jueves, mayo 10, 2018

Vulnerabilidad juvenil

Hace unos días pasé frente a un grupo de jóvenes que estaban reunidos en una esquina, cuyas edades calculo que estaban entre los doce y dieciséis años. Un abigarrado conjunto de casi niños, de incipientes mujeres y hombres. Su aspecto denotaba claramente su situación de vida: dificultades económicas, marginación, segregación social, opciones educativas de baja calidad, etcétera. En suma, su alta vulnerabilidad en una sociedad con una lacerante desigualdad.

¿Cuál puede ser su expectativa del futuro, qué posibilidades tienen para integrarse a los mercados laborales? Con preocupación y tristeza pensé que algunos de ellos (tal vez muchos) acabarían en las garras de las adicciones, la criminalidad, la violencia y la economía informal.

Como sociedad les hemos fallado, nos hemos fallado a nosotros mismos. Les estamos empujando a un futuro sin movilidad social que les dé la esperanza de mejorar sus condiciones de vida; les ofrecemos un mercado laboral precario, sin seguridad social, sin prestaciones, con salarios indignos, sin contratos, sin estabilidad ni protección. Los ponemos al borde del precipicio social con pocas o nulas ofertas de cultura, ciencia, arte, educación, entretenimiento, salud y justicia. Les enseñamos que el cinismo, el provecho personal de los bienes públicos, la ilegalidad, la corrupción y el apropiamiento indebido son las mejores opciones para progresar, pues la impunidad está casi garantizada. Saben, o pronto lo harán, que se mata porque se puede, porque no hay consecuencias, porque es fácil. Les demostramos que las instituciones son poco confiables, que la procuración de justicia es facciosa, que el servicio público es para servirse de él; que la Constitución es letra muerta, que los derechos están ahí pero es difícil obtenerlos.
Los gandallas prosperan; ser honesto es idiota, es un lastre para progresar. Le regateamos el presupuesto a la educación pública, la ciencia y la tecnología, pero lo entregamos a manos llenas a partidos políticos, esos que han hecho de la mentira su modus operandi, los que nos mean y dicen que está lloviendo, los que no nos representan pero exigen nuestro dinero para asegurarse trenes de vida fastuosos, insultantes, faraónicos.

Les escamoteamos el civismo, la ética, la filosofía de sus planes de estudio y nos escandalizamos con los resultados, culpándoles, victimizándolos y, claro, revictimizándolos en su momento. Porque la culpa es de ellos, porque el cambio está en uno mismo y son pobres porque quieren, porque no trabajan lo suficiente, porque todo lo quieren gratis.

Les entregamos un país hecho jirones y les exigimos que hagan maravillas con eso. Les legamos una patria sin recursos naturales pues la modernidad exige entregarlos al mejor postor. Les exigimos licenciaturas y posgrados para tener sueldos que les permitan apenas sobrevivir. Les damos el ejemplo de que la dignidad es una mercancía.

El machismo es aceptable, la violencia de género siempre es culpa de ellas; la violación se la buscaron las mujeres por livianas y veleidosas, pues incluso la disfrutan. No existe el consentimiento, “no” es “sí”, sí quieren pero se hacen las difíciles; las que se salen del redil son feminazis, machorras, lesbianas, malcogidas; les hace falta un hombre.
¿Qué opciones de futuro les ofrecemos?

Seguí mi camino pero persiste el recuerdo del grupo en esa esquina, sus rostros aún infantiles.

La era de los gaznápiros

Francisco Labastida Ochoa inauguró la era de los políticos gaznápiros. Aunque no era un completo tonto como los demás que mencionaré, fue un contendiente tibio, gris e insulso. Su aportación fue bajar la vara con la que se medía a los candidatos. Eso le permitió a Vicente Fox alzarse con un triunfo inédito: ganó un abanderado de oposición, el más tonto, pero que supo capitalizar el enorme descontento con el PRI.

La presidencia de Fox fue un carnaval de yerros, omisiones, puntadas, nepotismo y corrupción. Desde el ya famoso "¿Y yo por qué?" cuando se le instaba a frenar el ilegal apoderamiento del Canal 40 por parte de Ricardo Salinas Pliego hasta las injerencias de su impresentable esposa Marta Sahagún. El gabinete navegó al garete, y los que tuvieron más saliva comieron más pinole. La labor que le encomendaron quienes idearon y aprobaron su triunfo (que es un tema extenso, que no tocaré en esta ocasión, y solamente diré que no hubo tal alternancia, lo siento) fue la de realizar las reformas constitucionales relativas a educación, materia energética, hacienda pública y comunicaciones, entre otras. Se perdió en sus laberintos mentales y no las llevó a cabo.

Luego vino el sexenio de Calderón, del que solo apuntaré que su ineptitud, su ingobernable ego, su irascible carácter y sus marcadas obsesiones también le apartaron del camino que se le había trazado para lograr los reformones que los neoliberales exigían. Enfocó todas sus baterías en librar una guerra sin rumbo, sin estrategia, y sumió al país en el caos. Ese fue su legado, esa su historia, que pone en segundo plano su perversa bufonería.

Llegó Peña Nieto, el neoliberalismo resucitó al PRI, ya que el PAN demostró que no tenía la experiencia, la capacidad ni el vigor para reformar la Constitución en áreas torales y sagradas para los mexicanos como el petróleo y la energía eléctrica. Lo que sí logró Acción Nacional en las presidencias que detentaron fue el desmantelamiento de las leyes laborales abriendo la puerta a los empleos precarios.

Los escándalos y yerros de Peña no detuvieron los controversiales cambios a la Constitución que borraron conquistas históricas de la Nación mexicana y legalizaron prácticas que venían realizándose de facto desde muchos años atrás. Sus conocidos atributos de superficialidad, corrupción, insensibilidad, ignorancia, incultura y estupidez no incidieron efectivamente para evitar que concretara la mayor parte de la agenda que se le impuso como aduana para llegar a Los Pinos. La vara que Labastida y Fox bajaron le permitió a Peña no sólo hacerse del poder formal, sino que le llevaron a pensar que otro gaznápiro podría sucederle. Y así designaron a José Antonio Meade Kuribreña como aspirante a sucederlo.
Pero en esta ocasión parece que el plan no cuajará. El eclipsado pretendiente navega en un lejano tercer lugar, treinta puntos atrás del puntero, mientras su equipo de campaña no acierta (por incapacidad genuina o dolosa) a enderezar el rumbo, colocándolo en situaciones vergonzosas por la improvisación y el desgano imperantes. El oscuro funcionario federal es demasiado imbécil para darse cuenta de los cuantiosos desvíos de dinero que ocurrieron en las secretarías de estado por donde pasó (una de ellas responsable de administrar los recursos económicos del país), o bien, es cómplice, al menos pasivo, de la descarada corrupción del peñato. En adición, la pesada loza del desprestigio del instituto político tricolor ha sido demasiado lastre para un opaco burócrata "sin partido".

