peso se ha debilitado por la crisis financiera en algunos países de la zona euro y, en particular, España y no por crisis alguna en México. Tampoco es por las encuestas de preferencias para las elecciones presidenciales.
La agencia Bloomberg y varios diarios atribuyeron, sin mayores elementos, el debilitamiento del peso a estas encuestas.
Una interpretación seria y apoyada en datos publicados muestra que el peso se ha depreciado cada vez que el riesgo percibido de la deuda soberana española ha aumentado. Este riesgo se mide por la prima de riesgo, es decir lo que el estado tiene que pagar por encima de los bonos alemanes para colocar sus bonos en euros a 10 años.
La prima era de 3.1 puntos porcentuales a principio de febrero y el peso estaba en $12.9 por dólar. En ese momento se suponía que el Banco Central Europeo había encontrado la forma de dar todo el apoyo que España y otros países de la zona euro requerían. Sin embargo, las dificultades de la recesión española e impedimentos para reducir su alto déficit fiscal, en parte agravado por la recesión, hicieron subir la prima a principios de abril a 4.2% y el peso llegó a 13.2 el 12 de abril.
A principios de mayo la prima subió a 4.7% y el peso a 13.1, el 8 de mayo. Finalmente, a fines de mayo, la prima saltó a 5.4% y el peso a $14.
En otras instancias de crisis externa que no han tenido que ver con elecciones, el peso también se ha depreciado. Por ejemplo, de principios a finales de septiembre de 2008, con la crisis de la deuda de la vivienda en Estados Unidos, el peso saltó de $10.2 por dólar a $10.8. En la primavera de 2009 con la crisis estadounidense y la influenza el peso estuvo en más de $14 y llegó a estar en $15 por dólar.
En nuestra opinión el principal canal de transmisión de la crisis española a México es a través del sistema financiero y en concreto el tipo de cambio. Esto, porque dos de los principales bancos del sistema, subsidiarios de la banca española, representan el 36% de los depósitos y el 42% de las utilidades del sistema bancario.
Sus necesidades de capital en Madrid son para el mercado una presión sobre el peso, directa e indirecta.
Las condiciones macroeconómicas de México en lo que respecta a deuda pública, capitalización de la banca comercial, inflación, expectativas inflacionarias y nivel de reservas internacionales indican que la presión sobre el peso no proviene de nuestro país.
Nosotros hemos hecho un pronunciamiento categórico por la estabilidad macroeconómica. Nuestro énfasis en la necesidad de lograr mayor crecimiento económico sólo podría cimentar y dar sustento duradero a esa estabilidad.
Hacemos nuestros mejores votos por la pronta superación de la crisis en España y en el resto de la zona euro. 
Dada la crítica situación de España, que algunos analistas ubican al borde de la intervención económica, es mucho más plausible que la caída del peso responda a las razones expuestas por Ramírez de la O, que al ascenso de López Obrador en las encuestas.

domingo, junio 03, 2012

Reinventando la educación

Les dejo un texto que tomé y traduje del blog de Leonardo Boff.

Reinventando la educación
03/Jun/2012

Muniz Sodre, profesor titular de la Universidad Federal de Río de Janeiro, Brasil, es una persona muy preparada. Pero lo que lo hace diferente es que, como pocos otros, piensa acerca de lo que sabe. El fruto de esa actividad es su notable libro recientemente publicado: Reinventando la educación: diversidad, descolonialización y redes (Vozes, 2012).

En ese libro intenta confrontar los retos de la pedagogía y la educación que se derivan de los diferentes tipos de conocimiento desde las nuevas tecnologías y transformaciones avanzadas del capitalismo. Todo comienza con nuestro lugar social: el hemisferio sur, una vez colonizado, que atraviesa por un proceso muy interesante de neo-descolonización y de confrontación con el debilitado neo-eurocentrismo, ahora devastado por la crisis del euro.

Muniz Sodre analiza diferentes corrientes pedagógicas y educativas, desde la paideia griega hasta el mercado mundial de la educación, a la que ve a través de una burda concepción utilitaria, transformándola en negocio y mercado al servicio de la dominación mundial.

Desenmascara los mecanismos de los poderes económicos y políticos que subyacen en las expresiones que todos repiten, como "la sociedad de la información o del conocimiento". En otras palabras, el capitalismo informativo-cognitivo constituye la nueva base de la acumulación de capital. Ahora todo es capital: capital natural, capital humano, capital cultural, capital intelectual, capital social, capital simbólico, capital religioso. Capital y más capital. Pero en el fondo acecha una mono-cultura del conocimiento mecánico, expresado como la "economía del conocimiento" al servicio del mercado.

En la actualidad, un tipo de educación ha sido planeada para crear cuadros que realicen "servicios analítico-simbólicos", cuadros dotados de una alta capacidad de invención, identificación y solución de problemas. Esta educación especializa el conocimiento como si fuera una línea de ensamblaje de una fábrica.

Así, la educación pierde su carácter formativo. En las palabras críticas de Hannah Arendt: podemos continuar aprendiendo hasta el fin de los tiempos sin que esto signifique que estamos siendo educados. Educar implica saber y hacer, pero sobre todo, aprender a ser, coexistir e interesarnos en el prójimo. Implica darle sentido a la vida, saber cómo lidiar con la compleja condición humana y ser capaz de definirse a uno mismo, enfrentando nuestra condición histórica.

Lo que agrava todo el proceso educativo es la predominancia de la forma de pensar única. Los estadounidenses viven el mito del "destino manifiesto". Están convencidos de que Dios ha reservado un destino único para ellos como el "nuevo pueblo escogido" que impondrá al mundo su propio estilo, sus métodos de producción y consumo ilimitados; su esquema de democracia y sus valores del libre mercado. En nombre de este hecho excepcional, intervienen en todo el mundo, incluso con guerras que garanticen su hegemonía imperial. Tampoco Europa ha renunciado a su arrogancia. La Declaración de Blogna en 1999, que reunió a 29 ministros de educación de toda Europa, reivindicó que sólo ese continente podría producir el conocimiento universal capaz de ofrecer a los ciudadanos las capacidades necesarias para enfrentar los retos del nuevo milenio. Previo a esto, una pretendida universalidad celebró los derechos humanos, pudiendo encontrarse en textos de la cristiandad en donde se promovía a esta religión como única y verdadera. Ahora, el alcance de esta visión se ha acortado: solamente el Viejo Continente garantiza la eficiencia administrativa y la competencia, las habilidades y capacidades que permitirán la globalización empresarial. La presente crisis económica-financiera echa por tierra dicha afirmación. Los gobiernos no saben cómo salir del trance, cuya autoría detentan, y prefieren arrojar a sus sociedades al desempleo y la miseria para salver un sistema financiero especulativo, cruel y despiadado.

En su libro, Muniz Sodre presenta tres interrogantes de la realidad brasileña en el terreno educativo, que deberán encararse  en los próximos años. Ha llegado el momento de hacerles frente como individuos libres y creativos, y no como sordos ecos de otras voces. Sodre rescata los nombres de educadores que imaginaron una educación que se adapatara a nuestro potencial, como Joaquim Nabuco, Anisio Teixeira, y particularmente, Paulo Freire. Darcy Ribeiro hablaría con entusiasmo de la reinvención de Brasil, comenzando por la riqueza del mestizaje.

Esta reinvención educativa debe ayudarnos a transitar a través de la descolonialización, avasallando el pensamiento único ya mencionado, permitiendo aprender la la diversidad cultural y beneficiándose de las redes sociales. De este esfuerzo podría nacer, de entre nosotros, los primeros brotes de un paradigma diferente de civilización, conocida como bio-civilización, la cual tendría como ejes rectores a la vida, la humanidad y el planeta tierra.

domingo, octubre 09, 2011

La guerra que viene

El sistema capitalista ha vivido durante 500 años, pero se encuentra en una fase de agotamiento terminal. La acumulación de capital ha llegado a extremos suicidas al despojar a la enorme mayoría de la población mundial de su bienestar. El cinismo con que esto viene ocurriendo durante los últimos 20 años ha sido percibido, y en realidad lo es, como una enorme y descarnada burla. El 1% de la población ha acaparado la riqueza mediante saqueos impúdicos de países y pueblos, cancelando el futuro para el 99% restante. Immanuel Wallerstein augura al menos dos décadas más de agónicos estertores para el modo productivo que nos ha llevado a la aspiracional adoración del vellocino de oro.

No se necesita mucho para demostrar la decadencia del capitalismo, ya que las evidencias se acumulan por todos lados. Podemos encontrarla desde las pistas que nos dejaron siglos atrás Hegel, Marx, Bakunin y Engels, entre otros, hasta las páginas de los periódicos de hoy mismo, en donde se consignan los síntomas del delirio imperialista, entendido como la fase culminante del capitalismo: enormes crisis estructurales y protestas masivas en Grecia, España, Chile, Túnez, Islandia, Francia, y ahora en el corazón mismo de la bestia: Wall Street en los Estados Unidos.

