El Universal - Víctor Flores Olea: "la distancia entre el IFE presidido por José Woldenberg y el actual que encabeza Luis Carlos Ugalde; con el primero se había logrado legitimidad, con el segundo ha vuelto a surgir la desconfianza, el descrédito y la descalificación. No se olvide que el IFE actual se integró por una especie de 'albazo' en el Senado en que participaron el PAN y el PRI, con el PRD fuera de la jugada. La situación hoy es secuencia de esos tiempos en que se gestaban las aberrantes maniobras de la eliminación, desde luego el desafuero, y que ahora ponen en grave peligro el proceso electoral de 2006.
El equipo de Felipe Calderón ha sostenido que el Tribunal Electoral está limitado a las 'causales' de revisión de actas y conteo de los votos que indica la ley electoral. Una interpretación jurídica inteligente nos dice en cambio que el tribunal tiene las más amplias facultades para decidir y asegurar los valores tutelados por la Constitución General de la República en materia de elecciones: legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad (art. 41).
Para México resulta una demanda de vida o muerte: recuento de los votos para acercar la elección a los principios constitucionales de legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad, que ahora están en gravísimo entredicho."
Flores Olea ha puesto el dedo en la llaga.
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