Las preferencias electorales actuales sugieren que casi la mitad del electorado con intención de votar ha sido vacunada en contra de gaznápiros, palurdos y engañabobos, mientras que la otra mitad se encuentra dividida, temerosa y opuesta a un candidato que les incomoda en demasía, al que descalifican por populista, mesiánico y ser de extrema izquierda, pero rara vez lo acusan de memez.

sábado, enero 28, 2017

El Nunca Más es ahora

De niño, veía incrédulo y sobrecogido las imágenes de los campos de concentración nazis en los libros que mis padres compraban para la biblioteca familiar. Luego, cuando ya podía entender lo que ahí se había escrito, leía con espanto los excesos cometidos por el régimen de Hitler y sus aliados en Italia y España. Creí que nunca más la humanidad correría los riesgos a los que nos expuso el nacionalsocialismo del partido nazi. Mi vida siguió como la de la mayoría de la gente, y acabé por casarme y tener hijas. Ellas, siendo pre-adolescentes, se interesaron en el tema del Holocausto, con la curiosidad propia de la edad, por lo que fue un tema recurrente en las charlas familiares, a pesar de que no somos judíos. En años recientes, una de ellas quiso saber más a profundidad lo que había ocurrido: ¿por qué, quiénes, cómo? Visitamos varios museos en la Ciudad de México para poder responder a esas preguntas de manera cabal, entre ellos, el Museo del Holocausto y el Museo Memoria y Tolerancia. Lo que descubrimos y aprendimos se incorporó a la mesa familiar, a nuestras conversaciones, buscando entender la sin razón de los abominables actos cometidos en nombre de una supuesta superioridad de raza, de la codicia, del destino manifiesto de una nación. En lo personal, consideraba que la información para las nuevas generaciones impedirían que el horror volviera a instalarse en el ánimo colectivo, en las relaciones internacionales; que el odio y la ignorancia se hicieran del poder para repetir un capítulo muy oscuro de la Humanidad. Parece que no fue suficiente. Hoy, el fascismo resurge en la nación más bélica y militarmente más poderosa del mundo. Los Estados Unidos tienen un nuevo Hitler (a pesar de mi resistencia, durante mucho tiempo, a esa comparación, los acontecimientos recientes acabaron por convencerme de lo acertado del símil), quien se ha dedicado a humillar y ofender prácticamente a todo grupo humano en el planeta: indios norteamericanos, mexicanos, hispano-americanos, musulmanes, mujeres, alemanes, afro-americanos, veteranos de guerra, discapacitados, liberales, conservadores, neoliberales, europeos, científicos, ambientalistas, defensores de derechos humanos, sindicatos, comunidades de diversidad sexual, inmigrantes, semitas, medio-orientales, asiáticos (especialmente a los chinos), y un largo etcétera. Ahora, apunta sus baterías a los propios ciudadanos estadounidenses (así como a los residentes legales), prohibiendo, mediante un decreto, la entrada a los refugiados y originarios de siete naciones que considera enemigas: Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria, y Yemen. Curiosamente, en ninguno de esos países tiene inversiones Donald Trump, mientras que Arabia Saudita (de donde provinieron muchos de los atacantes a las Torres Gemelas de Nueva York), no fue afectado por el decreto. Resulta también extraño que justamente en ese país, Trump tiene inversiones millonarias. Este decreto en contra de los inmigrantes se inscribe en el marco de una embatida a los periodistas, a los planes de salud, a las relaciones bilaterales con México, al tratado comercial entre EEUU, Canadá y México, a los derechos reproductivos de las mujeres, a la cultura y la ciencia, así como a los derechos fundamentales de otras minorías. Ni una palabra suya han merecido los supremacistas blancos que le apoyan, como tampoco los racistas ni lo neo-nazis. Estamos a la vera de una nueva era de oscuridad, de fascismo al que la mayoría de la población de este planeta se opuso para nunca más sufrir sus efectos demenciales. Por desgracia, el Nunca Más ha regresado, está aquí. Y toca a nuestras puertas. Me niego a tener que explicar un nuevo Holocausto, una nueva Guerra Mundial a las generaciones de este milenio. Resistir, indignarse, denunciar, participar. Eso hay que hacer.

sábado, noviembre 14, 2015

El fenómeno ISIS

ISIS, EI, Estado Islámico. Todas son denominaciones de un fenómeno incomprensible para muchos. ISIS es un fenómeno en desarrollo, que cada día va escribiendo su historia a golpe de sangrientos asesinatos, absurdas destrucciones de monumentos históricos, repudiables violaciones masivas de mujeres, y actos salvajemente inimaginables que solo buscan provocar miedo, intenso miedo, terror.
Con ISIS ninguna posibilidad debe ser descartada, desde que reciba tenebrosas órdenes de organismos de inteligencia occidentales hasta que efectivamente sea un horripilante brazo armado de demenciales fanáticos, xenófobos y asesinos. ISIS está muy lejos de los preceptos del Islam, se ha cobijado en esa religión para justificar sus atrocidades, dañando con ello a los verdaderos profesantes de esa doctrina de fe. Llamarles fundamentalistas religiosos es hacerles un favor, como lo es calificarlos de extremistas musulmanes o islámicos, islamistas o mahometanos. Simplemente son asesinos. 