El eje de las protestas es uno, en despecho de las diferencias culturales y geográficas: la cancelación de oportunidades de bienestar, especialmente para las futuras generaciones. Jóvenes que han debido hipotecar su porvenir para pagar sus estudios universitarios en un sistema educativo privatizado para luego no encontrar trabajo; pensionados y jubilados que sobreviven en condiciones cercanas a la miseria; legiones de desempleados víctimas de la "eficiencia" y la "productividad" globalizadas y globalizadoras; millones de agricultores, campesinos y familias expulsados de los campos hacia las ciudades por la pobreza; la polarización social que conduce al resurgimiento de los neonazis y la extrema derecha en el Viejo Mundo como fuerza política (y ni qué decir acerca del ultra conservador Tea Party en los Estados Unidos); sistemas de salud privatizados que dejan en la indefensión a millones de personas en aras de aniquilar el "nocivo" tutelaje del estado; las "auto reguladas" fuerzas del mercado marcando el paso de la actividad económica mundial; los enormes fraudes de los fondos de riesgo con los que las más poderosas, e impúdicas, entidades financieras mundiales han quebrado al sistema monetario internacional, echando a la calle a cientos de miles de familias al arrebatarles sus casas por una falsa crisis hipotecaria inducida dolosamente; el "rescate" de esas mismas firmas financieras por parte de gobiernos de todo el mundo con dinero público; vastas extensiones de tierras de siembra acaparadas por multinacionales, junto con sus respectivos aprovisionamientos de agua, con la complicidad de los gobiernos de todo el orbe; la depredación de los recursos naturales, incluido el petróleo, nos ha colocado a la vera de una crisis ambiental de escala mundial.

La lista podría continuar por un buen rato, pero estos ejemplos ya son lo suficientemente demostrativos, y apocalípticos, para ilustrar la situación actual que guarda el "orden mundial". "Hacer más con menos" es el mantra del imperialismo, sin importar que en el proceso las ganancias sean privadas y las pérdidas se adosen a las sociedades.

Pero entonces surge la pregunta: ¿Qué sigue? Decía la filosófica Mafalda que lo difícil no es romper el sistema, sino saber qué hacer con los pedazos. Y parece que ni los unos ni los otros tenemos claro este punto. La kakistocracia mundial se ha quedado sin ideas (por ejemplo, a Grecia le piden que se de un tiro en la sien con la pistola de la profundización de los recortes a los gastos sociales y a las inversiones productivas para entonces acudir a rescatarla), mientras que la gente de a pie intentamos comprender qué está sucediendo. Una pancarta en las protestas llevadas a cabo recientemente en Wall Street rezaba: Debido a los recortes en los gastos, la luz al final del túnel ha debido ser apagada. ¿Debemos desempolvar a Marx? ¿Debemos inventar un nuevo sistema productivo? ¿Debemos arroparnos en el amor para coexistir con la naturaleza y eliminar la desigualdad, como propone Leonardo Boff? ¿Bastará solamente con suavizar y reinventar al capitalismo? ¿Qué hacer? se preguntaba Lenin.

Gracias a los dioses celestiales, no tengo la respuesta a estas preguntas. Lo que sí creo saber es lo que NO debemos hacer. La enajenación de la clase gobernante para con sus gobernados, que ha conducido al estado actual de las cosas, tiene su génesis en el alejamiento de los ciudadanos de la participación política. Les dimos manga ancha a los políticos para que nos "representaran", y todo ha sucedido menos dicha representación. Los políticos crearon, a la vera de nuestra apatía, una nueva clase social parasitaria: la clase política. Lo que menos debemos hacer es dejar que este esquema continúe. Dicho de otra manera, la primera acción que debemos emprender es la participación ciudadana. El precio que hemos pagado por nuestras omisiones ya es demasiado alto, como para elevarlo más. Si persistimos en nuestra inacción inevitablemente llegaremos a una guerra, que bien puede librarse entre los países dominantes para acabar de apropiarse de la riqueza de los países dominados, o bien, de los gobiernos y estados en contra de sus propios ciudadanos. ¿Y porqué el desenlace tiene que ser necesariamente una guerra, en caso de prolongarse la situación actual? El capitalismo, y sus conductores en turno, nunca se han caracterizado por su humildad, por lo que la posibilidad de que rectifiquen está cancelada desde ahora. Distribuir la riqueza que han acumulado salvajemente no está en sus planes, ni siquiera para tirarnos migajas que calmen nuestros ánimos. La historia nos ha mostrado, sobre todo la moderna, que cuando los estados prósperos entran en crisis, recurren a la redistribución de los recursos y las hegemonías mediante conflictos armados, incluso a nivel mundial. Hoy, los sectores más duros de las oligarquías del orbe reclaman el inicio de hostilidades a mayor escala para encontrar un nuevo orden internacional sin poner en duda la viabilidad del sistema capitalista. Inglaterra y los Estados Unidos son la mejor muestra de lo anterior al cultivar, alentar, estallar y mantener conflictos regionales en Palestina, Iraq, Kuwait y Afganistán, por citar solamente algunos ejemplos. Aquellas naciones han defendido, mediante la agresión, un orden unipolar monetarista, basado en la chatarrización del dólar y acumulando monstruosos déficits fiscales. Por otro lado, las guerras siempre han aceitado convenientemente la maquinaria económica de las naciones hegemónicas, y hoy más que nunca, buscan desesperadamente la generación y apropiación de más riqueza para paliar sus crisis estructurales.
Sin redistribución de la riqueza, sin nuevas ideas y con severas crisis fiscales y financieras, ¿qué les queda a los países dominantes? La guerra, solamente la guerra, no por necesidad, sino por avaricia y pereza. ¿En contra de quién? En contra de quien se oponga, y solamente pueden oponerse otras naciones o sus propios ciudadanos. La virulencia con que los gobiernos, supuestamente de diferentes signos políticos, han respondido a las protestas pacíficas en España, Grecia o Estados Unidos, lo demuestra. El futuro nos ha alcanzado, y solamente la acción individual puede desembocar en movilizaciones masivas que pongan freno a la escalada del conflicto. A los gobiernos siempre les ha sido más difícil disparar en contra de sus ciudadanos que contra soldados y civiles de otros países. Nuestra labor es, entonces, impedir que la brecha entre gobernantes y gobernados se ahonde, permitiéndoles a aquellos considerarnos extranjeros en nuestra propia tierra.

Las herramientas para la acción individual están ahí, a nuestro alcance, desde las nuevas tecnologías hasta los canales institucionales largamente existentes. Alzar nuestra voz para que la clase política nos escuche; organizar boicots de consumidores; recurrir a la solidaridad para instrumentar acciones colectivas son algunas de las armas efectivas que podemos utilizar, so pena de que el siguiente paso sea tomar las armas y enfrascarnos en luchas fraticidas.

martes, marzo 02, 2010

Calderón no protege a nadie

Hace unos días el Hijo Desobediente bramaba que no protegía al Chapo “ni a nadie”, como respuesta a las acusaciones del diputado federal panista Manuel Clouthier Carrillo en el sentido de que la “guerra” al narcotráfico no tocaba ni con el pétalo de una rosa al mencionado capo.

