domingo, enero 27, 2013

Que 165 años no son nada

Estoy releyendo El Manifiesto Comunista, y me siento atrapado en una dimensión paralela.

Los maeses Marx y Engels alertaban hace 165 años sobre las tácticas y estrategias de la emergente burguesía, cultivada en una sopa de feudalismo y revolución industrial, en baño maría (de vapor), obviamente.

Dichos pitonisos advirtieron sobre la brutalidad inherente del capitalismo, cuya paradójica subsistencia se garantiza a través de recurrentes crisis, la actual siempre peor que la anterior.


Y hennos aquí, sufriéndolas, como si nadie nos hubiera prevenido.

martes, enero 08, 2013

Se reciben mentadas de madre

¿En qué íbamos? ¡Ah, sí! Se reciben mentadas de madre en este blog. ¿Porqué? Lean lo que sigue.

La mañana del 1ero de enero de 1994 la recibí con gran sorpresa, pues me enteré de que el movimiento zapatista, hasta entonces desconocido para muchos de nosotros, se había presentado al mundo. Pero el mal que me distingue (mi escepticismo suicida), de inmediato me cuchicheo al oído. El tiempo me ha dado algo de razón.

La enorme dignidad de los pueblos originarios, especialmente de los de Chiapas, ha puesto sobre la mesa su situación: siglos de opresión y desdén. Pero hay nexos del movimiento zapatista que aún no acabo de comprender (a pesar de todo, bendigo a mi infinita ignorancia que me permite, todos los días, aprender algo nuevo): Adolfo Orive y sus ligas con Luis Téllez, los Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Elba Esther Gordillo y Francisco Hernández Juárez, entre las más cuestionables; el Ejido de Batopilas en Coahuila y la época maoísta de Raúl y Carlos Salinas de Gortari (sí, leyeron bien, no estoy pacheco); Samuel Ruiz y su papel en la comarca Lagunera a mediados de los 70; el Grupo Torreón (Hugo Andrés Araujo, Salvador Hernández Vélez, y, otra vez, Raúl y Carlos Salinas, entre otros); Alberto Anaya (fundador del Partido del Trabajo). ¿Y qué decir del inefable Subcomandante Marcos? Su prosa recargada y afectada siempre me ha producido urticaria, sin tomar en cuenta que su familia siempre ha tenido un pie en la puerta del poder (su hermana es Paloma Guillén Vicente, subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, a cargo de Miguel Ángel Osorio Chong, a su vez designado por Enrique Peña Nieto).

De esta manera, me cuesta mucho trabajo distinguir las diferentes clases de membresías que el EZLN tiene, desde los genuinos simpatizantes de las causas legítimas de los pueblos originarios, hasta los esquiroles incrustados en sus bases y dirigencia, pasando por los heroicos defensores de Derechos Humanos que se han agregado de buena fe y mejor actuar.

Finalizo con una duda, que al parecer es más un nebuloso sueño que una descarnada realidad. Recuerdo que, hace muchos años, leí que Marcos también había surgido de la aventura maoísta de Orive y los Salinas en Batopilas, pero por más que he buscado no encuentro la referencia. ¿Alguien me puede ayudar antes de mentarme la madre?

El precipicio fiscal de EU

El imperio se desmorona y aprieta el nudo gordiano de su economía.

La deuda pública de los Estados Unidos es equivalente al PIB de un año, esto es, resulta impagable. Es como si una persona que gana 100 mil pesos al año debe esa misma cantidad. Para pagarla deberá dejar de comer, vestir, pagar impuestos, doctores, escuelas, etc.

Los principales tenedores de deuda son las potencias rivales de EU: China y Rusia, entre otros. México tiene un buen pedazo de esa deuda. Algunos analistas financieros hablan de "default" (dejar de pagar a los tenedores de la deuda).

¿Dónde están las montañas de dinero que maneja ese gobierno? La mayor parte se encuentra apuntalando el nocivo y depredador sistema financiero: bancos, corredurías, administradoras de fondos, casas de bolsa, etc. Sí, el dinero de los norteamericanos se usa para mantener las desorbitantes ganancias de los intermediarios financieros. Es un problema nada fácil de resolver, lo que demanda nuevos paradigmas económicos, en donde tal vez el remedio sea tan malo como la enfermedad, con la diferencia de que el primero rompería los círculos viciosos existentes.

A la llamada crisis del "precipicio" fiscal, sólo le administraron un par de aspirinas. En un par de meses más se retomará el tema (es el plazo durante el cual las medidas paliativas estarán vigentes), que no es otro que el techo de endeudamiento, o dicho en buen romance, posponer (que no evitar) la quiebra del gobierno estadounidense.