ISIS nace de Al-Qaeda, organización surgida, a su vez, del financiamiento norteamericano para combatir a los rusos cuando invadieron Afganistán y para luchar en contra del régimen de Sadam Hussein, quien también fue creación de Estados Unidos en gran medida. De ahí surgió el demonio Osama bin Laden, de quien no existen pruebas convincentes de que haya muerto a manos de sus antiguos protectores y mentores, pues su supuesto cadáver fue arrojado al mar, impidiendo que se confirmara de manera independiente su fallecimiento. Cuando un grupo de los militantes más radicales de Al-Qaeda se marcha a combatir el tiránico régimen sirio de Bashar al-Asad, es entrenado, financiado y protegido por los gobiernos occidentales, notoriamente los de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. Nace así al-Dawla al-Islāmīya, conocido en Oriente Medio como Daesh, y por el resto del mundo como el Estado Islámico (EI en español o ISIS en inglés). Con el eufemismo de “rebeldes sirios”, ISIS ha sido armado por las grandes potencias europeas y por los EEUU. Además, el papel de las grandes potencias del Oriente Próximo (Israel y la Arabia Saudí principalmente, aunque la Libia actual, posterior a la era Kadafi interpreta su parte en esta comedia de enredos).
Así, hay un aparente oxímoron en ISIS: nace gracias a las potencias occidentales pero al mismo tiempo las hace blanco de su irracional violencia. No sería la primera vez que un Frankestein se vuelve en contra de su creador, como tampoco que éste lo use para hacer el trabajo más sucio posible: asesinar impunemente. Por eso hay que atender el desarrollo de los acontecimientos, de modo que la bruma que rodea al ISIS se disipe un poco para que permita atisbar lo que en realidad sucede allá.

Y en medio de este embrollo, no olvidemos al preciado oro negro, como tampoco el factor ruso. La zona de conflicto (Iraq, Siria y el resto del Medio Oriente), está asentada sobre un inmenso mar de petróleo, que es una de las principales fuentes de financiamiento del ISIS. Esta barbárica organización no es, de ningún modo, un bastión de defensa del Islam, por el contrario, se ha apropiado de él (como lo hicieron sus antecesores) tanto para justificar sus atroces acciones en nombre de un dios cruel, despiadado y justiciero, como para reclutar a jóvenes creyentes que están dispuestos a morir (y lo hacen) en nombre de Alá.

No, este grupo criminal, sus acciones y consecuencias, no tienen nada que ver con la religión. Y un indicio claro es la migración que desde naciones europeas se está produciendo para unirse a ISIS, (quien entrena, adoctrina y luego regresa a sus países de origen a jóvenes fervorosos letalmente enajenados), tiene a Francia como el primer proveedor de muchachos deseosos de asesinar a sus compatriotas e inmolarse en el intento. El país galo ha aportado 1,200 reclutas, seguido de Alemania y Reino Unido (se estima que entre 500 y 600), Bélgica (400), Holanda (200-250), Suecia (150-180),  Dinamarca y Austria (100-150), y finalmente España (50-100) (Fuente: The Guardian). No deja de extrañar que en la lista no aparecen países de la Europa Oriental.

Como lo mencioné al principio, ISIS es un fenómeno entreverado que cotidianamente escribe su historia con letras tintas en sangre de inocentes, lo que no permite tener la perspectiva necesaria para captar todos los ángulos de este polígono infernal. Ojalá que pronto la historia llegue a su fin y que no debamos seguir sumando cruentos capítulos ni contando los muertos que van dejando inhumanamente regados por el camino.

viernes, noviembre 28, 2014

Los mensajes del presidente

Los mensajes importantes que Enrique Peña Nieto envió el día de ayer no están en el texto que leyó, en lo que dijo, sino en lo que omitió.

En los primeros segundos ya había cometido el primer error, la primera omisión:
Señoras y señores: Muy buenas tardes a todas y a todos ustedes.
Se dirigió al público congregado en el salón donde se llevaba a cabo la ceremonia, en ningún momento se dirigió a la Nación. Acto seguido, procedió a saludar, nuevamente, a los presentes. Para arrancar la exposición de los puntos dijo:

Señoras y señores:
Nuevamente ¿evitó? mencionar a quien supuestamente iba dirigido el mensaje: al país entero. En los siguientes párrafos se dijo dolido e indignado por los acontecimientos de Iguala que desembocaron en el asesinato de 6 personas y la desaparición de 43 normalista de la escuela Isidoro Burgos de Ayotzinapa, pero ni su voz ni sus ojos apuntalaron sus dichos. Se le veía frío, hablando para las cámaras, sin pasión alguna, sin sentimiento. Hizo un recuento de las acciones realizadas por la Procuraduría General de la República y destacó que ha estado en contacto con los padres de los estudiantes secuestrados (cuando horas antes éstos rompieron el diálogo con el gobierno por considerarlo "inútil", ya que se les siguen dando las mismas respuestas a su demanda de que encuentren a sus hijos). Luego de esto, que a todas luces es un carpetazo a la investigación desde la cúspide del gobierno mexicano, culpó a las autoridades municipales y al crimen organizado. Agregó que "No se puede exigir justicia violando la ley", y que las acciones emprendidas en su sexenio habían contribuido "en alguna medida" a incrementar la seguridad. Reconoció que los avances eran insuficientes, que se debía fortalecer a las debilitadas instituciones y que era necesario construir un "pleno Estado de Derecho". Parecía que Peña había regresado a su calidad de candidato presidencial y que criticaba la actuación del gobierno de alguien más. Olvidó que lleva dos años siendo titular del Poder Ejecutivo y que las fallas que señalaba correspondían a su gestión.

A partir de ese momento se dedicó a enumerar diez propuestas para lograr los objetivos planteados, entre ellos el ya mencionado Estado de Derecho. La mayoría de sus propuestas (8 de 10), dependen de la elaboración y/o aprobación de reformas constitucionales por parte del Poder Legislativo: leyes nuevas para garantizar el cumplimiento de las leyes existentes. Con esto reconoce que la impunidad y la corrupción campean en el poder público (independientemente de que aceptó que existe infiltración del crimen organizado y que la corrupción es un mal endémico). Particularmente grave es su propuesta de desvirtuar e intervenir al ladrillo fundamental del federalismo mexicano: el Municipio Libre, consagrado en la Constitución: "que la federación asuma el control de los servicios municipales o, en su caso, se disuelva un ayuntamiento cuando existan indicios suficientes de que la autoridad local está involucrada con la delincuencia organizada". Sin dar detalles de los mecanismos bajo los cuales esto puede suceder, olvidó que los gobernadores de los estados ya tienen esa facultad.

¿De qué país hablaba Peña Nieto, de qué gobierno? De México, de su propio gobierno, ni más ni menos. También anunció operativos especiales con despliegue de fuerzas federales para los estados de Guerrero, Tamaulipas, Michoacán y Jalisco, a los cuales caracterizó como los que tienen mayores índices de violencia (y entre líneas nos dejó saber que también altos niveles de ingobernabilidad). Omitió a Veracruz y al Estado de México, que como todos sabemos, ocupan los primeros lugares en la clasificación de entidades violentas con altos índices de impunidad.