Pues bien dijo CalNerón, no protege a nadie, y quizá debió agregar "a nada". CalNerón no ha protegido a:
  • Él mismo, enredado en una continua tragicomedia de pifias, errores y enredos.
  • Los niños fallecidos en la Guardería ABC; como tampoco al casi centenar de infantes heridos en ese criminal incendio por negligencia; ni a los deudos y familiares afectados.
  • PEMEX y los hidrocarburos mexicanos, pues están siendo saqueados por empresas extranjeras, con prominencia de las españolas y anglosajonas.
  • Su propio secretario de Gobernación, quien debió pagar la factura del incumplimiento de los acuerdos del "Alianzagate".
  • Los policías de Ciudad Mier en Tamaulipas, algunos abatidos por los narcos en un ataque a su cuartel; otros secuestrados y desaparecidos.
  • Los estudiantes de Ciudad Juárez a quienes acusó falsamente de ser delincuentes, por lo tanto culpables, de haber sido asesinados.
  • Los campesinos de todo el país que deben jugarse la vida emigrando ilegalmente a los Estados Unidos.
  • La planta laboral mexicana.
  • Las reservas ecológicas, parques nacionales y playas depredadas por políticos, constructoras, hoteles e inmobiliarias.
  • Las familias de los electricistas despedidos.
  • Los reporteros asesinados por el narco.
  • La madre asesinada del marino muerto en el operativo en Morelos en donde falleció Arturo Beltrán Leyva.
  • El cadáver de Beltrán Leyva, vejado por marinos, forenses y policías ministeriales.
  • El derecho de las mujeres a interrumpir el embarazo.
  • Los estudiantes de bachillerato de Tijuana.
  • La planta productiva mexicana.
  • Los mineros despedidos en Cananea.
  • Teresa y Alberta, indígenas encarceladas por secuestrar (??) a media docena de efectivos de la AFI.
  • Los habitantes de Chalco, Valle Dorado y las colonias El Caracol y El arenal, entre otros afectados por inundaciones que no debieron ocurrir.
  • La autosuficiencia alimentaria.
  • Los habitantes de Cd. Reynosa, Tamps., en donde "no pasa nada".
  • Las instituciones de educación superior víctimas de feroces recortes presupuestales, reales o de facto, como la UNAM y el Politécnico.
  • Los millones de jóvenes mexicanos destinados al desempleo, el subempleo, o a engrosar las filas de la delincuencia organizada.
  • Los usuarios de la extinta Compañía de Luz y Fuerza del Centro.
  • Los adolescentes y jóvenes acribillados en Torreón, Coah.
  • Los 50 millones de pobres en el país, más los que se acumulen.
  • Los niños víctimas de curas, empresarios y políticos pederastas.
  • Las niñas impedidas de abortar aún en casos comprobados de violación.
  • El Estado Mexicano.
  • Los causantes cautivos que pagamos más impuestos sin recibir nada a cambio.
  • El campo mexicano.
  • La declinante clase media.
  • Los asistentes al Grito de la Independencia en Morelia, Michoacán.
  • Los defensores de derechos humanos amenazados, asesinados y desaparecidos.
  • Los fallecidos por la "influencia HLNL" (Gordillo dixit) debido a la negligencia y lentitud de las autoridades sanitarias.
  • Las y los jefes de familia golpeados por la inflación desbocada, que oficialmente no existe.
  • Los bosques del país, depredados y deforestados.
  • El Distrito Federal, agobiado por recortes presupuestales que responden a perversos motivos políticos.
  • La gran cantidad de ciudades "militarizadas".
La lista podría prolongarse, así que ahí la dejamos.

A pesar de que algunos de los problemas no tuvieron su génesis en el sexenio del "pelón, chaparrito de lentes", no solamente se ha fallado en su atención, sino que en la mayoría de los casos se han exacerbado. Tomados como banderas en su campaña presidencial, o en los innumerables "relanzamientos" de su "gobierno", el michoacano se ha mentido, y nos ha mentido, al anunciar planes, estrategias, decálogos y voluntades para hacerles frente.

Pero las generalizaciones son frágiles y porosas de por sí. CalNerón ha protegido a:
  • La Iglesia católica.
  • El Chapo Guzmán.
  • Movistar y Axtel.
  • Televisa y TV Azteca.
  • Agustín Carstens.
  • Los asesinos de una anciana muerta de "gastritis".
  • Los dueños de la Guardería ABC.
  • Daniel Karam y Juan Molinar Horcasitas.
  • La maestra Gordillo, sus familiares e incondicionales.
  • El Ejército Mexicano.
  • Ernesto Cordero.
  • Su gabinete pletórico de ineptos.
  • La banca "mexicana".
  • Los sacadólares y especuladores en contra de nuestra moneda.
  • Los privilegios de partidos políticos, diputados, senadores y funcionarios de alto nivel.
  • Los narcogobernadores, los narcopolíticos y los narcoempresarios.
  • Las redes financieras y de lavado de dinero del crimen organizado, notoriamente del narcotráfico.
Es hora de que CalNerón actúe: o empieza a atender los múltiples y grandes problemas del país, o es mejor que renuncie.

sábado, enero 23, 2010

El espejo de Haití

De suyo, el tremendo efecto, devastador y desgarrador, del terremoto que sacudió hace unos días a Haití, es suficiente para ser solidario con millones de haitianos que perdieron familiares, amigos, posesiones y el precario modo de vida que llevaban.

Pero si lo anterior no fuera suficiente, hay que agregarle la increíble morosidad del gobierno, la criminal falta de planes de protección civil y el inverosímil silencio del presidente haitiano, roto solamente por unas pocas apariciones, una de las más recientes para justificar que tropas estadounidenses hayan tomado control de su país. Por lo tanto, hay sobradas razones para conmovernos y movernos para apoyar a Haití.

Podemos pensar que México está muy lejos de Haití, que geográficamente no lo estamos, pero esencialmente hay inquietantes paralelismos entre la descarnada realidad del gobierno haitiano y el de nuestro país.

El temblor de tierra que devastó a la nación caribeña fue de una magnitud considerable, pero la destrucción causada fue magnificada por una errónea confianza, y casi seguramente, una endémica corrupción. En estos dos temas surgen las primeras coincidencias con México. Las últimas cinco administraciones han pecado de un exceso de confianza. Partidariamente tres han correspondido al PRI (Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo), y dos al PAN (Vicente Fox y Felipe Calderón), aunque ideológicamente es difícil diferenciarlos, y todos se han cimentado en la ilusión de nuestra riqueza petrolera. Quizá la excepción haya sido Salinas de Gortari, que amplió su visión al comercio irrestricto entre Canadá, Estados Unidos y México. También han confiado, ciega e irracionalmente, tanto en el resto de nuestros recursos naturales como en la supuesta panacea del libre comercio. Esto ocasionó que se descuidaran áreas de vital importancia, como la industria, la producción alimentaria y la creación de infraestructura. Del pujante México industrial de los años 50 y 60 se ha pasado a un país dependiente, prácticamente en todos los rubros, de las importaciones: combustibles, electrónica, alimentos, ropa y calzado, metales, etc.

También han confiado en la proverbial apatía política del mexicano, lo que ha provocado el regreso a un extraño sistema de castas, donde la oligarquía y los políticos ocupan la cima de la pirámide. Esto ha creado una enorme desigualdad acompañada de una indignante y descomunal impunidad, que ha su vez dieron origen a la corrupción endémica, que es el segundo punto de concordancia con Haití.

La enorme distancia entre el gobierno haitiano y su pueblo es otra inquietante coincidencia con nuestra realidad cotidiana. Tanto allá como acá el Estado ha perdido sus atribuciones de protección al ciudadano merced a una crisis de representatividad de los institutos políticos, el gobierno incluido. Baste mirar las imágenes de los saqueos, las noticias de que la gente quema cadáveres en las calles pues nadie los ha recogido, representando un grave riesgo de salud pública. Ya en 1985 acusamos los primeros síntomas de la descomposición del sistema político mexicano, cuando el gobierno fue extremadamente lento en su respuesta a la crisis desatada por el terremoto que asoló al Distrito Federal y a las costas michoacanas, siendo rebasado por la sociedad civil.

La lacerante pobreza del pueblo haitiano nos remite a las condiciones en que viven millones de mexicanos, a los que se han sumado en los últimos tres años otros tanto millones, por lo que hemos alcanzado cifras escandalosas: alrededor de 50% de la población no tienen las mínimas condiciones necesarias para subsistir, mientras que más del 80% califican en algún rubro de pobreza. Y ahora nos enteramos de que también tenemos un gobierno pobre, casi indigente, con lo que los poderes ejecutivo y legislativo han justificado el aumento de impuestos en épocas de grave recesión económica.

Ceguera e insensibilidad han rubricado a las mencionadas presidencias. Cinismo y negligencia; ignorancia e impreparación; complicidad y entreguismo; mendacidad y estulticia; displicencia e indolencia; falencias y falacias; triste compendio de las características de los reciente gobiernos mexicanos.

En las clasificaciones económicas, sociales y educativas internacionales, Haití y México se orbitan mututamente, por lo que no es descabellado advertir el riesgo de sufrir una catástrofe, una debacle en distintos rubros, similar a la que hoy aqueja a nuestro vecino en el Caribe. Veámonos en el espejo haitiano.

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viernes, noviembre 20, 2009

Balcanización de la República del Pastel

La aprobación del Presupuesto de Egresos para el 2010 viene a sumar una preocupación más para los mexicanos: el enorme poder que los gobernadores están adquiriendo, incluso sobre el poder presidencial.

No es que añore los tiempos en que si el presidente le preguntaba a alguno de sus colaboradores: ¿Qué hora es?, éste se aprestaba a responder: ¡Las que Usted mande, señor presidente! El problema real es que la estructura del Estado mexicano no está diseñada para tener una presidencia con poderes acotados, esto es, no contempla la figura del parlamentarismo. Es de celebrarse que la presidencia omnipotente desaparezca, pero no a golpes de pifias y errores, como los cometidos por Vicente Fox y Felipe CalNerón. El camino tampoco es la omisión, voltear la vista y pretender que nada sucede, como es el estilo de la nefasta pareja de panistas nombrada anteriormente. Bien lo decía la querida Mafalda: el problema no es romper el sistema, sino saber qué hacer con los pedazos.