Un momento álgido fue cuando enarboló la bandera de #TodosSomosAyotzinapa, no por la falta de pasión que uno supondría hubiera tenido que imprimir a su discurso, sino por la molestia que generó en muchos al apropiarse de un icono en la exigencia de justicia y en la localización de los maestros normalistas que las protestas, demostraciones y marchas en todo el país, así como en el extranjero, han repetido incansablemente. Esto pareció más un acto burlón que una reivindicación de la voz de miles.

No hubo palabras para los jóvenes ni para los estudiantes; no hubo propuestas para la educación ni para la cultura, con excepción del apoyo prometido a las normales rurales de Guerrero, Chiapas y Oaxaca; no hubo anuncios de cambios en su gabinete, como tampoco referencia a los cientos de miles de desaparecidos y asesinados cuya cifra se mantiene a la alza en su propio sexenio, apenas una tangencial referencia a ellos mediante la publicación de la Ley General de Víctimas y la puesta en marcha del Registro Nacional de Víctimas, aunque no explicó cómo se hará si en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2015 el Legislativo aprobó ya la reducción del 63% en el presupuesto destinado a la búsqueda de desaparecidos. Tampoco hizo referencia alguna a un banco de ADN para la identificación de los desaparecidos y asesinados (hoy en día no existe un registro nacional para comparar la huella genética de quienes aparecen en fosas clandestinas). También eludió someterse a una auditoría o a una investigación para aclarar su relación con Juan Armando Hinojosa Cantú de Grupo Higa, las licitaciones que se le han otorgado y los posibles conflictos de intereses, tráfico de influencias o corrupción, sobre todo en lo relacionado con la licitación del tren bala México-Querétaro, el famoso inmueble de la familia presidencial conocido como la Casa Blanca, y otros temas relacionados. Tampoco merecieron mención alguna las arbitrarias detenciones en las protestas del 20 de noviembre, las ilegales encarcelaciones derivadas, que están cimentadas en risibles o inexistentes pruebas (como el hecho de que los detenidos se llamaran "compas" entre ellos), ni el hecho de que se les haya mandado a prisiones de alta seguridad mientras los autores intelectuales de la desaparición de los 43 normalistas se encuentran arraigados o en prisiones comunes y corrientes.

En las líneas finales de su discurso nuevamente se dirigió a los presentes sin hacer referencia a la ciudadanía, para afirmar que "demostremos, una vez más, la unidad, el carácter y la determinación de los mexicanos". Más allá de la impersonal lectura que Peña llevó a cabo, de que los cambios los realizarán los mismos que hasta el momento han entregado resultados insuficientes, y del talante francamente provocador en algunos pasajes de su discurso, las conclusiones no son alentadoras: los cambios llevarán meses, si no es que años; no hay garantía de que los Poderes Legislativo y Judicial secunden el entusiasmo presidencial, por lo que la mayoría de sus propuestas pueden convertirse en letra muerta; no se harán nuevos ni mayores esfuerzos en la localización de los 43 normalistas de Ayotzinapa secuestrados por policías municipales de Iguala y Cocula; no hubo un reconocimiento del uso faccioso de la justicia para desmovilizar a la ciudadanía; no hubo una autocrítica consciente y clara que alentara la posibilidad de rectificaciones; no se anunció la revisión de la actual estrategia de seguridad ante los exiguos resultados obtenidos; y por último, sin que esto signifique que se hayan mencionado todas las falencias y omisiones en el discurso de ayer, dejó la sensación de que únicamente compró tiempo recurriendo a su fortaleza principal: su manejo mediático.

Si la credibilidad presidencial no se vio fortalecida más allá de su audiencia captiva, a poco más de 24 horas del mensaje que abarcó mucho apretando poco, se produce una nueva detención ilegal en el marco de las protestas que han sacudido al país y que mantiene a México en la atención mundial. El estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Sandino Bucio, quien también participó en el movimiento #YoSoy132, fue presuntamente arrestado por policías con los mismo métodos que utiliza el crimen organizado: sin identificarse, sin presentar orden de aprehensión, sin informarle los cargos, utilizando un auto sin marcas y portando armas largas. Los últimos reportes (21:17 del 28 de noviembre), indican que ha sido trasladado a la SIEDO acusado de terrorismo. Esto abona poco, muy poco, al llamado a la legalidad de Peña Nieto. Tal pareciera que sus principales adversarios se encuentran en el círculo íntimo presidencial.


No señor Presidente, no es posible creerle cuando los hechos no corresponden a sus dichos.

Enlaces con la noticia de la detención de Sandino Bucio.
La Jornada últimas noticias.
Sinemabrgo.mx
Revista Proceso

martes, noviembre 18, 2014

El complot que Peña ve

En el 2012, durante su presentación como candidato a la presidencia en la Universidad Iberoamericana, Peña Nieto debió enfrentar los reclamos de los estudiantes que le gritaban "asesino" por haber ordenando la violenta represión en San Salvador Atenco cuando era gobernador del Estado de México, que dejó un saldo de dos personas fallecidas, doscientos arrestados y 26 mujeres violadas por la policía. En esa ocasión Peña dijo que asumía la responsabilidad, que no se arrepentía y que lo volvería a hacer de ser necesario. Pues bien, a juzgar por sus recientes declaraciones, unas al volver de su cuestionada gira a China y Australia, y otras el mismo día de hoy, considera que es el momento de volverlo a hacer. No bien se había bajado del avión espetó a la nación: "Yo aspiro, y espero que no sea el caso de lo que el gobierno deba hacer; que no lleguemos a este extremo de tener que usar la fuerza pública". Respetando la pobre sintaxis usada por Peña, la amenaza es clara. Hoy mismo ha dicho que hay un afán orquestado por desestabilizar a su gobierno y el proyecto de nación que él representa. Los dichos no pueden más que remitirnos a los discursos de Gustavo Díaz Ordaz haciendo alusión al movimiento estudiantil, preludio de la represión que se desencadenó bajo su mandato. ¿Cómo no recordar su frase "hemos sido tolerantes hasta excesos criticables"? También la memoria nos remite a las palabras de Luis Echeverría en el auditorio de la Facultad de Medicina, cuando los estudiantes le increpaban, que les gritó "¡Jóvenes fascistas!" en un intento por hacerse oír sobre la escandalera desatada, episodio que culminó con la famosa pedrada en la frente que puso a todo el país en vilo durante unas horas. Es el mismo tono autoritario, el del Nuevo PRI y el del Viejo PRI de siempre pero corrido en el espectro político hacia la derecha neoliberal, el que han usado estos tres inefables personajes.