Pues bien, la ruptura del sistema "revolucionario" se produjo en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari al querer llevar de golpe al país a un esquema neoliberal pleno, desmantelando las estructuras sindicales, sociales y políticas para dar preponderancia a los mercados no solamente en los terrenos económicos, sus feudos naturales, sino a todos los ámbitos del quehacer nacional. La máxima de la desregulación estatal en la economía se aplicó con tabla rasa a la totalidad de los programas en los que participaba el gobierno: asistenciales, de fomento a la industria, de impulso a las exportaciones, de educación, de salud, de ciencia, de tecnología, de cultura, del campo, de empleo, etc. Nunca más, dijo Salinas, cual cuervo neoliberal posado en el dintel de la puerta del Estado, denegando el acceso a todos, con excepción de los cuates.

Zedillo no hizo gran cosa, salvo profundizar las medidas salinistas sin el conocimiento ni el cuidado necesarios. El sistema estaba roto, quebrado, y nadie se tomó la molestia de llenar los vacíos que se crearon. Pedirles a Fox o a CalNerón que tomaran cartas en el asunto está fuera de discusión, pues ninguno de los dos reúne los requisitos necesarios. Vaya, ni siquiera creo que se hayan enterado de la necesidad de hacerlo.

Una vez que los panistas renunciaron a continuar ejerciendo una presidencia fuerte (recordemos el ¿Y yo por qué? foxista) y no entendieron que había que sustituirla con algún mecanismo de control político, los gobernadores empezaron a maniobrar para mantener sus espacios de poder, y de pasada, agandallar nuevos cotos. A través del Congreso de la Unión han logrado acumular enormes cuotas de poder, que a diferencia de los antiguos virreinatos estatales, tienen un impacto directo en la vida nacional. La reciente rebatinga por las rebanadas del pastel presupuestal son clara muestra de lo anterior.

La mesa está puesta: un sistema presidencial desbaratado; un Congreso que representa a los poderes políticos y fácticos, no a los ciudadanos; una República acéfala; unos gobernadores con poderes que rebasan su natural ámbito estatal; un país convulsionado y sin rumbo; un poder judicial que también obedece a los mandatos de la cleptocracia. Sí, la mesa está puesta para que cualquier cosa pueda ocurrir, y entre los escenarios posibles está la balcanización de México. Desde siempre los industriales estados del norte y centro se han quejado de que son los que generan la riqueza que se dilapida en la capital de la república y en el sureste mexicano. ¿Qué les impide hoy constituirse como naciones independientes a los estados de Nuevo León, Estado de México o Veracruz? ¿Quién podría ponerle freno a los afanes separatistas de Jalisco o Puebla?

Los recientes dislates de Mauricio Fernández, alcalde del municipio de San Pedro Garza García que hace apología de la justicia por propia mano; las reprobatorias declaraciones de seis premios Nóbel de Economía a la estrategia "contracíclica" (lo que sea que eso signifique) del régimen calderonista; la bofetada del Congreso a CalNerón de asignar presupuesto para las pretendidamente desaparecidas secretarías de la Reforma Agraria, de Turismo y de la Función Pública; el reciente ataque al cuartel de la PGR en Celaya en la víspera de la celebración del 20 de noviembre; y decenas de episodios que a diario afloran de entre las catacumbas del desgobierno, solamente alimentan la enajenación del poder, la distancia entre gobierno y gobernados, el desmoronamiento de la federación y la ineficacia del Estado.

Mientras tanto, el panista michoacano se mueve entre los humores del alcohol, la mecha corta, la negación de la realidad, la tosudez, la mendacidad y la estulticia. Cual Nerón moderno, mientras el país arde se escucha el tañer de la lira calderonista.

La República se hunde ante el azoro de propios y extraños.

miércoles, noviembre 11, 2009

Sin trabajo, sin casa, sin dinero

El mundo entero sufre los estertores de un modelo económico, financiero e ideológico que agoniza.

Cientos de miles han sido lanzados a la calle al perderse su fuente de trabajo. Millones han visto deteriorarse su modo de vida en unos cuantos años. Familias enteras han perdido su patrimonio. El neoliberalismo, que ha hecho del capital el vellocino de oro y le ha conferido cualidades autoregulatorias que no tiene, ha sumido al mundo en una profundísima crisis financiera, causando el colapso de las economías de los países y propiciado la vergonzosa concentración de la riqueza en unas pocas manos, mientras que millones de seres humanos pagan las consecuencias de los falaces postulados neoliberales.

No sorprende que el perverso esquema de socializar las pérdidas y privatizar las ganancias haya rebasado su carácter monetarista y esté generando una descomunal crisis social. Tanto que Europa entera ha iniciado un movimiento contra el desempleo. José Saramago, premio Nóbel de Literatura, aporta su grano de arena mediante un texto que ha publicado en su blog. Rescato un fragmento para compartirlo aquí.

Lo que está pasando es, en todos los aspectos, un crimen contra la humanidad y desde esta perspectiva debe ser analizado en los foros públicos y en las conciencias. No es exageración. Crímenes contra la humanidad no son solo los genocidios, los etnocidios, los campos de muerte, las torturas, los asesinatos selectivos, las hambres deliberadamente provocadas, las contaminaciones masivas, las humillaciones como método represivo de la identidad de las víctimas. Crimen contra la humanidad es también el que los poderes financieros y económicos, con la complicidad efectiva o tácita de los gobiernos, fríamente han perpetrado contra millones de personas en todo el mundo, amenazadas de perder lo que les queda, su casa y sus ahorros, después de haber perdido la única y tantas veces escasa fuente de rendimiento, es decir, su trabajo.


Para algunos el calificativo de "crimen contra la humanidad" puede parecer excesivo, pero para quienes resienten los efectos de un sistema rapaz apenas les parecerá justo. Por nuestra parte, los mexicanos, deberemos de pagar durante muchos años la miopía de los gobiernos neoliberales, amén de la incapacidad de los dos últimos.

martes, octubre 20, 2009

No más impuestos

Me opongo firmemente a la alza de tasas impositivas y a la creación de nuevos impuestos. Por tal motivo, envié un correo electrónico a los diputados federales por el Distrito Federal. La lista de los correos de todos los diputados la pueden encontrar en formato Excel aquí. El texto del mensaje que envié a los diputados lo encuentran a continuación.



Señoras y Señores legisladores,



El dispendio del gobierno, así como su falta de previsión ante una crisis económica que se veía venir desde 2006, han creado un gran desorden en las finanzas públicas que no se resolverá con más impuestos. Es obligación de cada uno de ustedes velar por los intereses de sus electores, así como por los de la Nación entera. En el ejercicio de mi derecho como ciudadano les exijo que rechacen la aplicación de nuevos y mayores impuestos, pues se trata de una medida recesiva que inhibirá la inversión, la creación de empleos y la reactivación económica.



Los impuestos que el Poder Ejecutivo les pide que autoricen no se emplearán en inversión productiva, menos aún en programas sociales, sino en mantener a flote a una élite burocrática que no trabaja por nuestro México, sino por sus propios intereses. Incluso las propuestas alternativas del presupuesto de Egresos de los partidos adolecen en su mayoría del mismo mal: incrementar las tasas impositivas, crear nuevos gravámenes y dejar a un lado las medidas de reactivación económica que tanto necesita el país. Hay billones de pesos que el erario deja de percibir en privilegios fiscales; rescates a empresarios de diversos ramos, desde el bancario hasta el carretero; una base de contribuyentes muy pequeña; amén de otras circunstancias igualmente nocivas.



Por lo tanto la solución no es agredir a quienes aún tienen empleo; a quienes generan el 85% de los empleos en México y producen el 50% del PIB nacional, como son las micro, pequeñas y medianas empresas. Al contrario, deben atenderse los esquemas de excepción que desangran al país, pues ahí es donde se producen los mal llamados boquetes financieros.



Su responsabilidad como representantes populares es tomar cartas en el asunto, demandando al Poder Ejecutivo eficiencia, transparencia, honestidad y sensibilidad social. De no hacerlo, serán cómplices del crimen que representa un mal gobierno.




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sábado, octubre 17, 2009

¡Y te vas de la casa!

Esta es la historia de un oscuro badulaque que casóse con una próspera, rancia e iletrada Señora, de prole numerosa producto de anteriores matrimonios, quienes le asestaban frecuentes desdenes y desafiaban su recién adquirida autoridad a través del matrimonio. Pero todo relato tiene un principio y un fin, así que comencemos a desgranarlo obviando todo prolegómeno.


Desde pequeño, Tinterillo soñaba con adquirir riquezas, reconocimiento y respeto, pues a pesar de no haber nacido en una mala familia, su precoz corta talla aguijoneaba su ánimo. Su infancia y juventud transcurrieron entre el tedio, la mediocridad y una rigurosa educación religiosa. Insatisfecho con su condición mediana, pronto abrigó grandes aspiraciones que de pronto le daban alas, y luego lo sumían en una profunda desesperación. Debido a esos frecuentes y súbitos cambios de humor, se juró no confiar en nadie, pues habría de demostrar que solamente él era capaz de hacer grandes cosas, a contrapelo de las enseñanzas de su tutor, quien muchas veces le recriminó duramente su testaruda desconfianza, vaticinándole que de no abandonar su tozudez tendría más amarguras que satisfacciones.