Las amenazas de represión, denunciando supuestos complots desestabilizadores y
advirtiendo del ejercicio de la fuerza, solo buscan amedrentar y acallar a las voces críticas. Pues entonces Peña tendrá que explicarnos a todos, a quienes somos amenazados de manera tan abierta (que llevamos exigencias inaceptables hasta sus oídos: respeto a la ley, justicia, alto a la violencia, la corrupción y la impunidad) y a quienes le apoyan, cuál es el papel de The New Yorker, The Economist, The New York Times, The Wall Street Journal, El País, la CIDH, la Unión Europea, y demás "agitadores internacionales" que han señalado repetidamente las omisiones y fallas en el actuar del titular del Ejecutivo y del Gobierno Federal respecto a los casos de Ayotzinapa y Tlataya. También los medios antes citados, junto con muchos otros, como Deutsche Well, han tomado el escandaloso caso de la millonaria casa familiar que es propiedad, aún, de uno de sus contratistas favoritos, desde que era gobernador del Estado de México, al que se le han adjudicado obras millonarias, incluyendo el tren bala México-Querétaro, licitación que tuvo que anular por la opacidad existente. Por cierto, en este grupo desestabilizador debe incluir al primer ministro chino que se quejó de tal medida.

Y no siendo lo anterior suficiente, al complot desestabilizador se ha sumado la Alianza para el Gobierno Abierto (AGA), organismo del que México es socio fundador y es en la actualidad presidente. La AGA ha declarado hoy, en la reunión que copatrocinan México y Costa Rica, que Peña y el Gobierno Federal deben aún muchas respuestas a la sociedad mexicana y a la opinión pública mundial, sobre los casos de Tlataya, Ayotzinapa, de los más de 22 mil desaparecidos y de la crisis de seguridad que se vive en todo el país. No señor presidente, su lectura de la situación actual es sesgada, acomodaticia y más apegada a la de un dictador que a la del presidente de una República libre y soberana. Engañarse, y tratar de engañar, no abona a ninguna solución de la situación actual, por el contrario, enrarece el ambiente, envenena el aire y presagia tormentas autoritarias que nadie desea, más que usted y los que le apoyan para satisfacer sus muy personales y oscuros intereses.

Pronunciamiento de la Asamblea para el Gobierno Abierto.

miércoles, noviembre 12, 2014

Pronunciamiento del COLMEX sobre informe PGR-Ayotzinapa

La comunidad del Colegio de México hace un pronunciamiento acerca del informe que dio el titular de la PGR, Miguel Ángel Murillo Karam, acerca de los avances en la investigación del paradero de los 43 estudiantes desaparecidos por la policía de la Escuela Normal Rural "Isidro Burgos" de Ayotzinapa, Guerrero.

El documento original lo pueden consultar aquí o en esta otra liga. Y la transcripción del texto la encuentran a continuación.