Una tarde, sus febriles ensoñaciones se vieron interrumpidas ante la visión de una gran Señora que se pavoneaba en la plaza del brazo de su marido en turno, pues era sabido que la matrona solamente permanecía casada por seis inviernos, o menos, si el desventurado esposo fallecía antes de ese plazo. En ese momento, Tinterillo se dijo: algún día yo seré quien lleve del brazo a esa mujer. Los inviernos pasaron, y Tinterillo porfiaba en cumplir su promesa: se instalaba en la plaza, ora vendiendo periódicos; ora sacando lustre al calzado de los pudientes; ora de fugaz saltimbanqui con la troupé circense que acababa de llegar al pueblo. La opulencia ajena lo acicateaba a no cejar en la empresa, por lo que una mañana tuvo un encuentro que cambió el rumbo de su existencia. Siendo ya un mozalbete altivo, durante uno de los acostumbrados paseos de la acaudalada Señora, esta vez acompañada por algunos de sus hijos, uno de ellos cruzó por casualidad una mirada con Tinterillo, y le llamó la atención el extraño brillo que emanaba de los ojos del mozuelo. Se le acercó para entablar una corta charla, cuyo contenido a la fecha nadie conoce, y acabó por ofrecerle trabajo como fámulo. El pintiparado púber estuvo a punto de rechazar, ofendido, el ofrecimiento, pero con una sagacidad poco frecuente, aceptó.


Así tuvo su primer acercamiento real al logro de su objetivo. Con el pasar de los años, Tinterillo logró dar pequeños pasos en la jerarquía de la comitiva de la próspera Señora, lo que le llevó al siguiente encuentro que determinó el derrotero de su vida futura: cruzó caminos con una hija de la Señora, una frondosa mujer pasada de carnes, que se esforzaba por parecer virtuosa y gozaba abundantemente de las deferencias de su madre. Casi de inmediato, nuestro personaje albergó una fuerte aversión hacia ella, pues la consideró licenciosa, holgazana, mantenida, simuladora, ostentosa, poco piadosa, dispendiosa y manipuladora. Se dedicó a vigilarla, y como resultado de ese acoso, la conoció mejor. Consideró que los múltiples y onerosos privilegios de los que gozaba aquella hija no se correspondían ni de lejos con sus escasas virtudes. Esa repulsión creció con el tiempo, abonada por los problemas, disgustos, y vejaciones que sufrió a manos de la numerosa progenie de la Señora. En vez de responder a las afrentas, concentró su amargura contra la Hija, culpándole de todos sus males, sin entender que su calidad de chupatintas al servicio de la Señora era consecuencia de su poca preparación, a despecho del no del todo noble linaje al que él pertenecía. Sin reparos, sin remilgos, sin reservas, alimentó el odio que sentía por la Hija, pues sin darse cuenta, ella era como un espejo que le recordaba constantemente su pequeñez moral e intelectual.


Según los relatos más confiables, un día la Señora viajó con su comitiva y esposo al centro del país, con la intención de visitar a uno de sus hijos, hacía tiempo afincado allá. Este Hijo era el mismo que varios años atrás le había abierto a Tinterillo las puertas de su hogar, al tenerlo a su servicio como doncel durante una corta temporada. Con el transcurrir de los días, nuestro procaz muchacho pudo conversar ampliamente con el Hijo alrededor de un tema que a éste le obsesionaba: el alejamiento con su madre debido a las pugnas con su actual padrastro y a los devaneos inmorales de su madre con sus anteriores maridos. Dispuesto a no seguir soportando los caprichos de su progenitora, el Hijo concibió un plan al poder adivinar las ambiciones de Tinterillo gracias a las largas tertulias que compartieron: haría hasta lo imposible por convertirlo en su padrastro para luego disfrutar sin freno ni medida de la ya declinante riqueza de la Señora.


Sin pausas, el Hijo formó un ejército de intrigantes Celestinas, Don Juanes y Cyranos que le ayudarían a llevar al tálamo a Tinterillo. Se sucedieron, sin fin y con éxito, los complots, trampas, engaños, sobornos, intimidaciones, transas, difamaciones, componendas y demás armas de un nauseabundo arsenal que concluyeron con el "sí" de la Señora en el altar, a pesar de la fuerte oposición de muchos familiares, amigos, cortesanos y gran parte del populacho. Pero las penurias del antiguo sirviente apenas comenzaban. Ya le llamaban "Señor", ya recibía reverencias, ya era convidado de bacanales y banquetes, pero irónicamente, esto solamente le recordaba su mínima estatura moral, su ínfimo barniz cultural y su nula preparación para codearse con la crema y nata de la sociedad. Además, las exigencias de quienes le habían ayudado a llegar al ansiado lecho nupcial le agobiaban con sus demandas, pues le amenazaban con ensayar las mismas tácticas que emplearon exitosamente para eliminar a sus adversarios si no recompensaba con creces sus infames diligencias. Para enredar más las cosas, lejos de aminorar las vejaciones que los hijos de la Señora le propinaban, éstas crecieron, con el argumento de que el respeto que su nuevo padrastro exigía no se lo había ganado. Tantos infortunios, a pesar de haber cumplido su promesa, lograron volver más amargo su carácter, más ácido su talante y más autoritario su ánimo.


La relativa paz y la frágil armonía que durante décadas habían reinado en la casa de La Señora empezaron a desvanecerse. Tinterillo empezó a descargar sus frustraciones en sus hijastros, al igual que con cuanta persona se cruzaba en su camino. Tan ocupado estaba en esa empresa que descuidó la administración de la hacienda familiar, la casa y sus diversas obligaciones. Únicamente se ocupó, desde el principio de su matrimonio, de los abigeos, bandidos y atracadores que afectaban sus negocios, sin mucho éxito aparentemente. Pronto, los antaño boyantes negocios de su mujer empezaron a escorar, a pesar de que afirmaba que él estaba firme al mando de un barco de gran calado; que se trataba de contratiempos pasajeros; y que podía enfrentar una tormenta perfecta para salir victorioso. Nadie sabe con precisión el origen de las marítimas parábolas, pues nunca fue marinero ni pescador, mucho menos timonel de un barco de mediana envergadura, por lo que se presupone que fueron producto de sus febriles delirios, en los que su calidad de héroe, hombre pío, generoso y valiente, de acuerdo a su exultante opinión de sí mismo, se hacían realidad. Sin mesura ni remordimiento, continuó con el dispendioso tren de su nueva vida, repartiendo a manos llenas la fortuna de la Señora entre familiares, amigos, cómplices y aliados, a pesar de que ésta mermaba vertiginosamente. Los viejos del pueblo decían que era natural, pues él no contribuyó con ningún esfuerzo al amasamiento de la fortuna que disfrutaba impúdicamente. En cambio, a peones, mozos, caballerangos, artesanos y demás integrantes de su empobrecido séquito, les escatimaba, sin rubor alguno, los exiguos emolumentos a los que tenían derecho, así como sus salarios y beneficios que la Señora otorgaba: casa, sustento, protección y médicos. En suma, los sometió a un régimen de injusticias y quebrantos de todo tipo. Pero su ánimo se tornaba más traicionero, su humor más vengativo, sus rencores más oscuros. No encontraba la plenitud, pues los compromisos que adquirió para encumbrarse le asfixiaban; los acreedores se desesperaban y le negaban créditos; el sosiego no llegaba; y el triunfo adquiría un amarguísimo sabor, cual cinabrio mortal.


El trepador, determinado a lavar las múltiples afrentas, reales o ficticias, que a diario sufría, y demostrarle al mundo que no era el Don Nadie que todos aseguraban que era, se sumió una tarde en un duermevela, del que salió cuando, entre brumas somnolientas, vio por el pasillo la rolliza figura de un ser al que despreciaba profundamente: la Hija. Sí, la Hija que se había opuesto a su matrimonio, la misma que se alió con sus más mortales enemigos; aquella que, a pesar de haber guardado un perfil sigiloso en las intrigas palaciegas, era una soterrada y obcecada detractora de Tinterillo; la Hija a quien hacía tiempo no veía, pues habíase ido a un internado. En ese momento decidió que ella no viviría más; que su fortuna la repartiría entre sus cómplices y acreedores; y que finalmente saciaría su enfermizo odio hacia ella. Conocía los riesgos, pero la ponzoña que bullía en su cuerpo, la ambición que enturbiaba su razón y la congoja que le producían los reclamos económicos de sus cómplices eran suficientes para que procediera. Además, la Señora ya mostraba signos de decrepitud, por lo opondría poca resistencia, incluso si se enteraba de la conjura en contra de su descendiente.