Ciudad de México, a 11 de noviembre de 2014
A la opinión pública:
Ante la presentación del avance en las investigaciones sobre el caso Iguala, que involucra la desaparición de estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa “Raúl Isidro Burgos”, los abajo firmantes, miembros de la comunidad de El Colegio de México, deseamos expresar lo siguiente:
1. La información presentada por el Procurador General de la República, Lic. Jesús Murillo Karam, en conferencia de prensa realizada el día 7 de noviembre de 2014, no cumple aún con la exigencia de conocer el paradero de los 43 normalistas desaparecidos, los motivos de su sustracción y la suma de personas involucradas, con miras hacia su detención y castigo.
La información dada a conocer proviene de líneas de investigación limitadas e incompletas y se basa, exclusivamente, en confesiones de personas detenidas por su presunta participación en los hechos. Las confesiones no pueden ser consideradas como única prueba concluyente y en México su contundencia está totalmente diluida. Mediante una práctica sistemática, el Estado mexicano ha institucionalizado la tortura como método de investigación en las instancias de impartición de justicia, hecho que ha sido ampliamente documentado por diversos diagnósticos nacionales e internacionales. Sin presumir que éste sea el caso y sin descartar la información de las declaraciones de los detenidos, somos enfáticos en la necesidad de demostrar, a través de pruebas científicas, objetivas y rigurosas, si los restos encontrados corresponden a los 43 normalistas desaparecidos o no.
2. La forma en que la información ha sido presentada a los familiares y a la sociedad es condenable. El montaje discursivo de la Procuraduría General de la República es contradictorio: la lógica oficial alienta, sin comprobar, la idea de que los normalistas fueron salvajemente asesinados, pero su conclusión es que continuarán en calidad de desaparecidos. Estamos convencidos de que la presentación de argumentos y materiales no concluyentes y contradictorios tiene como único fin desmovilizar las acciones de protesta.
Asimismo, el gobierno mexicano y sus instituciones se han mostrado indolentes ante la situación emocional de los familiares de los 43 normalistas y, en distintos momentos, han promovido especulaciones de diversa naturaleza, abonando al tratamiento sensacionalista del caso. La forma en que la Procuraduría relata hechos de tortura, vejación y sufrimiento físico y emocional a los que los estudiantes podrían haber sido sometidos, es decir, sin poder comprobar si fue así o no, es un acto de innegable violencia psicológica, sobre cuyas intenciones nos cuestionamos. Nuestra exigencia no es que las evidencias se oculten o maticen, sino que sean presentadas a la sociedad cuando el caso haya sido rigurosamente resuelto y su difusión atienda protocolos de crisis humanitaria.
3. Nos declaramos indignados ante la postura negligente e insensible del Presidente de la República, el C. Enrique Peña Nieto, frente a las circunstancias críticas del país. Consideramos que su insistencia en realizar una gira internacional de trabajo, mientras el país se debate entre el dolor, la incertidumbre y la ira es del todo inoportuna, imprudente e indolente. Condenamos que el Presidente haya desoído la exigencia de los familiares y compañeros de los 43 estudiantes, así como de la sociedad, en torno a la cancelación de su salida del país. En este momento, la presentación con vida de los 43 normalistas y la resolución integral del caso Iguala es una prioridad nacional. El lugar del Presidente está en su país.
4. Ante estas circunstancias, reivindicamos el derecho a la movilización social pacífica y solidaria, sostenemos el dolor que hoy sentimos colectivamente y exigimos justicia. No permitiremos que las provocaciones lanzadas desde distintos niveles de gobierno, ya sea de manera frontal o a través de grupos de choque a su servicio, nos detengan, como han intentado hacerlo en manifestaciones recientes. Exigimos un alto total e inmediato a las hostilidades del gobierno, a las detenciones arbitrarias, a las amenazas, a la represión en cualquiera de sus formas, a la criminalización de la protesta social y a cualquier otro intento por inhibir el derecho a la libre expresión de la ciudadanía. Nos sumamos a los puntos destacados por los familiares y compañeros de nuestros 43 hermanos desaparecidos:
1. Que continúen las acciones de búsqueda de los 43 estudiantes, bajo presunción de vida, no sólo suponiendo que están muertos ni que, posiblemente, los restos presentados corresponden a los normalistas.
2. Que se presenten a la brevedad posible pruebas científicas, objetivas y rigurosas, validadas por instancias internacionales, que acrediten o descarten si los restos presentados en la conferencia del 7 de noviembre de 2014 corresponden con los estudiantes.
3. Que, con tal fin, se acepte de manera inmediata la asistencia técnica ofrecida por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para que colaboren con las actividades de localización de los muchachos y se reconozca que, efectivamente, México se encuentra en un estado de crisis humanitaria.
Nuestra consternación e indignación no son menores ante el resto del horror: decenas de cuerpos no identificados a lo largo del país, ciudadanos que mueren todos los días en circunstancias desconocidas y por los que absolutamente nadie responde; cientos de miles de vidas conquistadas por el miedo y el desamparo.
Pero nosotros no nos cansamos.
Firman 445 miembros de la comunidad:
Profesores-Investigadores (64)
Centro de Estudios Históricos: Aboites Aguilar Luis, Falcón Vega Romana Gloria, García Martínez
Bernardo, Márquez Colín Graciela, Palacios Rozo Marco, Pani Erika, Rodríguez Kuri Ariel, Torres Gabriel;
Centro de Estudios Sociológicos: Alcántara Zavala Eva, Boltvinik Julio, Brachet Staehling Viviane, De
Oliveira Barbosa Orlandina, Estrada Saavedra Marco, Gil Antón Manuel, González Montes Soledad, Herrera
Cristina, Pozas Garza María De Los Ángeles, Rivera Sánchez Liliana, Solís Patricio, Stavenhagen Rodolfo,
Tarrés Barraza María Luisa, Tepichin Valle Ana Maria, Zapata Schaffeld Francisco; Centro de Estudios
Internacionales: Bizberg Ilan, Breña Roberto, Flamand Gómez Laura, Loaeza Soledad, Ortega Ortiz
Reynaldo Yunuen, Serrano Mónica, Somuano Ventura Ma. Fernanda, Tawil Kuri Marta; Centro de Estudios
Demográficos, Urbanos y Ambientales: Castillo García Manuel Ángel, Crossa Verónica, Damián Araceli,
Echarri Cánovas Carlos Javier, García Guzmán Brígida, Garza Villarreal Gustavo, Lerner Susana, Lezama De
La Torre José Luis, Pacheco Gómez Edith, Sánchez Landy, Schteingart Martha Rosa, Sobrino Jaime, Szasz Pianta Ivonne, Trejo Alejandra; Centro de Estudios Económicos: Campos Vázquez Raymundo, Esquivel Hernández Gerardo; Centro de Estudios de Asia y África: Conde Gilberto, Muñoz García Adrián; Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios: Ávila Raúl, Barriga Villanueva Rebeca, Martín Butragueño Pedro, Corral Rose, García Fajardo Josefina, Gutiérrez Bravo Rodrigo, Jiménez Plá Yvette, Lara Ramos Luis Fernando, Olea Rafael, Pozas Loyo Julia, Segovia Camelo Francisco, Valadez Pérez Carmen Delia, Vázquez Rojas Maldonado Violeta, Zaslavsky Rabinovici Danielle; Centro De Estudios Interdisciplinarios: Loyo Bravo Engracia.
Estudiantes (216)
Aguilar Vásquez Mariana, Aldana Vizcaíno José Ernesto, Allendelagua Jimena, Álvarez Campero Santiago, Aranda Herrera Alejandra, Aranda Herrera Alejandra, Arias Cuba Ybeth, Atilano Morales Julián, Ballinas Aquino María Luisa, Bautista Arreola Lulisca Zircey, Baz Sanchez Sara Gabriela, Becerril Aceves Josemaría, Beltrán Brisna, Berdeja Acevedo Juan Manuel, Blanco Félix Yazmín, Calderón Valenzuela Fernando, Carrillo Castillo Jesús Salvador, Carrillo Reveles Veremundo, Celaya Mendoza Rafael Andrés, Celis Mendoza Martha, Cerdán Verástegui Alonso, Cervantes Sánchez Christian, Cisneros Mondragón Itzel, Clever Natalia, Colín Paz Yeimi Alejandra, Compte Nunes Guillem, Contreras Corral Arturo, Córdova Romero Griselda, Cruz Armenta Daniela Yunuhen, Dammert Guardia Manuel, Dávalos Ramírez Renato Akatzin, De Pablo Hammeken Luis, Del Monte Madrigal Juan Antonio Del Monte, Del Moral Suárez Diego, Díaz Cruz Arturo, Dieng Sokhna, Erazo Espinosa Jaime Fabián, Escalante Arriaga José Rodrigo, Espino Armendáriz Saúl, Esquivel Corona Mariana, Estrada Vidal Victoria Enedina, Fajardo Ortiz Daniel, Fernández Ayala Ana Inés, Flores Vega Leonel, Fuentes Erick, Fuentes Miguel, Ramírez Atisha Gabriel Gerardo, Galicia Salas Gabriela, Galindo Bustos María Fernanda, García Álvarez Juan Pablo, García López Mónica, García Sánchez