Dado que se consideraba un buen hijo de Dios, le pidió al Supremo una señal para llevar a cabo sus maléficos y enfermizos planes de venganza. Rezó, exigió, demandó la respuesta del Altísimo, pero ésta no llegaba. Algunas consejas dicen que fue el picapleitos que tenía a su servicio quien le dio la idea; otros dicen que fue el capataz, considerado por algunos su alter ego; otras aseguran que el mérito fue de su mozo de armas; las menos, que finalmente El Creador le reveló en un sueño el camino a seguir. Lo único que se sabe de cierto es que en el otoño la calamidad cayó sobre la mimada Hija a la que odiaba tanto.


Al finalizar el estío de ese año, durante uno de los tantos aquelarres a los que ahora asistía asiduamente, el otrora sirviente urdió con los confabulados de siempre el plan para eliminar a la Hija. La maquinación iba viento en popa, como le gustaba decir al flamante marino que no navegaba, pero los humores de las ambrosías y los néctares pronto los hicieron desatinar. Todo lo que recordaban al día siguiente es que debían esperar el más mínimo pretexto, el más ínfimo desliz de la Hija para asestar el golpe mortal, sin preocuparse demasiado por los detalles, ya que el cinismo y la impunidad de la que gozaban los animaba.


El momento llegó pronto: la Hija se dejó seducir durante una festividad muy importante por un contumaz anciano que tuvo los arrestos suficientes para dejarla grávida.Tinterillo de inmediato procedió a llevar la noticia a la senil Señora; apeló al honor y la virtud; hizo apología de la decencia; vilipendió a la Hija y fustigó sus excesos; la calificó de onerosa, parásita y desleal; y antes de que su madre pudiera replicar, remató su perorata con un atípico pero contundente: ¡Y te vas de la casa!


El alboroto fue tremendo no solamente esa noche, pues también los días subsiguientes se llenaron de gritos, amenazas, tumultos, vocinglerías y barullo. Tanta bulla se ha hecho que la historia no ha terminado de escribirse, por lo que el desenlace aún está siendo actuado por Tinterillo, la Señora, la Hija y todos los personajes, involucrados y por involucrarse.


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sábado, octubre 10, 2009

La salación de calderón

calderón (con minúscula) se ha empeñado en convencernos de que su mala suerte es la causante de la debacle que vive México en todos y cada uno de los ámbitos de la vida nacional: economía, educación, salud, seguridad. Y digo mala suerte porque calderón atribuye los desastrosos resultados de su sexenio a males externos: crisis económica mundial; una nueva cepa de la influenza; el deterioro a nivel mundial de los niveles educativos; el consumo de estupefacientes y el tráfico de armas desde Estados Unidos.

Pues insisto en lo que he dicho en esta bitácora: esas son falacias. Me ocuparé de la famosa crisis económica que vino de afuera. Desde años antes de que calderón llegara a la presidencia, cuando aún penaba en puestos menores dentro de la administración federal, los analistas y especialistas económicos y financieros alertaban de la burbuja que los mercados de riesgos e hipotecario estaban creando: pura economía ficción alimentada por una supuesta autoregulación de los mercados financieros, apuntalada por el mendaz gobierno de George W. Bush.

Este mismo blog, desde su creación en 2006, ha documentado profusamente el crecimiento de dicha burbuja. Por lo tanto, las declaraciones de calderón y su gabinete económico de que la crisis los tomó por sorpresa los delata, al menos, como negligentes, irresponsables y displicentes.

Si hacemos caso a sus proclamas, entonces el ineficaz michoacano debería cambiar su apellido de calderón a "salderón", por la salación, o mala suerte, que insiste que le persigue. Pero no, el mal estado que guarda el país no es producto de la mala fortuna, sino de su falta total de preparación y previsión. Durante meses, él y la runfla de ineptos de la que se ha rodeado, enfocaron sus esfuerzos a minimizar el tsunami económico que se nos venía encima, con memeces como: catarrito; barco de gran calado; economía blindada; etc.

La mitomanía con la que intentaron conjurar el futuro no sirvió de nada. A diferencia de otros países, como Brasil, se sentaron a esperar que las cosas no fueran tan graves como parecían y apostaron a cubrirse con el paraguas de la economía norteamericana. Su razonamiento, imperfecto, decía que el gigante mundial no podía zozobrar ante la tempestad económica, y que el sufrimiento al que sería sometida esa nación resultaría breve, por lo que la reactivación de dicha economía acabaría por salpicarnos unas cuantas gotas de prosperidad, con las que lograríamos humedecer el yermo panorama de nuestras finanzas públicas. Para no variar, se equivocaron.

Hoy "salderón" y su gabinete chillan a gritos que el país está quebrado, que se necesitan medidas recesivas para tapar el boquete económico que causó su negligencia; que aplicar nuevos y más impuestos es la única manera de salvarnos. Todo esto lo pregonan a los cuatro vientos cuando en todo el mundo se toman medidas contrarias: incentivos al empleo, a la seguridad social, a la salud, al empleo, a la educación y a la inversión productiva, entre otros. Mientras tanto, el subnormal "salderón" aplica recortes en todos esos rubros, dejando los privilegios burocráticos, partidistas y fiscales intactos.

Merece también una mención las mentiras y sandeces del papanatas secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos. Contagiado de la fantasiosa realidad que su jefe insiste en dibujar, se dedicó a aseverar que la influenza sería un mal recuerdo luego de la epidemia que azotó a nuestro país la primavera pasada; que estaríamos preparados para el rebrote esperado para finales de este año; que se tomarían las medidas para garantizar la inmunización de la población; que ya teníamos 20 millones de vacunas para el otoño.

Pues ninguna de sus declaraciones es sustentable o cierta. Recientemente se supo que las ya mencionadas 20 millones de vacunas prometidas para el otoño serán solamente cinco, y llegarán para la Navidad; que el resto llegarán entre enero y marzo del 2010; y que están negociando mejor precio para otros 10 millones de dosis.

Esta otra calamidad que nos vino de fuera, según "salderón", ha sido enfrentada como todos los otros males que aquejan al país: con la boca abierta profiriendo estulticias, los dedos cruzados, los ojos cerrados, las manos caídas, y a veces, en el mejor de los casos, embistiendo molinos de viento como bovinos enceguecidos.

Por lo tanto, Felipe Calderón miente descaradamente. Miente cuando dice que hizo lo correcto para encarar las crisis económica y de salud; miente cuando dice que no se pudo haber hecho más; miente cuando afirma que trabaja para el país; miente por incapacidad o por esquizofrenia.


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martes, agosto 18, 2009

Dinero para el boquete

El confiable Sr. Agustín Carstens nos dice que hay un "boquete" en las finanzas públicas, que según sus estimaciones rondará los 800 mil mdp, sumando el faltante para los años 2009 y 2010.

Pues bien, no se angustie ni se acongoje. El país sí tiene dinero, y mucho. Aquí le van las pistas de dónde puede encontrarlo, de modo que se deje de pensar en clavarnos más y mejores impuestos.


  • Los privilegios fiscales le han costado al país más de cuatro billones de pesos (trillones anglosajones) de 2002 al 2009.
  • El rescate bancario, el FOBAPROA-IPAB, tenía un saldo de casi 800 mil mdp a diciembre de 2008, y la deuda que debemos pagar crece mes con mes.
  • En marzo-abril de este año, su jefe calderón contrató casi 80 mil mdd de deuda externa con el FMI (47 mil mdd) y con la Reserva Federal de los EU (30 mil mdd), triplicando el saldo existente de 40 mil mdd a febrero de este año, según Hacienda.
  • El Banco de México anunció que de octubre de 2008 a marzo de 2009 vendió casi 19 mil mdd de nuestras reservas para saciar a los especuladores que apuestan contra el peso.
Como verá, la suma de todos esos recursos araña los 0cho billones (trillones anglosajones) de pesos. Con el 10% de todos esos recursos que son saqueados cotidianamente del erario público puede hacerle frente al boquete del que nos habla.

Por cierto Sr. Carstens, no me llame para darme las gracias, realmente no quiero hablar con usted. Y ya encarrerado, dígale a su jefe que no me llame "amigo" en cada discurso que pronuncia, ni lo soy ni lo quiero ser, pues suelo elegir cuidadosamente a mis amistades.

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miércoles, julio 22, 2009

Marcelo en campaña

Las declaraciones de ayer del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, ya no dejan duda de que ha inciado su campaña presidencial para el año 2012.

Ebrard hace eco del informe publicado hace unos días por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) acerca de los niveles de pobreza en el país, correspondiente al bienio 2006-2008, o sea, a partir del inicio (es un decir) del gobierno (es un decir) de felipe calderón (con minúsculas). En resumen, dicho informe establece que la pobreza creció casi un 5% en los primeros dos años del régimen calderonista, aún antes de la crisis global y la debacle local que nos zangolotea todos los días.

Parecen muy lejanos los días en que Vicente Fox decía que no había que cambiar de caballo (se refería al modelo económico), sino de jinete, aludiendo al relevo presidencial. Ya entonces el brioso corcel del neoliberalismo se mostraba bajo el disfraz, dejando ver a un jamelgo lastimoso e infernal. Ahora Ebrard nos recuerda la inviabilidad de dicho modelo económico, pues ha arrojado como resultado más pobreza y desigualdad en el país, amén de una gigantesca crisis financiera de proporciones mundiales.

Sin inmutarse, el titular de la SEDESOL, ni vale la pena acordarse de su nombre, dice que a pesar de los malos resultados "vamos por el camino correcto". Mientras tanto, el presidente del empleo (no es broma, así se calificó en su campaña presidencial) declara que en los primeros seis meses del año hubo un desplome del 9% del PIB, pero que hay señales de una "pronta, aunque pausada" recuperación (tampoco es broma).

En lo que nos devanamos los sesos para entender cómo algo puede ser rápido pero lento, Kid Gómez (Mont) se ha puesto los guantes saltando al ring dispuesto mediáticamente por "La Tuta" y lo ha retado a verse a la salida del parvulario para arreglar las cosas a golpes. ¡¡¡¡Qué altura de nuestro Secretario de Gobernación, cuánta clase, cuántos cojones!!!! No sería de extrañar que en los próximos días Marcelo Ebrard tomara esta pifia del beligerante abogado como tema de campaña.

Mientras tanto, calderón hace votos porque México ALGÚN DÍA (las mayúsculas son mías) México será libre y seguro. Sí, algún día. Si tal declaración no los deprime, sigan leyendo.

Al unísono del capitalino Ebrard Casaubón, PRI y PRD demandaron un golpe de timón en la conducción económica. Se le empieza a calentar el ambiente al capitán del barco de gran calado. Ante mi duda de cuál será la forma en que podrá llegar al término de su sexenio, con un Congreso opositor, un gabinete ineficiente y con su partido en rebeldía, asevero que el michoacano se apoyará en lo único que le queda: el ejército.

Pero no todo es malo (mmhhhh!). El Banco de México se ha decidido a poner freno al cobro desmedido de comisiones por parte de la banca extranjera en México. Algo es algo, aunque poco y tarde. Otra cosa positiva (MHHHHHH!) es que tenemos dos culpables, dos, del secuestro y asesinato del joven Fernando Martí. Para que la PGR y la PGJDF no se peleen, echen un volado, y el que pierda cede su culpable para que sea procesado por el infame crimen de la guardería ABC. Digo, en lo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (es un decir) regresa de vacaciones y la PGR logra capturar a los prófugos dueños de la "estancia infantil".

Ante el desolador panorama que presenta nuestro México querido, cae como una cubetada de agua fresca la medalla de oro de Paola Espinosa. En un editorial publicado por El Universal, Paola agradece a todos, excepto a las autoridades deportivas en México. Sus razones tendrá para omitirlas, pero lleva a pensar que su medalla es doblemente meritoria ante la falta de apoyos del deporte confederado mexicano.

Tal vez me arrepienta, pero en esta ocasión digo que me parece bien que Marcelo Ebrard haya iniciado su campaña presidencial. Esta aventurada afirmación responde al hecho de que tendremos tiempo para escuchar propuestas a la infinidad de problemas que padecemos, en caso de que el capitalino las haga, sin el ruido de fondo de los otros candidatos. Tal vez deberíamos adoptar oficialmente la modalidad de escuchar durante un año las propuestas de gobierno de los tres principales contendientes, uno a la vez: el propio jefe de gobierno del DF, Manlio Fabio Beltrones (no, Peña Nieto no es el real candidato del PRI), y ... y ... y... quien pudiera ser el candidato del PAN en el jardín de infantes en que se ha convertido ese partido. Total, el sexenio de calderón finalizó de facto el 5 de julio, por lo que perfectamente pueden ocupar la palestra política que ha dejado vacante el de Michoacán.

El banderazo por la Grande se ha dado oficialmente, veamos quiénes corren y cómo.

No puedo finalizar sin exigir una vez más justicia para las víctimas del crimen de la guardería ABC en Hermosillo, Sonora. Un país en donde los ciudadanos deben de salir a las calles para pedir justicia es un país pobre. Pero si ni así se les hace caso, entonces los signos son ominosos.

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jueves, julio 09, 2009

México bipartidista

Me divierte y molesta leer y escuchar los comentarios de "analistas" políticos acerca de los resultados comiciales del pasado 5 de julio.

"El PRI volvió", "La gran derrota del PRD", "El PAN fue el gran perdedor". Frases cliché como las anteriores plagan los medios, y cada una de ellas, a pesar de ser cierto, encierra falacias en el análisis que se hace.

El PRI volvió.

El Institucional nunca se ha ido. Salió de Los Pinos, por lo menos oficialmente; se convirtió en la tercera fuerza electoral en el mismo año del triunfo de Fox, el año 2000. Pero no fueron en realidad derrotas, sino transiciones planeadas muchos alos antes. Muestra de lo anterior es que conservó los gobiernos estatales de las principales entidades del país, y lo más importante, un importante grupo de priístas neoliberales se conservó en el poder: Guillermo Ortiz, Luis Téllez, Marcelo Ebrard, Manuel Camacho, Eduardo Sojo, Francisco Gil, Luis Ernesto Derbez, Pedro Cerisola, son solamente algunos de los nombres más conocidos de militantes del tricolor que continuaron en el poder, fuera a través de puestos en los gabinetes de Vicente Fox y Felipe Calderón, como cabezas de organismos autónomos en esos gobiernos, o en diferentes partidos políticos luego de su renuncia al PRI. La mayoría de ellos sigue en activo.

Esta transición disfrazada se dió desde que Carlos Salinas de Gortari provocó una profunda división en el Revolucionario Institucional, dando como resultado tres situaciones: la primera de ellas fue la salida de una corriente "democrática" encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. La segunda fue el avasallamiento del priísimo tradicional por parte de los neoliberales, los arribistas, como les llamaban los militantes de prosapia. La tercera fue un acercamiento muy estrecho con las corrientes más duras del panismo, por un lado los llamados Bárbaros del Norte, quienes iniciaron el movimiento para desarticular ideológicamente al PAN y llevaron con éxito a Vicente Fox al poder; y por el otro lado con sectores muy corruptos, como a los que pertenece el famoso "Jefe" Diego Fernández de Cevallos. Por su lado, Cárdenas fue cobijado por la izquierda mexicana, en donde había sospechas de que era un Caballo de Troya. Todo parece indicar que efectivamente, el hijo del Gral. Cárdenas ganó la presidencia mexicana en 1988, pero negoció con Carlos Salinas de Gortari para convalidar el fraude provocado por la "caída del sistema". De esta manera, Salinas logró el control de los tres principales partidos políticos en México: El PRI asfixiado, el PAN conquistado y el PRD en manos de un dudoso líder. Pero esto también representó el cooptamiento de las tres principales corrientes ideológicas que durante décadas lucharon entre sí: la centro izquierda tricolor, la derecha moderada de los blanquiazules, y un tradicionalmente fracturado frente progresista que tenía de dulce, chile y manteca.

El nefasto Salinas de Gortari no había acabado aún su obra. Su proyecto de gobierno era de al menos cuatro sexenios, y tanto él como sus seguidores lo dijeron en cuanto foro, nacional o internacional, les era posible. Lo que nunca dijeron es que no cabía la posibilidad de hacerlo con un partido diferente al los que los llevó al poder, y el candidato natural era el PAN. Salinas torpedeó consistentemente la campaña de Luis Donaldo Colosio, una vez que se dió cuenta que su delfín tomaría un rumbo distinto al que aquél había trazado. El discurso del 6 de marzo de 1994 en el aniversario del PRI fue la ruptura del sonorense con el capitalino. Colosio habló fuerte, muy fuerte en contra de la desigualdad, de la injusticia, y muchos párrafos de su discurso se podrían interpretar como veladas alusiones al proyecto económico político de Carlos Salinas. A partir de ese momento, la campaña, la presidencia, y como se vió más tarde, la vida misma de Colosio estaban en grave riesgo. Con toda su perversa genialidad, Salinas abrió al menos dos frentes en contra de Colosio: el de Chiapas, en donde en enero de 1994 se había "levantado en armas" el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. No profundizaré en este hecho, pero sí diré que se encotraron evidencias de que los hermanos Salinas de Gortari tenían vínculos con este grupo desde los lejanos días del movimiento del Ejido de Batopilas, en Coahuila. Con este pretexto, Salinas pudo poner en la palestra a su amigo Manuel Camacho Solís, perdedor en la contienda por la candidatura del PRI a la presidencia de la República, o como se conocía en aquella época, del dedazo divino. El segundo frente fue el de Cuauhtémoc Cárdenas. Conciente o inconcientemente, el Ing. Cárdenas formó parte importante del panorama político en esos días que favorecía a los planes del salinato.