Nayeli, García Solares Israel, Garduño Bello Bianca, Garza Garza Azucena Paloma, Géliga Quiñones Jaime A., Gerena Meléndez Alicia Alexesteva, Gil Burgoin Carlos Ivanhoe, Gómez Leautaud Matías, Gómez Romero Oscar Alejandro, González Arias Diana, González Guerrero Alejandra, González López Miriam, González Martín Carlos Jesús, González Molina Óscar, González Moreno Julio César, González Sánchez José María, González Torres Eder Iván, Gordillo Johan, Guerra Olmos Mariana, Guillén Garza Ramos María, Gutiérrez Martínez Ana Paulina, Hall Lagunes Daniela, Hernández Velasco Emmanuel, Herrera Rangel Sergio Daniel, Huffman Espinosa Curtis, Iglesias Arellano Mariana, Inclán Fuentes Carlos, Islas Arredondo Rosa Isabel, Jaimez Aguilar René David, Jaramillo Molina Máximo Ernesto, Jaramillo Navarro Diego Emiliano, Jiménez Barba Silvia, Jiménez González René Israel, Jiménez Rosas Leslie Alejandra, Juárez Monzón Ximena, Lanzagorta García José Ignacio, Lastire Olmedo Christian Eduardo, Lazcano René, León Matamoros María Graciela, Léon Olvera Alejandra, Lerma Mayer Sonia Yuruen, López Araiza Bravo Hugo, López Cervantes Jorge Antonio, López Hernández Georgina Yemara, López López Adriana, López Mazón Georgina, López Plaza Angélica, López Romero Fernando, López Soto David Daniel, Loredo Bañuelos Estelí del Carmen, Loza Vaqueiro María Isabel, Lugo Soriano Luis Lucio, Luna García Sandra Nancy, Macías Balmori Alfredo, Martínez Alejandro, Martínez Carmona Gabriel, Martínez Figueroa Paulina, Martínez Hernández Francisco Javier, Martínez Jiménez Teyeliz, Martínez López Mónica, Martínez Ruiz Itzel, Martínez Saavedra Beatriz, Medina Cortina Eduardo, Mejía Albarrán Luis Alberto, Mejía Chávez Carlos, Mejía Torres Karen Ivett, Melgarejo Torres Carolina, Mijares Lara Marcela, Mingüer Cestelos Beatriz Corina, Moncayo Ramírez Jonatan, Monroy Gómez Franco Luis Ángel, Montoya García María Valeria Judith, Montoya Ruiz Alida, Mora Duro Carlos Nazario, Morachis Gastélum Josué, Morales Ríos Valeria, Moreno Sonia, Moreno Hernández Dulce Yocelyn, Mosqueda Arista Sandra Sofía, Mota Palmas Karina Del Rocío, Munguía Ávila Enrique, Muñoz Pedroza Carlos Martín, Nancy Merary Jiménez, Norman González Zyanya, Olhovich Robles Esteban, Oropeza Higuera Diana, Ortega Guerrero Andrés Josué, Ortiz Díaz Jesús Rodolfo, Ortiz Rangel Andrea, Oscar Guillermo Hernández Castro, Palma Vázquez David, Pantoja García Juan Camilo, Pedraza Robles Juan Carlos, Peláez Carolina, Peña George Christianne, Pérez Efrén, Pérez Domínguez Erika, Pérez Florean Diego Moisés, Pérez Hernández Rodrigo Salomón, Pérez Lezama Erika, Pérez Mendoza Joel, Pérez Pérez Miguel Ángel, Pérez Ramírez Tatiana, Piña Navarro Claudia Jezabel, Plascencia Sánchez Liliana, Ploennig Del Castillo Ehrhardt, Quintanar Zárate Paola, Quintanar Zárate Iliana Marcela, Ramírez Bonilla Laura Camila, Ramírez Rosas landa María José, Ramírez Villela Miguel Ángel, Rangel Carlos, Reyes Díaz Evelia, Reyes Manzano Jorge, Reyes Tinajero Gerardo Daniel, Rodríguez Pérez Hugo, Rodríguez Rocha Eduardo, Rojas Rojas Rolando, Romero García Velvet, Romero Rubio Martha Azalea, Romo Ávila Cristina Astrid, Rosales García Armando, Rubio Héctor,
Ruiz Claudia Paola, Ruy Sánchez De Orellana Santiago, Salamanca Martínez Elena María, Salvador Uscanga Christian, Sámano Queitsch Cecilia, Sánchez Amador David Armando, Sánchez García Leticia, Sánchez Nateras Gerardo, Sánchez Nava Ariadna Hitchel, Sánchez Parra Jenny Cristina, Santiago Araiza Victoria Daniela, Santiago García Luis Enrique, Santiago Luévano Hilda Monserrat, Santillán Ortega Víctor Manuel, Soto Mota Pablo Ignacio, Trejo Terreros Abraham, Triano Enríquez Manuel, Turiño Ramos Liset, Tzili Apango Eduardo, Uribe Jaramillo María Teresa, Vadillo Obregón Cecilia, Valdez Chávez César Enrique, Valdiviezo Villanueva Noé, Valencia Islas Arturo, Valladares Chamorro Odalis Rocío, Vallarino Moncada Daniela, Vargas Posada Ricardo, Vásquez Montaño Rosario Margarita, Vera Alpuche Jaime, Vergara Donoso María Antonieta, Verspecht Guerrero Erika Alitzel, Vicencio Sánchez Abel, Villa Figueroa Alfonso Abraham, Villagómez Ornelas Paloma, Vital Plaza, José Eduardo, Vite Tiscareno Ivonne, Vizcaíno De La Torre Andrea Alicia, Winter Guenther Catherine, Yong Solís Alexys Montserrat, Zamudio Santos Verhonica, Zepeda Gil Raúl, Zubillaga Diego.
Personal Administrativo y de Biblioteca (36)
Biblioteca Daniel Cosío Villegas: Escobar Vallarta Claudia, López Morales Carmen Yasmina; Personal Administrativo Aguilar Hernández Elia, Campos García Raquel, Campos García Ernestina, Ceballos Valencia Bertha Lidia, Cervantes Gómez Gerardo, Cortes Rodríguez Enedina, Estrella Montoya Beatriz, García Zepeda Olivia, Gómez Segura Ma. Del Socorro, González Araujo Rosa María, González Araujo Héctor, Hernández María, Hernández Gutiérrez Jesús Alberto, Juárez Puente Lidia, Juárez Puente Elisa, León Gutiérrez Magdalena, López González Pamela, Lozano López Tania, Matías Mejía María De Lourdes, Moreno Villaseñor Jimena Paola, Murillo Saldaña Lorena, Ochoa Portillo Tania, Ortega Parra Alan, Pérez Tagle Mercado Reyna Estela, Pineda Peña Rosa Ma., Rodríguez Valles Rocío, Ruiz Chávez León, Salcedo Romero Ninel, San Juan Bernal Graciela, Sánchez Hernández María Elena, Segura Hernández Miguel, Solís Monroy María Mónica, Torres Blancas Martha, Torres González Guadalupe Lilia, Vargas Serrano Mónica.
Egresados de El Colegio de México (99)
Acosta Carrillo Mónica Paola, Aragón Castaño Gerardo Francisco, Arce Padrón Yissel, Arzola Ordoñez Abraham, Atala García Lili, Ávila Quijas Aquiles Omar, Barragán Aroche Raquel, Barrios Giordano Paulina María, Brambila José Antonio, Brown Solà Carlos, Cabanillas Natalia, Campos Rico Ivonne Virginia, Chávez Ballesteros Clementina, Chávez Jiménez Emmanuel Salvador, Correa Calleja Elka Margarita, Correa Villalobos Francisco, Cortés Basurto María de los Ángeles, De la Torre Ibarra Salomón, Del Castillo Niño Bárbara, Délano Alonso Alexandra, Delgado Miranda Joselyn, Díaz Campos Mariana, Durán Osorio Ivonne Lidia, Enciso Froylán, Escobedo Lastiri Andrea, Escoto Castillo Ana Ruth, Estrada Orozco Rubén Alberto, Flandes Arreguín Thalía Delhi, Flores Magón Diego, Gaxiola Robles Linares Sergio Cuauhtémoc, Gibaja Romero Damián Emilio, González Ramírez Rocío Del Carmen, Guzmán Bringas Gabriela, Hernández Aguilar Alina, Hernández Vázquez Víctor Manuel, Hernández Vilchis Nofret Berenice, Hernández Zavala Martha B., Hoyo Prohuber Henio, Ibáñez Tirado Diana, Iglesias Urrutia Nydia, Jardón Acel, Kelly Torreblanca Luis Gustavo, Kent Carrasco Daniel, Lamberti María Julieta, Landgrave Ponce Ana, López Ricoy Ana Eugenia, Magaña Martínez Bárbara, Maldonado Carlos, Maldonado Hernández Gerardo, Maldonado Martínez Alejandra, Mariscal Paredes Rodrigo, Martínez Jimena, Martínez Illescas Roberto, Martínez López Mónica, Melchor Hernández Yver Alonso, Méndez Franco Luis Fernando, Mendoza Mejía Paola, Meza Mario, Meza Huacuja Ivonne, Miranda Juárez Saraí, Moreno Chávez José Alberto, Munguía Corella Luis Felipe, Muñoz Martínez Adelaida, Núñez Tapia Mónica, Osorio Guerrero Pablo Enrique, Palacios Canudas Ana, Pellicer Cristóbal, Pérez García Gabriel, Pinzón Avendaño Vanessa, Ramos López Aram Isaí, Riquelme Molina Valentina, Rodríguez Jimena, Rodríguez Abreu Mauricio, Rodríguez Elizalde Alberto, Rojas García Rafael, Romero Leal Enrique, Rufer Mario, Sagastume Paiz Tania, Sánchez Flores Mónica Judith, Sandoval Bustos Rosa Eugenia, Silva Diana, Sotelo Núñez Esthela Irene, Stabridis Arana Omar , Suárez Hérber Aydeé Mariell, Tadeo Hernández Eduardo Luciano, Tapia A. Mónica, Tapia Silva Nancy Alejandra, Torres Gutiérrez Michel, Urbina Gilberto, Valdés Galicia Cynthia, Vázquez Pérez Luis Ángel, Villanueva Gutiérrez Eva María, Viramontes Viramontes Erick, Viveros Cano Cynthia, Yanes Pérez Maritel, Yaschine Arroyo Iliana, Zepeda Cortes María Bárbara, Zepeda Mollinedo Daniela.
Asistentes de Investigación (30)
Acosta González Eduardo L., Archundia González Jessica Jazmín, Bautista León Andrea, Bautista Mulia Saraí, Chew Plascencia Serena, Cirianni Salazar Lucía, Dozal Varela Juan Carlos, Fernández Real Anabel, Flores Terán Carlos Esteban, Franco De Los Reyes Diego Antonio, García Jiménez Selene del Carmen, García Reyes Fidel, González Romero Martín Humberto, Jiménez Ceronio César, Lavín Robles María Fernanda, Leyte Mejía Natalia Yvette, López Ibarra Omar, Mancera Alba Marco, Mejía Arregui Erandi, Morales Alcántara Xóchitl, Muñoz Medina Mariana Lizbeth, Naranjo Ricoy Mario Alberto, Parra Miranda Paulina, Reséndiz Oikión Aideé, Reséndiz Oikión Ernesto, Rodríguez Chávez Alejandra, Rojas Olvera María Esperanza, Romano Acevedo Helena, Serna Luna Erick, Vázquez Ortega Nicolás.