No puedo asegurar que Colosio haya sido asesinado por órdenes de Carlos Salinas, pero el encubrimiento posterior indica que se trató de un crimen de estado. El coordinador de campaña del sonorense lo sustituyó en la candidatura por medio de un innovador dedazo: mediante un video en donde el fallecido Colosio ensalzaba a Ernesto Zedillo. Como dato curioso, recordemos quién fue el que llevó el video a esa reunión del presidente con los gobernadores: Manlio Fabio Beltrones. Sí, él fue el encargado de destapar a Zedillo, por supuesto con la anuencia de Salinas. Otro dato curioso del Sr. Beltrones: siendo gobernador de Sonora, supuestamente por instrucciones presidenciales, tuvo una larga "entrevista" con el supuesto asesino de Colosio, Mario Aburto, a solas, sin testigos, en Playas de Tijuana, antes de ser trasladado al Distrito Federal para ser interrogado.

Zedillo era del círculo de "amigos" de Salinas. Aunque nunca fueron realmente cercanos, ambos compartían las ideas económicas que implantaron en México, mismas que han sido continuadas por los gobiernos panistas (?) de Fox y calderón (con minúsculas). Durante su presidencia, Zedillo tuvo enfrentamientos con los Salinas de Gortari, que culminaron en el encarcelamiento de Raúl. No obstante, se dedicó a continuar la labor económica y política de Carlos, por un lado profundizar el desmantelamiento del Estado como órgano rector de la economía, y por el otro lado la destrucción del PRI. Del primer tema no tengo nada de que hablar, los resultados son evidentes. Del segundo, la elección de Francisco Labastida Ochoa como candidato del PRI a la presidencia de la República constituía una derrota segura, ante dos candidatos que desde el principio demostraron ser mucho más fuertes: Vicente Fox y Cuauhtémoc Cárdenas.

Con una izquierda ya domesticada, llamando al "voto útil" para sacar al Revolucionario Institucional de Los Pinos, y con el michoacano muy desgastado por su tibieza, sobre todo al no defender su tirunfo en 1988, Vicente Fox ganó los comicios presidenciales del año 2000.

"El PAN fue el gran perdedor".

Durante la presidencia de Miguel de La Madrid, un grupo de empresarios del norte del país, de maneras ásperas y hablar muy franco, pero con pobres antecedentes ideológicos, se empezaron a sumar al PAN, y fueron llamados los Bárbaros del Norte. Algunos niegan pertenecer o haber pertenecido a ellos, otros lo presumen con orgullo, algunos otros niegan incluso la existencia de dicho grupo. Pero los Bárbaros del Norte lograron lo que al PAN, durante décadas de existencia y lucha, se le había negado: ir ganando posiciones de poder. Los triunfos de Ernesto Ruffo y Francisco "Pancho" Barrios le abrieron la puerta del poder al partido fundado, entre otros, por Manuel Gómez Morín. Ambos fueron identificados con ese grupo, así como Gustavo Enrique Madero, Manuel J. Clouthier, Luis Felipe Bravo Mena, Francisco Ramírez Acuña, Alberto Cárdenas Jiménez, Luis H. Álvarez, Vicente Fox, Rodolfo Elizondo y Fernando Canales Clariond. A últimas fechas podemos sumar a personajes tan disímbolos como Manuel Espino y Germán Martínez.

La ideología había dejado de ser importante, el ideario político del partido también, la lucha del poder por el poder mismo se colocó en el centro de la plataforma panista, por lo que empezaron a aceptar triunfos negociados. Pero las negociaciones que les permitieron acceder, primero a las gubernaturas y después a la presidencia, incluian permitir que el grupo compacto neoliberal siguiera dirigiendo la economía del país. Con un enorme poder económico, con amarres bien estructurados con las principales oligarquías del continente, y con relaciones de muy alto nivel en los principales organismos económicos en el mundo, Carlos Salinas siguió marcando el paso de la vida nacional. Por eso ni Vicente Fox ni felipe calderón se han molestado en conducir la economía, no es parte del trato.

Esta total ausencia de un plan de gobierno ha conducido a los regímenes panistas a flotar mientras transcurre su sexenio, a lucrar mientras formalmente son los gobernantes, a defender contra todo y contra todos, sus privilegios. No es de extrañar entonces la debacle panista en estas elecciones, pues no tienen nada que ofrecer. El PAN debió perder la contienda del 2006, pero los mexicanos decidimos (es un decir) otorgarle un voto de confianza. De esta manera, la sorpresa no son los pésimos resultados de este 5 de julio, sino que hayan logrado imponer a un tipo tibio, mojigato e iracundo en el 2006.

"La gran derrota del PRD".

La llegada de Jesús Ortega estuvo signada por el escándalo, por la defraudación y por el contubernio con el gobierno panista y el neoliberalismo. La Nueva Izquierda siempre ha sido una corriente entregusita y mercenaria. Haber sentado sus reales como dirigente del PRD no podía resultar en otra cosa más que en una pérdida masiva de votos. La derrota fue calculada y buscada. Ortega no se irá, a diferencia de Martínez en el PAN, pues aún es muy útil para mantener a raya a la izquierda formal mexicana. El partido del sol azteca también ha renunciado a su ideología, a su representatividad, a su lugar como contrapeso en la incipiente y golpeada democracia nacional.

Difícilmente el partido amarillo podrá recomponerse de cara al 2012, convertirse en una opción viable para millones de mexicanos, como lo fue desde hace casi un cuarto de siglo. Esto deja la mesa servida para una contienda bipartidista: el PAN que conservará su segundo lugar y el PRI que recuperará la presidencia, con un PRD muy distante en el tercer lugar, y después, la chiquillada: partidos que son más franquicias que insitutos políticos, como es el caso del Verde Ecologista y el elbista Nueva Alianza.

Dudo mucho que la estamina de Enrique Peña Nieto le dure para el inicio de la próxima década. Simplemente funge como patiño para que Manlio Fabio Beltrones logre su tan acariciado sueño: ser presidente de México. Nadie dentro del PRI tiene el peso político del sonorense, ni nadie ha estado tan cercano a los episodios más oscuros y pestilentes de la historia reciente del país.

Conclusiones.

Quienes se declaran sorprendidos por los resultados del 5 de julio lo hacen por cliché o por su profundo desconocimiento de la historia de nuestra nación. Es un largo proceso que arrancó desde antes de la elección de 1982 con Miguel de la Madrid, se consolidó con Carlos Salinas y se ha desarrollado de acuerdo a lo planeado, gozando de cabal salud.

En el país campean la desigualdad, la impunidad, el cinismo, la corrupción, la pobreza y la falta de sensibilidad. Los ciudadanos nos estamos quedando sin opciones, pues los partidos políticos son uno y lo mismo, pues difiero de quienes arguyen diferencias y rescatan las pocas, escasas, famélicas y raras excepciones de personajes honestos y congruentes. Estadísticamente no existen, son tan pocos que acaban ahogados, ignorados en el mar escatológico que nos rodea. Esta realidad es altamente explosiva.

Vivimos una crisis de valores. Transar es permitido, todos somos corruptos, poco o mucho; la simulación es una forma de gobierno; la civilidad, la ética y la honradez son vocablos en desuso; hacer dinero, y mucho, es sinónimo del éxito, sin importar la forma en que se hizo, y los que no lo logran son pendejos. Ser joven es un delito; ser pobre es un estigma; nos volvemos más intolerantes; el pacto social está al punto del quiebre.

Nuestro sistema educativo se hunde bajo el peso de las componendas y las adecuaciones a modo para mantener un estándar de analfabetos funcionales, desprovistos de herramientas para hacer un análisis de la realidad del país, y lo que es peor, de su propia realidad.

El Estado no nos protege y el Gobierno no nos escucha. Las Instituciones Republicanas, Constitucionales, se deterioran a pasos agigantados, enviándonos sin escalas, a un sistema donde impera la ley del más fuerte.

Los empresarios no generan riqueza ni empleo; el campo no produce; el sistema financiero está en manos extranjeras, lo que es altamente peligroso para el país. Los cuerpos de seguridad son vistos con creciente desconfianza; las oportunidades de empleo se hacen menos y más malas, con sueldo ínfimos y condiciones laborales que solamente convienen al empleador.

Estamos desbaratando al país, nos estamos quedando sin casa. El voto nulo retrata a una clase media enojada, desesperada, descontenta, sin opciones, sin voz, y por voluntad propia, sin voto.

Esta es la realidad del país, un sistema bipartidista solamente vendrá a empeorar las cosas. Pero estamos a tiempo de rescatar a la Nación y rescatarnos a nosotros mismos. Nada impedirá que el PRI regrese a la presidencia de México, excepto eventos que nadie quiere. Por lo tanto, debemos empezar a asumir desde hoy nuestra responsabilidad ciudadana: vigilar, demandar el cumplimiento del mandato popular, participar.

Los mexicanos necesitamos aprender a mandar, debemos de dejar atrás el estigma que Octavio Paz diagnosticó y retrató brillantemente en "El laberinto de la soledad": debemos dejar de ser hijos de la chingada y recobrar nuestra dignidad. Eso o el caos, es nuestra decisión.

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