miércoles, agosto 13, 2014

No me gustan las generalizaciones pues son potencialmente injustas. Tampoco me gustan las descalificaciones hacia los mexicanos, y menos cuando las proferimos nosotros mismos (aunque debo confesar que muchas veces lo hice hasta que caí en la cuenta de que solamente estaba reproduciendo una mentalidad negativa). Llevo años intentando entendernos como ciudadanos, como grupo social, así como descifrar nuestra idiosincrasia. Habiendo logrado recoger algunos cabos de la intrincada maraña de las causas de nuestro "ser mexicano", me llenan de rabia e indignación muchos de los eventos que suceden en nuestro país porque son consecuencia directa de situaciones que a muchos les interesa perpetuar, justamente porque se benefician de ellas.

Me vi tentado, en un arrebato de rabia, a escribir que merecemos lo que tenemos, pues acabo de leer unas declaraciones de felipe calderón (sic, en minúsculas) criticando la situación del país, y específicamente, la "descomposición" moral del PAN. Siendo él un participante prominente de esa descomposición no tiene la mínima autoridad para señalarla. Por si no fuera suficiente, ahora el señor recibirá carretadas de NUESTRO DINERO a través de su recién registrado Partido Humanista.

¡No, de ninguna manera merecemos lo que tenemos! Como sociedad compartimos la responsabilidad de la situación actual, pero lo peor que podemos hacer es levantar los hombros y conformarnos. Debemos conservar la capacidad de indignación, pues significa que estamos éticamente vivos; debemos reconocer y nutrir nuestra dignidad, pues las soluciones no vendrán de los partidos políticos, ni del gobierno (mucho menos del Estado que están desmantelando), sino que necesariamente deberán provenir de la sociedad misma, pues los pactos cívicos y sociales están rotos; debemos seguir trabajando día con día para recuperar lo que nos ha sido arrebatado; pero sobre todo, mantener viva la esperanza de un futuro mejor, pues perderla significará el fin mismo de la Nación, ya herida de muerte. Vivimos una situación de extrema complejidad que nos ha arrollado, dejándonos estupefactos. Sufrimos una conmoción de la que debemos de salir. Eso o condenarnos.